ZF desarrolla el sistema de control de chasis activo SMOTION

ZF sMotion es un nuevo control de amortiguación activa que se ha desarrollado para la generación actual de coches y dotados de conducción autónoma

ZF sMOTION es un nuevo sistema de control activo de chasis. El proveedor alemán, más conocido por sus transmisiones automáticas montadas en gran parte de los modelos fabricados en el mercado europeo, también desarrolla otro tipo de tecnologías como la que nos ocupa, capaz de reducir al máximo los movimientos de la carrocería por baches o curvas causando mareos en algunas personas.

El nuevo sistema se ha desarrollado especialmente para modelos equipados con funciones de conducción autónoma avanzada contando con unos actuadores en cada rueda que, de forma inteligente, controlan y adaptan el movimiento de suspensión, sea un cabeceo hacia delante o hacia atrás durante las fases de desaceleración o aceleración, incluyendo también los balanceos y la inclinación al tomar curvas o cambiar de carril.

Estos actuadores bidireccionales se encargan de variar el tarado y la configuración de los amortiguadores inteligentes de ZF levantando o bajando el vástago del pistón en cada rueda, una función que es única en el mercado actual y que funcionan mediante una bomba eléctrica. De esta forma, al tomar una curva, las dos ruedas interiores pueden retraerse y las exteriores extenderse permitiendo que el coche en cuestión permanezca prácticamente horizontal.

El sistema sMotion de ZF controla individualmente cada una de las ruedas

El nuevo sistema puede ser montado en cualquier tipo de modelo, que sea de pasajeros, e independientemente del tipo de carrocería, basado en la tecnología de Control Continuo de Amortiguación (CDC) con una función de "distancia al suelo dinámica" para cada eje e incluso para todo el tren de rodaje.

ZF apunta que sus ingenieros han dotado al sistema de control activo del chasis con una vía de control hidráulica separada, que ayuda a compensar la amortiguación debido a pequeñas irregularidades en la superficie de la carretera, como tapas de alcantarillas, juntas transversales, asfalto rugoso o grava.

Como decíamos antes está concebido también para coches autónomos. Los potentes sensores que equipan los coches para este tipo de conducción crean una red que controla todos los aspectos de funcionamiento, incluidas cámaras, por lo que puede actuar de forma predictiva en función de las condiciones de la carretera manteniendo la rueda afectada en el altura de la superficie de la carretera en lugar de permitir que caiga, como sería el caso con un amortiguador convencional.

Ejemplo del nuevo amortiguador inteligente desarrollado por ZF para su control de chasis activo