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¿Qué esconde este Mercedes Clase C? No, no es el esperado «facelift»

Nuestros fotógrafos han cazado en plena sesión de pruebas a una misteriosa unidad de Mercedes Clase C con carrocería berlina. A simple vista vemos un paragolpes camuflado que puede hacernos pensar que se trata del esperado «facelift», sin embargo, no es así. Te lo descubrimos a lo largo de este artículo.

¿Qué esconde este Mercedes Clase C? No, no es el esperado «facelift»

5 min. lectura

Publicado: 03/11/2016 19:30

¿Qué esconde este misterioso Mercedes Clase C? Te lo descubrimos en este artículo.

Hace apenas unas horas nuestros fotógrafos han conseguido capturar con sus objetivos a este misterioso Mercedes Clase C. A simple vista, y en consonancia con las fotos espía que publicamos en el mes de abril, podría parecer que estamos ante el esperado «facelift» (lavado de cara) del Clase C. Sin embargo, no es así, en las entrañas de esta unidad de pruebas se esconden cosas más importantes que un simple juego de paragolpes nuevos.

Y es que, como bien podemos ver en estas fotografías, este Mercedes Clase C presenta un paragolpes camuflado. Algo que en un principio concuerda con el esperado Mercedes Clase C 2018, el lavado de cara de mitad de ciclo que lanzará Mercedes-Benz para revitalizar su berlina y contrarrestar el empuje que está teniendo de sus principales rivales. Pero no, lo que vemos en estas fotos espía es un Mercedes Clase C realizando una prueba mecánica.

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¿Qué tipo de prueba mecánica? En la imagen inferior tienes la clave de estas fotos espía. A través de la llanta podemos atisbar algo extraño. ¿Una cubierta que esconde el freno? ¿Quizás un freno de mayor rendimiento para domar un Clase C más potente? En concreto, se trata de un sistema de KERS con un buje que integra un pequeño motor eléctrico. Así es, Mercedes está probando un Clase C equipado con un sistema de recuperación de energía cinética.

A través de la llanta vemos un sistema de KERS con un buje que integra un motor eléctrico.

Es la clave de este Mercedes Clase C que hemos cazado. Si analizamos el resto de zonas del exterior, incluida la zaga, no encontraremos nada raro. Sin embargo, y en caso de poder echar un vistazo furtivo bajo su capó nos encontraremos con la sorpresa de estar ante una mecánica que podemos definir como electrificada. Como bien veremos más adelante, esta tecnología de recuperación de energía juega un papel protagonista en vehículos híbridos o eléctricos.

La gama híbrida del Mercedes Clase C

En la actualidad, el Clase C de Mercedes-Benz está disponible junto a dos versiones híbridas. Por una parte tenemos el Clase C 300h que cuenta con un sistema compuesto por un motor diésel apoyado por un pequeño bloque eléctrico y que nos permite desconectar el motor de combustión cuando circulamos a velocidades inferiores 160 km/h. En su conjunto, el sistema híbrido arroja una potencia de 231 CV.

La otra opción es un híbrido enchufable comercializado bajo la etiqueta Clase C 350e. Equipado con un sistema de frenos regenerativos, es posible recargar la batería del sistema en circulación. Ofrece una autonomía de 31 kilómetros en modo 100% eléctrico. Además, su batería también puede ser recargada conectando el Clase C 350e a cualquier punto de recarga.

Mercedes-Benz está trabajando en el «facelift» del Clase C, pero esto se trata una prueba mecánica.

¿Dónde encaja esta prueba de KERS? Está claro que en un futuro, cuando llegue al mercado el nuevo Mercedes Clase C 2018, la marca de la estrella aprovechará para introducir cambios a nivel mecánico. Es por ello que el hacer pruebas de este tipo es crucial para mejorar la tecnología actual. Además de que este tipo de sistemas son esenciales para aumentar el rendimiento de sistemas híbridos o en vehículos eléctricos puros como hemos visto a lo largo de este artículo.

Fotos: Fotos: S. Baldauf/SB-Medien

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