La DGT pone fecha para la llegada de la ley que regule los vehículos autónomos, y es más pronto de lo que piensas
La subdirectora general adjunta de vehículos de la DGT dejó caer que España tendrá un Real Decreto aprobado en 2024 que regule los niveles más altos de automatización, 4 y 5 según la escala SAE, en los vehículos.
Poco a poco, los diferentes países de la Unión Europea empiezan a ponerse las pilas para regular todo lo que tiene que ver con la tecnología de conducción autónoma. Mientras que regiones como Alemania o Francia ya permiten la circulación de coches autónomos de nivel 4 (sobre 5), en España vamos un escalón por debajo.
Sin embargo, todo puede cambiar en los próximos meses. Durante la presentación del II Barómetro del Vehículo Autónomo y Conectado de ANFAC, la subdirectora general adjunta de vehículos de la DGT, Susana Gómez, lanzó un mensaje prometedor en este sentido.
El 2024 podría ser el año en el que se publique una ley que establezca los requisitos técnicos para la circulación de vehículos con niveles SAE 4 y 5, los que tienen que ver con una automatización completa y que equiparan la tecnología con la figura del conductor.
Aun así, y a pesar de que la tecnología actual desarrollada por los fabricantes va muy por delante de las regulaciones, no se espera que circulen ya el año que viene coches con nivel máximo de conducción autónoma en nuestro país.
«Somos conscientes de la necesidad regulatoria, por eso una vez que la UE publicó el Reglamento relativo a las normas de homologación de vehículos totalmente automatizados, la DGT ha redactado el proyecto de RD. Esperamos en breve poder publicar el texto completo del borrador con la finalidad de que el reglamento se apruebe a lo largo de 2024», asegura Susana Gómez.
¿Está España preparada para el coche autónomo?
La segunda edición del Barómetro elaborado por ANFAC nos deja varias conclusiones interesantes, pero quizás la más importante es la que delta el director general de la asociación, José López-Tafall: «Es primordial que España avance para poder convertirse en una referencia».
Y razón no le falta, ya que, como él mismo dice, «de nada sirve que los fabricantes sean capaces de contar con la tecnología suficiente si luego no pueden circular por nuestras carreteras porque no existe un marco normativo que lo habilite».
De todas formas, el Barómetro de ANFAC pone en contexto actual de tecnologías presentes en los vehículos actuales, orienta sobre el ritmo de desarrollo de esta tecnología e identifica las necesidades más acuciantes.
Y si algo queda claro aquí es que son los vehículos ligeros (turismos y comerciales) los que cuentan con una mayor carga tecnológica a bordo, sobre todo de nivel SAE 2. Eso sí, el potencial para incorporar tecnología de nivel 4 y 5 ya es muy alto a día de hoy, pero España no permite su circulación por ahora.
En los niveles máximos de conducción autónoma (4 y 5), la figura del conductor queda eclipsada y es el vehículo el que tiene el control absoluto de la conducción, sin obligar a este a que tome los mandos.
Las tecnologías de conducción autónoma dominantes
Según el Barómetro del Vehículo Autónomo y Conectado de ANFAC, el 75 por ciento de los turismos actuales cuentan ya con tecnologías de nivel SAE 2 (conducción parcialmente automatizada) y «solo» el 18 por ciento llega al nivel SAE 3.
En los turismos, el nivel de autonomía potencial en España es de 3,1 sobre 5, con un 66,7 por ciento de vehículos ofertados que podrían llegar incluso a un nivel parcial de automatización 2 y 3 si las condiciones fuesen las óptimas. Además, el 32,2 por ciento podría alcanzar un nivel de automatización muy avanzado 4 y 5.
Los comerciales ligeros, por su parte, tienen un nivel potencial de 2,8 sobre 5. En este caso, como puedes ver en el gráfico anterior, el 8,3 por ciento todavía cuenta con sistemas de automatización inexistentes o muy bajos (nivel 0 y 1). Los autobuses tienen un nivel medio idéntico, pero la cantidad de buses que tienen los niveles más bajos es muy amplio, el 18,4 por ciento.
Los vehículos industriales, por su parte, se llevan la peor nota: un 2,3 de media, con un 44,2 por ciento dotados de tecnología de automatización bajos, solo un 19,3 por ciento de niveles 2 y 3 y, eso sí, un potencial de que los niveles de automatización completos lleguen al 36,5 por ciento de los camiones pesados.
Volviendo a los turismos, si miramos a las «funcionalidades» más presentes relacionadas con la tecnología de conducción autónoma, vemos las siguientes como las más dominantes: el control de presión de neumáticos (obligatorio desde noviembre de 2014), sistema de frenada de emergencia y sistema de advertencia de cambio de carril involuntario.
En los vehículos comerciales, se añade en tercera posición la llamada de emergencia. En los vehículos industriales dominan los sistemas relacionados con el carril y de frenada de emergencia, mientras que en los autobuses, con niveles 0 y 1 muy dominantes, destacan el detector de marcha atrás, el control de presión de neumáticos, el registrador de datos de incidencias o la advertencia de colisión con peatones y ciclistas.
Fuente: ANFAC