Los dueños del primer Porsche 911 híbrido no están nada contentos, más de 200.000 € y un problema que nadie esperaba

Porsche es una de las marcas más deseadas en el terreno de los coches Premium. El fabricante ha demostrado que el diseño y las prestaciones son valores a los que no puede renunciar de ninguna forma y, aunque se haya desinflado, también ha demostrado que puede hacer coches eléctricos terribles como el Taycan. Sin embargo, no todo es perfecto en la marca alemana, que tiene sus «problemillas».

Como no podía ser de otra forma, han terminado saliendo a la luz, algo que a Porsche no le habría gustado, porque pone en evidencia la calidad de la avanzada tecnología híbrida que estrenó a bordo del nuevo 911 GTS. Un sistema que llegaba a un icono entre los deportivos, que se ha resistido a la electrificación pero a la que no ha tenido más remedio que ceder. En la teoría, un 10 para el fabricante y un desastre para los clientes que han pagado más de 100.000 euros por una tecnología con importantes limitaciones.

El híbrido del Porsche 911 no es perfecto, y no por rendimiento

Y es que, aunque no lo creas, en algunos países los propietarios del primer 911 híbrido de la historia sí se leen los manuales del propietario, y lo que han encontrado sobre el uso del coche y las advertencias sobre su sistema de propulsión no pueden dejar indiferente a nadie que se ha gastado una fortuna.

Partamos de la base de conocer más profundamente la sofisticada tecnología «T-Hybrid» del 911 GTS, un sistema formado por un motor bóxer de seis cilindros y 3,6 litros, que rinde una potencia máxima de 485 CV, y un cambio automático PDK de ocho velocidades. Es esta la que contiene un motor eléctrico de 56 CV -puede llegar hasta 65 CV- que se alimenta de la energía generada por un turbo eléctrico, por lo que se aprovecha más que nunca de los gases de escape.

Los cuidados de la batería del 911 híbrido pesan demasiado en los dueños

Esta configuración no es el problema, pero sí la batería de iones de litio que dispone de una capacidad de 1,9 kWh. Las advertencias sobre ella son tales que casi invitan a no sacar el 911 híbrido de una cueva. Quizá uno de los pocos sitios donde se garantice que la temperatura de la batería se mantendrá por encima de -20 °C y no superará los 30 °C. Lo ideal es, según el manual del usuario, asegurarse de que «el vehículo se encuentra a una temperatura ambiente entre 0°C y 20°C».

El manual del usuario recomienda evitar el estacionamiento prolongado bajo la luz solar directa, como tampoco no dejar que la pequeña batería de alto voltaje baje del 30 %. Y si lo hace, acudir a un servicio oficial para realizar una recarga. Incluso, suponiendo que alguien no pueda utilizar este 911 híbrido durante un largo tiempo -dos meses- se recomienda realizar una precarga de la batería conduciendo en el modo «Sport Plus» a máximas revoluciones.

Como verás, el sistema híbrido de cuatro cilindros de Mercedes y AMG no es el único «especial». En todas las marcas «cuecen habas», como se suele decir, y Porsche no es una excepción...