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Ferrari 812 Superfast: las 5 claves del último V12 atmosférico de Maranello

  • El 812 Superfast es la última encarnación del Gran Turismo deportivo de la marca de Maranello.
  • Sucesor directo de numerosos modelos míticos, el 812 dispone de algunas peculiaridades que lo convierten en único, como su enorme motor V12 atmosférico, el más grande empleado nunca por Ferrari.
Ferrari 812 Superfast: las 5 claves del último V12 atmosférico de Maranello

9 min. lectura

Publicado: 22/02/2017 20:00

Nuevo Ferrari 812 Superfast.

Ferrari presentaba el 812 Superfast como el sucesor directo del F12 Berlinetta, su modelo más deportivo dentro del segmento Gran Turismo y sucesor de una larga estirpe de deportivos míticos, que hunde sus raíces en los primeros modelos de calle de la marca, nacidos hace ya cerca de siete décadas.

El 812 Superfast es el perfecto ejemplo de lo que en Maranello entienden como actualización, un modelo tan modificado tanto a nivel técnico como estético que es básicamente un modelo nuevo, y que de hecho, recibe un nuevo nombre.

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Este mismo tratamiento es el que reciben todos sus modelos, y la actualización es tan profunda que raramente se emplean las palabras restyling o facelift para referirse a ellos. Una vez acabado su ciclo de vida en Maranello más que renovar, rediseñan el modelo y en muchas ocasiones en profundidad, mucho más de lo que puede parecer a simple vista.

Promete nuevos niveles de rendimiento.

Ese fue el caso de la saga Testarossa, que dispuso de 3 iteraciones y se mantuvo en el mercado desde su presentación en 1984 hasta la llegada en 1996 del 550 Maranello. Y aunque a simple vista pudieran parecer ligeras actuaciones de la marca en el plano estético, lo cierto es que tanto el 512 TR como el posterior F512M modificaron gravemente el esquema técnico original, tratando de solventar el mayor problema del Testarossa original, su elevado centro de masas provocado por la altura a la que había sido instalado el propulsor de doce cilindros plano.

En el caso del 812, a pesar de no conocer aún todos sus detalles, nos encontramos ya con diversas características que destacan sobre el resto de novedades del modelo,

1. El motor más grande de la historia de la marca

Una de las mayores peculiaridades del 812 Superfast es su V12 de 6.5 litros. Esta es la última evolución de la familia de motores F140, que nacía en 2002 con el V12 de 6.0 litros Tipo F140B que estrenaba el Ferrari Enzo. Tras este, encontramos numerosas evoluciones bajo el capó de diversos modelos de la marca, desde el 599 GTB hasta el Ferrari FXX K, e incluso en los Maserati Birdcage concept y MC12, tanto en su versión de calle como de competición.

La última evolución del V12 a 65 grados atmosférico de la marca.

En total, han sido más de 15 modelos que han empleado una evolución del V12 Tipo F140B, incluido el LaFerrari, pero nunca con una cilindrada tan alta como la variante que monta el 812, de 6.5 litros en lugar de los 6.3 habituales.

Este es por tanto el motor de más cilindrada que ha montado un Ferrari de producción de la historia. Siempre teniendo en cuenta que no es el mayor motor que ha fabricado Ferrari, ya que ese honor le corresponde al Ferrari 712 Can Am de competición, un deportivo que contaba con un V12 atmosférico de 6.860 centímetros cúbicos, de ahí su nombre, 7 litros y doce cilindros.

2. Último V12 atmosférico

Este motor probablemente sea el canto del cisne de los tradicionales V12 atmosféricos de la firma, sin ayudas de ningún tipo. Ya hay 3 modelos sobrealimentados en el catálogo de la marca y el LaFerrari contaba con un sistema híbrido, por lo que complementaba los 800 caballos de su propulsor - la misma potencia del 812 - con un motor eléctrico de 163 CV.

Sus 800 caballos lo equipara con auténticas bestias como el el FXX.

Lamentablemente, por motivos de peso y emisiones, el sucesor del 812 Superfast más que probablemente disponga de alguna de estas soluciones, por lo que podemos considerar al 812 como el último Ferrari fabricado con la receta original, estrenada con el primer V12 “Colombo” que empleaba el 125 S de 1947, hace precisamente ahora 70 años.

3. Nuevo estilo Ferrari

De perseverar la tendencia de la marca italiana de no contar con el histórico servicio de Pininfarina, y dejar la tarea de diseño al Centro Stile de la propia firma de Maranello, nos encontraremos con que los libros de historia contemplarán esta época como el fin de la tradicional relación entre ambas compañías, sellada hace décadas por Battista “Pinin” Farina y el propio Commendatore.

El estilo propio de los modelos firmados por el Centro Stile es evidente, líneas muy marcadas en contraposición con la habitual fluidez de los trazos del carrocero turinés, y muchos detalles de estilo a lo largo de la carrocería, en lugar de la pureza de líneas que caracterizan a todas las obras de Pininfarina.

La mano del Centro Stile se nota en la silueta del 812 Superfast.

A este respecto, muchos puristas se llevarán las manos a la cabeza, pero en la “nueva Ferrari” son los números del departamento de ventas los que mandan, y la verdadera competición no estará en los circuitos sino en los mercados internacionales. De ahí que asistiremos al nacimiento de modelos como el 812 Superfast, muy agresivos y espectaculares, que no marcarán tendencia como sus antecesores y que probablemente no envejezcan tan bien como estos.

4. La electrónica toma el mando

El 812 Superfast es la última evolución de los avanzados sistemas de control dinámico de la marca. Este será el primer Ferrari que estrenará el sistema EPS o Electric Power Steering, que actuará en coordinación con versión 5.0 del sistema de antideslizamiento SSC de la marca y el PCV, siglas de Virtual Short Wheelbase, que ya se muestra en su segunda evolución.

Todos estos sistemas son el verdadero cerebro que está tras el volante del 812, controlando mediante sensores el comportamiento en todo momento del vehículo, para tratar de exprimir hasta la última gota del rendimiento del modelo.

Salpicadero del modelo.

En función del modo de conducción escogido y del propio uso que pretenda darle el usuario, estos sistemas no solo permitirán maximizar las prestaciones del modelo sobre el asfalto, sino hacerlo también más confortable y sencillo de usar.

5. Denominación mítica

Por último, la denominación empleada por el modelo es otro guiño de la marca a su extenso legado. Superfast es un apelativo que Ferrari nunca ha empleado de manera arbitral, este perteneció al modelo más alto de gama y radical de la Serie America, modelos destinados sobre todo al mercado norteamericano.

En el caso 500 Superfast, hablamos de un modelo de 1964 que disponía de un V12 de 5.0 litros alimentado por carburadores Weber que ya contaba en 1964 con 405 CV (400 hp). Esa cifra de potencia no fue igualada por un Ferrari de calle hasta 20 años después, con la presentación del Ferrari 288 GTO de 1984, y por un Ferrari atmosférico hasta 1991, con la llegada de la segunda iteración del Testarossa, el 512 TR de 434 CV (428 hp).

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