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El Honda S660 no le gusta a los jóvenes en Japón

Ya se ha agotado toda la producción prevista del Honda S660 para Japón, unas 8.600 unidades, y no se aceptan pedidos hasta octubre. ¿Buena noticia? Pues no tanto, ya que cuatro de cada cinco compradores tienen más de 40 años

El Honda S660 no le gusta a los jóvenes en Japón

3 min. lectura

Publicado: 10/08/2015 10:00

El sucesor espiritual del Beat, el Honda S660, solo se vende en el mercado doméstico japonés. Es un kei-car, limitado por tamaño y potencia, pero es todo un soplo de aire fresco en un segmento dominado por horrendos modelos monovolumen. Podríamos pensar que es uno de los kei-car más atractivos, ¿verdad?

El diseñador no ha cumplido la treintena, y pertenece a una generación de japoneses cada vez menos interesados en comprarse un coche. El que pruebe alguna vez en su vida la eficiencia del sistema de transporte público de las grandes ciudades niponas entenderá parte del problema. En las calles no se ven muchos conductores jóvenes al volante, en las aceras todos los que queráis.

Los clientes del Honda S660 tienen mayoritariamente más de 40 años, son hombres con su vida profesional ya encaminada, y muchos clientes ya tienen otro coche en propiedad. ¿Deberíamos sorprendernos? Fijaos en este dato: en 13 años el número de conductores que tiene menos de 40 años se ha desplomado un 46%, es un envejecimiento alarmante del "parque de conductores". No ha de extrañarnos pues que este coche no se coloque entre la muchachada.

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A principios del milenio, cuando salió a la venta el Honda S2000, los porcentajes eran opuestos, solo uno de cada cinco compradores tenía más de 40 años. Hay alguna que otra diferencia, como que era un deportivo con un 2.0 de 240 CV con zona roja en 10.000 RPM, y el S660 es un kei-car limitado a 64 CV con un motor tres cilindros turbo de 660 centímetros cúbicos. No se conducen igual, vaya.

Los kei-car son una opción muy razonable para las congestionadas ciudades japonesas, mucho más fáciles de mantener, con menos restricciones, fáciles de aparcar... a cambio de tener varias limitaciones. El S660 no proporciona precisamente emociones fuertes, pero es muchísimo más bonito que un N-WGN y demás adefesios rodantes.

Fuente: Bloomberg

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