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Los 10 malos hábitos más comunes al volante

A la hora de conducir, la costumbre y la confianza hacen que aparezcan los malos hábitos al volante. Aquí te dejamos una lista de los 10 más peligrosos. Los malos hábitos al volante pueden ser causa de muchas situaciones peligrosas que pueden acabar de muy mala manera. Aquí una lista de los 10 más comunes.

11 min. lectura

Publicado: 22/07/2014 09:00

Todos en algún momento hemos sido víctimas de nuestro propio exceso de confianza. Los malos hábitos al volante llegan con la relajación y las rutinas. Sin embargo estas acciones pueden causar accidentes, que en muchos casos pueden acabar de mala manera, tanto para nosotros como para el resto de los conductores.

Con la llegada de las vacaciones estivales el número de desplazamientos por carretera se duplican. Debemos olvidar nuestras costumbres y malos hábitos al volante, para así poder disfrutar de unas merecidas vacaciones. Aquí te dejamos una lista de los 10 malos hábitos más comunes al volante.

1 - No prestar atención a las señales en los recorridos habituales

La rutina es la madre de toda mala costumbre, el hecho de repetir siempre la misma ruta, por ejemplo para ir y volver del trabajo, se convierte, aunque pueda parecer lo contrario, en un peligro, ya que dejamos de prestar atención a las señales o posibles variaciones de la carretera.

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La frase, "esta carretera me la conozco de memoria", puede ser un peligro latente, ya que la confianza que nos aporta conocer el camino también puede jugar en nuestra contra. El problema se incrementa cuando se circula por vías secundarias, ya que es en este tipo de carretera donde se producen la mayoría de siniestros.

2 - Manipular la radio, el GPS, o el móvil mientras conducimos

El simple hecho de cambiar de emisora de radio puede convertirse en una acción peligrosa. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado o cualquier otro elemento del coche. Durante unos segundos preciosos, perdemos de vista la carretera, en ese lapso de tiempo pueden ser innumerables los peligros que pueden presentarse.

Actualmente, la Ley de Tráfico prohíbe fumar, manipular el GPS o usar el móvil cuando vamos conduciendo. Numerosos estudios han demostrado que estas acciones suponen una alta causa de siniestralidad en nuestro país. Sin embargo cada día podemos ver que gran número de conductores siguen haciéndolo.

3 - Conducir en "modo Rally"

La competición nunca debe traspasar la línea de la realidad. A todos nos gustan los Rallyes y su espectacular forma de conducir, pero hay que tener muy presente que se hace bajo estrictas medidas de seguridad y sin tráfico.

Ya sea en las ciudades, o en carreteras abiertas, conducir a lo loco pone en peligro, no solo nuestras vidas, sino la de los demás. Recortar las curvas, acelerar a tope ante un semáforo en ámbar o pegar volantazos y frenazos, pueden llevar a una pérdida del control del coche y su posterior salida de la vía.

Además, conducir de forma brusca y pegando acelerones afecta gravemente al bolsillo, ya que este estilo de conducción perjudica seriamente el consumo de nuestros coches, por no decir que un vehículo de serie no está pensando para tomar las curvas "rascando cunetas".

4 - No mantener la distancia de seguridad

Aunque este mal hábito es de conocimiento general, es algo que vemos cada día, en cada carretera y en cualquier situación. La distancia de seguridad ha de ser siempre la correcta, es difícil calcularla en metros, pero siempre nos queda la regla de los cuatro segundos. Toma un punto de referencia, cuando pase el coche al que precedes cuenta cuatro segundos, si cruzas ese punto antes de llegar a cuatro, mantienes una distancia demasiado corta.

Ese simple cálculo, además de una correcta responsabilidad vial, pueden ahorrarnos muchos disgustos, sustos y frenazos. Los golpes posteriores pueden causar mucho daño, además en caso de producirse una colisión de esta manera hay que recordar que el que da por detrás siempre paga.

5 - Malas posturas al volante

Sin duda alguna, uno de los malos hábitos más corrientes al volante. La postura siempre debe ser la correcta, las manos, los pies, la espalda, e incluso el culo, deben ir siempre correctamente colocados. Es de lo más normal ver a gente conduciendo con una sola mano en el volante, mientras que la otra está en la palanca de cambios. Las dos manos siempre deben ir al volante, salvo en cambios de marcha, en posición de las tres menos diez.

La correcta postura al volante nos puede ahorrar muchos sustos, ya que es la mejor manera de sentir el vehículo y predecir el comportamiento del mismo. La espalda y el culo deben estar bien apoyados y encajados en el asiento, nada de conducir tumbado o excesivamente adelantado, porque en caso de accidente se sufren más daños físicos.

Además conducir con el pie sobre el embrague o con la mano sobre la palanca de cambios pueden producir un desgaste prematuro de algunos elementos mecánicos cuya reparación o sustitución no son nada económica.

6 - No indicar las maniobras

Especialmente molesto y perturbador es el hecho de no indicar las acciones que vamos a acometer al volante. El uso de los intermitentes no es un capricho, ya que muchos conductores no predecimos el futuro, por lo que no sabemos en qué piensa el resto.

El simple hecho de indicar el giro, el cambio de carril o la parada, puede ahorrarnos un disgusto en forma de pequeña colisión o accidente más grave. Es un gesto que no cuesta nada hacerlo, y que ayuda mucho al resto del tráfico, por favor, no olvides que están ahí.

7 - No estar atento de la mecánica

El hecho de que el coche arranque y nos lleve del punto A al punto B no es síntoma de que todo vaya perfecto. Siempre debemos realizar revisiones periódicas de diferentes elementos del coche, niveles, frenos y neumáticos son los principales puntos de interés.

Lamentablemente un alto porcentaje de conductores desatiende estos elementos, y principalmente los neumáticos, el único punto de contacto que tenemos con el suelo. Una presión correcta, y un dibujo en buen estado nos pueden dar la confianza necesaria en caso de frenada de emergencia y así evitarnos un accidente. El dibujo siempre debe tener más de 1,6 milímetros.


8 - No prestar atención a los espejos retrovisores

Al igual que ocurre con los intermitentes, los retrovisores están ahí por algo. Son un elemento obligatorio del coche, pero cada vez están más olvidados por parte de los conductores. A la hora de girar o cambiar de carril, además de indicarlo correctamente, es necesario mirar por el espejo correspondiente para evitar algún accidente.

Sin embargo no hay que olvidarse que al igual que es un elemento indispensable, los espejos también nos pueden engañar, ya que los objetos están más cerca de lo que realmente aparecen y porque en muchos casos tienen ángulos muertos. Esto último cada día está mejor solucionado, gracias al desarrollo de los avisadores que detectan algún coche en ese punto del espejo.

9 - Descuidar dónde se dejan los bultos

Como ya hemos dicho, los desplazamiento por vacaciones ya están aquí, lo más normal es que viajemos con el coche cargado a tope, por lo que una correcta colocación del equipaje puede ser vital a la hora de conducir. El desplazamiento de la masa puede provocar la pérdida del control del coche y su consiguiente accidente.

Lo mismo ocurre con los pequeños objetos que podemos llevar en el habitáculo, como un bolso, los abrigos o una botella de agua. No hay que olvidar que estos elementos viajan a la misma velocidad que nosotros, y aunque puedan parecer inofensivos o de poco peso, en caso de frenazo brusco o un giro repentino, salen disparados con su consiguiente energía cinética, por lo que pueden llegar a causar graves lesiones.

10 - Velocidad excesiva

Por último, el mal hábito más común tras el volante, el exceso de velocidad. No vamos a contaros los riesgos y peligros de exceder los límites de velocidad, pero si al hecho de llevar una velocidad superior a la permitida, le sumamos todos los puntos anteriores, la situación posiblemente se torne insostenible.

Fuente: HTMBoxes

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