Parecía una quimera, pero Repsol ya ofrece gasolina renovable en España (y también en el Dakar)
Repsol ha logrado producir por primera vez gasolina 100 % renovable a escala industrial. Este hito, con sello español, demuestra que la descarbonización no depende únicamente de los enchufes: los combustibles sintéticos también pueden reducir drásticamente las emisiones sin cambiar de coche.

Durante años, los combustibles renovables parecían más una promesa que una realidad. Pero Repsol ha decidido pasar del discurso a la práctica y, tras lanzar el Diésel Nexa, ya produce gasolina 100 % renovable a escala industrial en su complejo de Tarragona.
La compañía española se convierte así en pionera mundial en este campo, con una tecnología que permite usar carburantes neutros en carbono en cualquier coche de gasolina, sin tocar ni el motor ni el surtidor.
Repsol no ha limitado sus ensayos a la carretera. El laboratorio más exigente del mundo del motor —la competición— también ha servido como banco de pruebas
Gasolina Nexa 95 renovable
El nuevo combustible, bautizado como Gasolina Nexa 95 origen 100 % renovable, ya se vende en estaciones de Madrid y Cataluña y estará disponible en 30 puntos de servicio antes de que acabe el año.
La clave de este avance está en el proceso de refino avanzado desarrollado por los científicos del Repsol Technology Lab junto con Honeywell. Gracias a él, se obtiene una gasolina con la misma calidad y prestaciones que la convencional, pero fabricada a partir de materias primas de origen renovable, como residuos orgánicos o aceites usados.
Su ventaja principal no es menor: reduce más de un 70 % las emisiones netas de dióxido de carbono (CO₂) respecto a la gasolina tradicional. Y lo hace aprovechando la red de repostaje existente, algo que puede acelerar su adopción sin necesidad de grandes inversiones.
Más allá del beneficio ambiental, este avance plantea una pregunta incómoda: ¿tiene sentido prohibir los motores de combustión en 2035 si existen alternativas sostenibles y compatibles con el parque actual?
Los combustibles 100 % renovables podrían dar una segunda vida a los más de 30 millones de vehículos con motor térmico que circulan por España y que, según la normativa actual, están condenados a un futuro incierto.
Repsol defiende un enfoque multienergético para la movilidad: combinar electricidad, hidrógeno, AutoGas y combustibles renovables para reducir emisiones de la forma más rápida y rentable posible. Y es que no todos los conductores pueden permitirse un coche nuevo o un punto de carga, pero sí pueden llenar el depósito con una gasolina que contamina mucho menos.
El avance de Tarragona se suma a la planta de Cartagena, que ya fabrica diésel y combustible sostenible para aviación (SAF) a partir de residuos como el aceite de cocina usado. Y no será la última: en 2026 entrará en funcionamiento una segunda instalación en Puertollano, con capacidad para producir 200.000 toneladas anuales.
Repsol Nexa renovable, también en la competición
La compañía no ha limitado sus ensayos a la carretera. El laboratorio más exigente del mundo del motor —la competición— también ha servido como banco de pruebas. Desde 2021, Repsol utiliza combustibles renovables en el Rally Dakar, y en 2025 ha dado un paso más junto a Toyota Gazoo Racing, que compite con un carburante elaborado en un 70 % con materiales renovables. El objetivo: alcanzar el 100 % en los próximos años.

Que una tecnología sobreviva al calor del desierto y a las exigencias del Rally Dakar es la mejor carta de presentación posible. Si funciona allí, funcionará en cualquier coche de calle. Y ese es, en el fondo, el mensaje: la transición energética no tiene por qué ser sinónimo de sustitución, sino de evolución.
La gasolina renovable de Repsol no se conforma con abrir un nuevo capítulo para la industria, sino que reabre un debate que parecía cerrado: el del futuro del motor de combustión. Porque quizá el problema no sea el motor, sino el combustible.