Lexus Experience, vivimos un espectacular roadtrip con la marca nipona

Madrid, 9 de la mañana. Con el escenario 2 de contaminación activo en la capital, Lexus Madrid Norte es el punto de encuentro de la firma en el que ha citado a 8 periodistas para enseñarnos algo.

A juzgar por el lugar (con una gama impresionante de vehículos, por cierto) podría tratarse de una toma de contacto a las que ya estamos acostumbrados en el equipo de motor.es, pero un roadbook y nuestra maleta de 3 días nos hacen intuir lo que está por venir.

Comitiva dispuesta a iniciar un roadtrip de 3 días por territorio español con la gama Lexus.

De hecho, ya nos hacen saber, briefing mediante, que nos esperan casi 800 quilómetros de conducción por delante donde, además de disfrutar de la gama híbrida y deportiva de Lexus, intentarán transmitirnos un poco más acerca de su filosofía como fabricante premium con diversas actividades y experiencas que nos aguardan alternadas entre curvas, carreteras y paisajes de la geografía de nuestro país.

Madrid - Alarcón - Valencia (375 Km)

Llega la hora de guardar nuestro equipaje y tomar asiento para de la capital, nos esperan 197 kilómetros hasta el Parador de Alarcón, en la provincia de Cuenca, donde pudimos retomar fuerzas y disfrutar, no solo de las carreteras secundarias que rodean el lugar, sino de la magnífica joya medieval escondida entre Madrid y Valencia con el río Júcar a sus pies.

Fascinante momento saliendo de las murallas de Alarcón en modo 100% eléctrico con el Lexus RC300h.

Continuar la travesía no se hace complicado. Me encuentro a lomos del Lexus RC300h, un coupé deportivo que ofrece buenas sensaciones al volante de sus 223 CV de potencia combinados y que equilibra entre su motor gasolina 2.5 litros dispuesto a entregar todo lo que tiene cuando se le pide con su propulsor eléctrico cuando circulamos en modo cero emisiones y, os aseguro, que la experiencia entrando en destacamento al amurallado de Alarcón, con el único sonido de la naturaleza es espectacular.

Pruebas

Prueba Lexus LC 500: lujo y distinción

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Durante la ruta hasta Valencia, no pasa desapercibido el Lexus LC500h que nos escolta, un altas prestaciones en toda regla con una espectacular mezcla de mecánica deportiva y tecnología híbrida que ha sido un placer ver durante todo nuestro roadtrip ya sea de forma estática, tomando curvas delante nuestro o desde el retrovisor justo antes de adelantarnos en nuestra llegada a la fabrica de Lladró.

A pesar de lo distanciadas que pueden estar, en apariencia, las figuras de porcelanade nuestras monturas Lexus de estos días, la marca quiere acercarnos una gran parte de su leitmotiv como fabricante de automóviles que comparte con la realización de figuras y objetos de porcelana, los Takumi.

Los Takumi deben realizar un gatito en origami con la mano que menos estén acostumbrados a usar en menos de 90 segundos.

Detrás de cada pieza de porcelana, se encuentra una cadena de pasos de elaboración y personas encargadas desde el principio hasta el final a que su proceso se lleve a cabo bajo un gran nivel de detalle y acabados, con gran destreza y concentración.

Bautizados como Takumi por la marca japonesa, son expertos en una materia específica dentro de la fabricación de un Lexus, trabajar manualmente todo el proceso siendo observados bajo lupa por su metodología, destreza y calidad de ejecución. Tal es el nivel de exigencia que los Takumi en las fabricas y cadenas de montaje son puestos a prueba con frecuencia aleatoria debiendo realizar un gatito en origami con la mano que menos estén acostumbrados a usar en menos de 90 segundos. Increíble.

Llegados al magnífico Palau de la Mar de Valencia, la jornada aún no había terminado y la guinda en el pastel (si es que se me permite usar esta expresión en un ambiente gastronómico) estaría en una excelente velada nocturna cenando en El Poblet de Quique Dacosta, que luce tres estrellas Michelin en su solapa y donde la experiencia culinaria va un paso más allá en una fusión de formas, texturas, sabores y olores que despiertan todos nuestros sentidos tras un largo día.

Valencia - Sagunto - Teruel

Amanece en Valencia y llega el momento de que la comitiva apunte su ruta hasta el Puerto de Sagunto y, en concreto, hasta la Fabrica de Lexus, accesible únicamente mediante permiso especial de la marca.

Quizá vosotros al igual que yo ignorabais la existencia de una factoría nipona en nuestro territorio; de hecho Lexus únicamente fabrica sus vehículos de forma oficial en Japón, pero juzgad vosotros mismos las imágenes de sus instalaciones.

En su campa de hasta 12.000 vehículos de capacidad son descargados todos los Lexus (y Toyota) que llegan desde Japón y otros territorios para ser vendidos en nuestro país, tratados con especial cuidado desde que salen del barco hasta que se entregan al cliente.

Es increíble el sumo cuidad con el que tratan todas las piezas que instalan en cualquier vehículo Lexus en su fabrica en el Puerto de Sagunto.

Pero esto no acaba aquí. Lexus, como fabricante de vehículos de alta gama ofrece una experiencia de gran calidad a los futuros propietarios de un automóvil de su catálogo, y esto se refleja en el centro técnico ubicado en las instalaciones del puerto.

Y es que es aquí otro de los puntos en los que se verifica el coche en todos sus rincones para asegurarse de que se encuentra en perfectas condiciones antes de su entrega y, además, se instalan accesorios y equipamiento extra en las unidades; desde unas llantas de aleación opcionales para un CT hasta unas estriberas laterales para un NX pasando por un equipo de navegación en un RX, desmontaje de salpicadero completo incluido.

Pero antes de seguir nuestra ruta, no podemos abandonar territorio che sin degustar unas exquisitas paellas, con la Masía Campo Anibal como anfitriona de tan distendido almuerzo.

Espectacular mezcla de mecánica deportiva y tecnología híbrida del LC500h

Nos separarían aún 105 kilómetros hasta la Masía La Torre, en Mora de Rubielos donde parte del equipo decidió tomarse un descanso, fotografíar el entorno (y algún vehículo) y otros escaparnos hasta el embalse de Campos de Arenoso en una magnífica ruta que hizo enamorarme del Lexus IS300h que decidí conducir durante la última jornada de roadtrip.

Teruel - Aeropuerto - Calatayud

A pesar de que se acerque el final de la aventura, madrugar el último día de roadtrip no es un sacrificio sabiendo de antemano la traca final que Lexus nos tenía preparada; por eso tras poco más de 60 kilómetros hasta el Aeropuerto de Teruel.

Roberto Merhi nos deleitó con una exhibición de destreza al volante

Sin aterrizajes ni despegues programados durante la jornada, la exclusividad de Lexus se hizo presente una vez más reservándonos la pista del parking de aviones más grande de Europa, de casi 4.000 metros de longitud, para experimentar al máximo el potencial deportivo y tecnológico de la marca.

Y allí estarían los Lexus GS F y RC F dispuestos a ser acelerados a fondo y testear su aceleración, velocidad máxima y manejo con la penúltima sorpresa antes del mágico momento de pasear en convoy entre enormes pájaros de hierro estacionados.

Roberto Merhi nos brindó una exhibición de destreza al volante pilotando los Lexus RC F y GS F en el Aeropuerto de Teruel.

El expiloto de Formula 1 Roberto Merhi acudió a las instalaciones para deleitarnos con una exhibición de destreza al volante que pudimos vivir en primera persona copilotando con él. Derrapes, goma quemada, potencia bruta y un chasis que se retuerce de forma magnífica. Quién lo iba a decir de un híbrido ¿Eh?

Con el día más motorsport del viaje bajo y una sonrisa de oreja a oreja disfrutamos de una segunda y fabulosa experiencia de Estrella Michelin en El Batán de distendido ambiente entre compañeros de ruta previa salida hacia Calatayud. Y es que, muy a nuestro pesar, nos esperaba el último stint separados por poco más de 150 Km de carreteras secundarias. ¡Y menudos kilómetros!

Fue un placer compartir desniveles, curvas y asfalto con toda la caravana Lexus y en en especial con el IS300h que conducía en ese momento e que hizo las veces de postre.

Un comportamiento ágil, con un paso por curva aplomado y una suavidad y tacto de sus mandos de admirar, donde poder dejar a un lado y esfumarse cualquier atisbo de prejuicio sobre lo insulso que puede ser conducir un coche híbrido; sobre el asfalto subiendo y bajando levas en el volante hasta llegar a Calatayud, momento de aparcar los coches y volver a casa, a una rutina que sería mucho más premium viviendo una #LexusExperience constante.