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TecnologíaLas ventajas de los coches autónomos

A lo largo de la historia, la fuerza o la mente del ser humano ha sido reemplazada en algunas tareas por máquinas, de menor a mayor complejidad. Cuando hablamos de coches autónomos, nos referimos a ceder el control de la conducción a un ordenador muy potente, con todo lo que eso implica.

6 min. lectura

Publicado: 29/01/2015 08:00

El piloto automático ayuda desde hace décadas a la navegación en aviones, trenes (A.T.O.) y barcos. A diferencia de estos escenarios, la carretera es mucho más compleja por la elevada cantidad de obstáculos y vehículos que pueden encontrarse en ruta. Por lo tanto, es un problema de una dimensión superior.

Una de las ventajas que presenta la conducción automática (o de nivel 4) es la ausencia de emociones en la conducción. El "conductor" no va a picarse, ofenderse, ser más temerario o más torpe. Siempre va a conducir de la misma forma. Eliminar los errores humanos de la conducción ya hace mucho por aumentar la seguridad vial.

La conducción autónoma es una tendencia imparable

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Y es que uno de los motivos fundamentales para extender la conducción automatizada es reducir drásticamente el número de accidentes, los heridos graves y los fallecidos. Los programas informáticos tienen una tasa de errores muy baja, y cuando los tienen, suele ser por un defecto en su programación, la cual realizan seres humanos.

Pero supongamos que el piloto automático nunca se equivoca. Habría que cambiar varios aspectos normativos. No es necesaria tanta distancia de seguridad, ya que rebajamos el tiempo de reacción a milisegundos. También sería posible permitir a estos vehículos una mayor velocidad legal, ya que son inmunes a las distracciones, la fatiga o los problemas psicomotrices.

Tanto las infraestructuras (C2X) como otros vehículos (C2C) compartirán datos relevantes

Los fabricantes están esforzándose en que los sensores de estos vehículos puedan hacer frente a cualquier tipo de imprevisto, como animal en la calzada, un niño que cruza sin mirar, un socavón en la carretera o una mancha de aceite. Seguramente el 100% de la casuística no se puede incorporar, pero se puede acercar mucho a ese nivel.

Dejará de importar el estado o condición de los pasajeros. Dará igual que sean niños, enfermos mentales, que vayan ebrios, que tengan miedo a conducir (amaxofobia), etc. Legalmente, el conductor es un programa de ordenador, porque no hablamos de conducción semiautomática (o de nivel 3).

En términos de confort, en un coche autónomo los pasajeros no tienen que prestar ninguna atención al viaje, simplemente dejar pasar el rato, como hacemos ya en los aviones. La simple descarga de responsabilidad en el acto de conducir es muy significativa, por ejemplo, dentro de un atasco, o queriendo llegar a un sitio y con las fuerzas bajo mínimos.

La mayoría de los desplazamientos no se hacen por gusto

Existe un sector muy relevante de la población que no conduce de la forma más correcta, o es negligente, o ni siquiera le gusta conducir. Por el bien de todos, toda esa gente está mejor con las manos quietas y delegando en una entidad informatizada que no comete errores y reaccionará mucho mejor que ellos.

Habrá dos tipos de modelos, los semiautónomos y totalmente autónomos. En el primer caso se mantendrá el volante y pedales, para poder realizar una conducción manual o semiautomática cuando se quiera, y modo 100% automático, como ya pasa con las cajas de cambio. En el segundo caso, serán medios de transporte puros y duros, como tranvías, pero sin conductor.

Las bondades de esta tecnología también se va a notar en las ciudades, aunque al colectivo de los taxistas y los chóferes no les haga ninguna gracia. Se optimizará el desplazamiento de personas y mercancías, con mayor eficiencia y seguridad. Lo mismo pasó en su día con los semáforos cuando reemplazaron a los agentes de tráfico en los grandes cruces hace décadas.

Durante años convivirán los coches autónomos con los normales

La gestión del aparcamiento mejorará mucho. Por ejemplo, en un aparcamiento para vehículos autónomos caben muchos más, porque no hacen falta espacios para poder abrir las puertas.

Es más, se puede pedir al vehículo que nos deje/recoja en un punto exacto, aunque en realidad aparque en la otra punta del recinto, o incluso a kilómetros de distancia, lejos de zonas azules/verdes.

Incluso los ladrones de coches encontrarán muchas dificultades a la hora de "trabajar". Será un importante cambio de paradigma en el tráfico urbano y extraurbano. En teoría los conductores humanos también nos beneficiaremos, la mayor fluidez del tráfico y mejor seguridad vial se van a notar mucho. Y para que se ilegalice la conducción manual pasarán décadas...

Más de uno se preguntará por los inconvenientes... eso lo trataremos en otro artículo... porque los hay.

Fotos: Car 2 Car Communication Consortium

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