PruebaFord C-MAX 1.6 Ti-VCT GLP: Interior, valoraciones y conclusiones (III)

Si estamos buscando un coche familiar, pero con unas dimensiones contenidas y tacto de turismo, nos tenemos que fijar en un modelo como el Ford C-MAX. Los padres se sentirán muy cómodos en este coche, pero también su progenie.

Es un modelo muy adecuado para familias jóvenes

Algunos elementos del equipamiento vendrán muy bien, aunque algunos son opcionales: lunas tintadas traseras, cortinillas parasol enrollables, bandejas tipo avión, espejo retrovisor suplementario, tres plazas traseras abatibles simétricas o portón trasero de apertura y cierre eléctricos.

El C-MAX cuenta con un maletero de 471 litros de capacidad con motorizaciones convencionales, pero en la versión de GLP se pierde un poco de sitio útil por la altura del depósito. Tampoco hay rueda de repuesto, pues el depósito ocupa su lugar, y hay un kit de reparación de pinchazos.

El interior del C-MAX es prácticamente de compacto convencional, como el Focus

La seguridad es muy buena. En 2010 sacó cinco estrellas EuroNCAP, y la dotación de seguridad de serie es buena. Ahora bien, puede mejorar mediante opcionales, y se puede reducir la posibilidad de accidentes por salida de vía, falta de visibilidad de noche o colisiones típicas de atasco.

No digo que haya que confiar a ciegas en sus ayudas. Por ejemplo, no siempre avisa de que nos salimos del carril, tiene que haber reconocido las líneas que lo delimitan, indicado con líneas discontinuas verdes en el tablero. Pero se agradece que esté ahí a veces.

No cuenta con el habitáculo más espacioso del segmento, en las plazas traseras hay mucha altura libre, pero en cuanto a longitud para las piernas o ancho no destaca mucho. Ojo, la plaza central trasera es mucho más utilizable que un un compacto al uso, no hace falta ser anoréxico para sentarse ahí.

Faltan posibilidades de regulación en las plazas traseras

A nivel de practicidad tampoco es el campeón del segmento, la banqueta trasera no se puede ajustar en recorrido longitudinal, y los respaldos de los asientos no permiten regulación, o están desplegados o plegados. La parte delantera está mejor resuelta.

Existe una interesante opción, el Comfort System, que elimina la plaza central, amplía la anchura de las plazas laterales traseras y permite el desplazamiento transversal de los asientos. Otro extra útil es la toma de corriente de 230 voltios para pequeños aparatos electrónicos.

Es un modelo confortable y los viajes largos se pueden afrontar de un modo más agradable. Incluso con las llantas de 17 pulgadas, con menor perfil, sigue siendo muy cómodo. De serie tiene neumáticos de 16 pulgadas. La suspensión está ajustada a la perfección.

La consola central cambiará sustancialmente en el C-MAX 2015

Muy cómodo el puesto de conducción, me encanta la posición de la palanca de cambios, ni muy alta, ni muy baja. También gozamos de una buena visibilidad, no hace falta comprarse un SUV para disfrutar de ella.

Hay muchos botones en la consola central y hace falta un poco de entrenamiento para dominar todas las funciones y conocer los menús. En el C-MAX 2015 este apartado está mejor resuelto, con pantalla táctil más grande, con muchos menos botones.

La climatización es bizona, con salidas de aire para las plazas traseras. En el modelo básico, Trend, el climatizador es manual pero viene con aire acondicionado de serie. No hay asientos calefactados, pero sí lo está la luna delantera, muy útil en zonas de frecuentes heladas.

Observad el hueco que hay bajo el piso del maletero, el depósito de GLP es el responsable

¿Qué distingue la versión de GLP de las demás?

En el maletero, notaremos que el piso tiene un desnivel respecto al borde de la boca de carga. No hay un lugar específico para el adaptador de repostaje ACME, un detalle a mejorar y que costaba céntimos por cada coche. Bastaba una bolsita con velcro.

En el tablero de instrumentos notaremos que el ordenador de a bordo solo da los kilómetros recorridos y la velocidad media, no indica información de consumos ni de autonomía disponible. Tampoco dice absolutamente nada del sistema de GLP.

Si miramos detrás del freno de mano encontraremos un indicador de cuatro luces que informa de cuánto gas queda en el depósito. Además, ahí podemos conmutar de gasolina a GLP, o viceversa. Si nos quedamos sin gas, tendremos un sonoro pitido y el coche pasará a usar gasolina. Eso es todo.

Si no nos importa ir estéticamente a la última, el C-MAX actual es un modelo que no se ha quedado desfasado aún

Conclusiones

En definitiva, es un modelo muy recomendable. No creo que merezca la pena esperar al modelo nuevo ya que no se ha confirmado la versión de GLP y los motores no son tan conocidos en algunos casos. Solo recomiendo el C-MAX 2015 si se quiere lo último en tecnología.

Económico, con una potencia adecuada, y con una mecánica rocosa, para mi no hace falta insistir más en ello. No solo ahorra en el surtidor, también a la hora del mantenimiento, pues un Diesel cuesta más en las revisiones e ITV. Cada 20.000 km nos pedirá pasar la revisión oficial.

Lástima que no tenga opción de cambio automático, o que la versión más grande (Grand C-MAX) no tenga posibilidad de usar GLP. Como estamos ante un coche poco demandado, por falta de conocimiento del cliente, Ford no nos permite tanto abanico de elecciones.