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Tanques disfrazados de cochesVehículos blindados

Es la seguridad del automóvil entendida de otra manera. Ojalá no fueran necesarios, pero para algunas personas el uso cotidianos de vehículos blindados es fundamental. En nuestro país han salvado a políticos de atentados terroristas, aunque también los usan empresarios, directivos y personas que por cualquier motivo puedan ver amenazada su seguridad.

Vehículos blindados

4 min. lectura

Publicado: 27/12/2012 11:00

Resisten a los asaltos con armamento militar, soportan disparos de gran calibre y granadas de mano, además, no pueden pinchar; estos coches son casi como tanques, pero de auténtico lujo. Es por ello que las ventas se multiplicaron por diez tras los atentados del 11-M. En nuestro país son muchos los que existen, y al contrario de lo que muchos piensan, no sólo los llevan políticos.

La historia de los coches blindados se remonta a 1928, cuando la firma alemana Mercedes creó el primer vehículo de estas características. Desde entonces han ido evolucionando y su principal objetivo es pasar inadvertidos.

Las diferentes marcas que realizan este tipo de automóviles no dan muchos datos de cómo se elaboran, para no dar pistas a aquellas personas que intentan hacerlos vulnerables. Hacer un coche blindado lleva, como mínimo, tres meses de preparación y los materiales que llevan, se emplean también en las puntas de misiles o cohetes.

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Estos vehículos son entre 250 y 700 kilos más pesados que sus equivalentes "normales" de los que derivan. Esto provoca lo que se tengan que reforzar los frenos, la amortiguación, las suspensiones y la potencia del motor. Esta es la principal razón por la que los fabricantes aconsejan su construcción completa en la fábrica, en lugar de blindar un coche "normal". El precio de estos vehículos depende del nivel de protección, cuanto más alto sea, más se encarece el coche.

Los profesionales que se dedican a realizar este tipo de vehículos, los desmontan por completo, quedándose con el chasis desnudo, es aquí cuando se forra la carrocería con planchas de acero, se cubre el techo con kevlar (fibra sintética muy ligera, pero resistente) y se adaptan los marcos de las ventanas.

La tapicería está fabricada con un material ignífugo, en caso de que haya un incendio en el interior, el vehículo inyecta oxígeno además de contar con extintores bajo los asientos que se activan en caso de detectar humo.

Las ventanillas llegan a tener hasta 4 centímetros de grosor y están formadas por tres capas. Las dos exteriores más gruesas y la interior está realizada en un material que impide que se astille. Por su parte, las ruedas no tienen aire, sino una goma resistente que hace que sean antipinchazos y antibalazos.

Los pestillos son una viga de acero anclados a la carrocería y se cierran automáticamente al entran los pasajeros. En caso de que los ocupantes tengan que escapar del vehículo, el marco del parabrisas lleva un pequeño detonante que hace que el vidrio salga hacia fuera.

El techo, el maletero, los bajos, la batería el motor y el espacio entre el propulsor y el interior están incomunicados por unas planchas de acero de 3 a 7 milímetros de grosor. Por su puesto, el depósito de gasolina también está blindado.

Entre este tipo de automóviles cabe destacar el Audi A8 Security que puede costar entre 180.303 a 420.708 euros (varía según el nivel de seguridad), al que hay que añadir el desembolso extra de pagar a un chófer.

En 2008, Mercedes-Benz puso a la venta su limusina S 600 Pullman Guard capaz de aguantar asaltos con armamento militar: los ingenieros que la diseñaron aseguran que soporta disparos del calibre 357 Magnum e incluso granadas de mano.

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