Motor.es

Audi integrará más el control electrónico de sus coches

Los coches modernos tienen cada vez más sistemas gobernados electrónicamente, de forma transparente al conductor, que permiten aumentar el confort, la eficiencia, el paso por curva, etc. En el futuro el grado de integración será superior al de modelos actuales.

Audi integrará más el control electrónico de sus coches
Suspensión con Dynamic Ride Control del RS 7 Sportback - Audi AG

6 min. lectura

Publicado: 24/08/2020 22:00

Ya es imposible pensar en un coche sin que tenga múltiples sistemas electrónicos. Incluso un coche tan destinado al disfrute de la conducción pura como el T.50 de Gordon Murray incorpora mucha tecnología, ya que a fin de cuentas los adelantos técnicos están para aprovecharlos.

Los sistemas electrónicos más primitivos de los 70 y 80 se encargaban de sistemas como la climatización -manteniento temperatura-, controlar la inyección de combustible u ocuparse del cierre centralizado con un mando. Poco a poco, algunas centralitas fueron integrando funciones de varios sistemas.

Luego llegó el famoso multiplexado, en el que las conexiones eléctricas se compartían entre diferentes centralitas para ahorrar cableado, lo cual provocó problemas en algunos modelos donde el sistema no estaba muy afinado. Hoy día sigue habiendo varias centralitas, pero se avanza en su integración.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Suspensión neumática adaptativa del RS 7 Sportback

Audi está trabajando en lo que ha llamado «futuro ordenador de dinámica del vehículo», el cual gobernará hasta 90 componentes del coche a la vez, gracias a una mayor potencia de proceso. Si se compara con la tecnología actual de Plataforma Electrónica del Chasis (ECP), esta solo gobierna 20 componentes.

El fabricante alemán quiere integrar todos los sistemas del chasis, que influyen en la dinámica, y de los sistemas de propulsión. En otras palabras, la futura centralita controlaría la dinámica en los ejes longitudinal y transversal, pero también la gestión de la energía (en los electrificados) y la cadena cinemática, sea cual sea su naturaleza.

Audi nos pone un ejemplo: recuperar energía en una frenada -de motor eléctrico a baterías-, ajustar la compresión de los amortiguadores de acuerdo a las condiciones de marcha y mantener la trayectoria deseada por el conductor. Todo eso al mismo tiempo, y con el mismo ordenador central.

La futura centralita controlará distintos sistemas de propulsión, como híbridos ligeros, vehículos eléctricos o híbridos enchufables

Una de las ventajas de esa filosofía es que se reducen los componentes necesarios a bordo, tanto de centralitas como de cableado, y también permite un ahorro energético que no hay que despreciar. La nueva unidad de control tendrá 10 veces más potencia de cálculo que la ECP estrenada en 2015 con el Audi Q7.

La futura centralita estará adaptada a cualquier combinación de motores -de térmicos a eléctricos- y tipos de tracción (delantera, trasera o total). Además, ya tendrá soporte para la tecnología Car to Infrastucture (C2X o V2X), que intercambiará datos relevantes mediante redes 5G con el exterior para mejorar la seguridad vial y la fluidez del tráfico.

La actual ECP controla la tracción total permanente, la suspensión neumática adaptativa o dirección a las cuatro ruedas, pero la gestión de los motores va por separado. A continuación veremos tecnologías que son susceptibles de ser controladas por la futura centralita y que ahora se gestionan por separado.

Suspensión activa del Audi RS Q8

  • Estabilización de balanceo para SQ7 y SQ8: para contrarrestar la tendencia al balanceo de estos SUV, la suspensión hace una fuerza opuesta a la centrífuga hasta un máximo de 1.200 Nm controlando la barra estabilizadora. También puede desconectarse para circular en línea recta.
  • Precolisión lateral en el A8: la suspensión activa de este modelo, además de mejorar el confort y la deportividad, tiene una interesante función. Si se detecta una colisión lateral inminente que supere los 25 km/h, la suspensión se eleva del lado que recibirá el golpe para maximizar la protección pasiva de la carrocería, hasta 80 mm más.
  • Frenada regenerativa (iBRS) en Audi e-tron: el sistema determina si han de actuar los motores eléctricos en la frenada o el sistema hidráulico convencional. Hasta una deceleración de 0,3 G los discos de freno no hacen nada, según Audi es lo que pasa el 90% de las veces.

Sin electrónica, estos sistemas serían una carga añadida para el conductor, que tendría que estar a muchas cosas a la vez, por lo que su eficacia sería dudosa. Además, un ordenador puede hacer cálculos en milésimas de segundo, un ser humano tarda mucho más en reaccionar. Así que una cosa lleva a la otra.

Compártela en:

Pixel