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Siempre a la altura.
El Código de la Circulación incluye múltiples parámetros que, una vez que hemos aprobado los exámenes de conducción, hemos demostrado estar capacitados para seguir. Así, cuando circulamos por cualquier tipo de vía, estamos obligados a seguir dicho código en todo momento para garantizar una circulación fluida y segura que minimice los riesgos de accidentes o situaciones imprevistas.
Algunos de los elementos clave a la hora de estacionar nuestro vehículo en el arcén de una carretera secundaria, autovía o autopista -algo que sólo puede hacerse si se ha producido una avería o situación que nos impida continuar la marcha- son los que avisan de nuestra presencia con la suficiente antelación como para que el resto de conductores adecúen su velocidad y atención a las circunstancias de la vía:
Antes de salir del coche y proceder a la colocación de los triángulos de emergencia, hay que estacionar el vehículo en una zona lo más segura y visible posible, buscando preferentemente una zona situada fuera de la calzada o la porción del arcén más ancha para generar mayor distancia de seguridad con los vehículos que siguen circulando por la vía.
Especialmente si es de noche, hay que encender las luces de emergencia o «warnings» para asegurarnos de que somos visibles y el vehículo se distingue bien del resto del paisaje a distancia. A continuación, hay que ponerse el chaleco reflectante, un elemento obligatorio y que debe encontrarse en el habitáculo del coche, no en el maletero, para así poder llevarlo puesto antes de salir al exterior. De ese modo, nos aseguramos de ser vistos en todo momento.
Finalmente, hay que salir del coche y colocar los triángulos de señalización de emergencia de manera que seamos lo más visibles posible para el resto de conductores. La forma de hacerlo variará en función de las circunstancias y características de la vía.
Para colocar correctamente nuestro vehículo, lo primero que debemos tener en cuenta es en qué tipo de vía nos encontramos, pues el tráfico puede llegar a nuestro punto de detención desde un sólo sentido o desde dos.
Cómo colocar el triángulo en autovía o autopista
Si nos hemos visto obligados a estacionar en el arcén de una autovía o autopista, sólo necesitaremos colocar un triángulo de emergencia detrás de nuestro vehículo. El modo correcto de hacerlo es caminar por el exterior de la calzada 50 metros hacia atrás (a modo de aproximación, podemos dar 50 pasos un poco más amplios de lo normal).
Llegados a ese punto, hay que colocar el triángulo a 50 metros de distancia del vehículo de manera perpendicular al eje longitudinal de la vía, formando un ángulo de 90 grados con las líneas de la carretera para asegurarnos de que el reflejo de las luces y la visión del triángulo por parte de los conductores es total.
Cómo colocar el triángulo en carretera secundaria
Si por el contrario nos hemos detenido en una vía secundaria en la que nos llegan vehículos por ambos sentidos, debemos señalizar tanto por delante como por detrás. Para ello, hay que colocar un triángulo de emergencia 50 metros por detrás del vehículo, pero también 50 metros por delante.
Al igual que en el caso de las autovías o autopistas, debemos asegurarnos de colocar dichos triángulos perpendiculares a las líneas de la carretera y es conveniente comenzar con el que situaremos detrás nuestro, pues serán los vehículos que circulen en nuestro sentido quienes pasen más cerca y, por tanto, quienes deben vernos antes para adaptar su velocidad a la situación.
A la hora de señalizar nuestro vehículo detenido mediante los triángulos de emergencia, hay errores concretos que no podemos cometer o nos pondremos en peligro:
Un conductor con facultades convencionales tarda aproximadamente un segundo en reaccionar ante un imprevisto en la carretera. A 90 km/h, ese tiempo implica recorrer 25 metros antes de pisar el pedal del freno, por lo que la distancia mínima de 50 metros permite reaccionar disminuyendo la velocidad o modificando la trayectoria.
Si el triángulo está demasiado cerca, no dará tiempo a reaccionar y podemos atropellar al conductor detenido que esté reparando una avería, cambiando una rueda o realizando cualquier otra operación.
También puede obligar a frenar bruscamente, perdiendo el control o desplazando el vehículo a otro carril, propiciando una nueva situación de peligro o accidente con otros vehículos. Especialmente si llueve, cualquier movimiento brusco a consecuencia del susto puede ser fatal.
El Código de la Circulación exige que llevemos dos triángulos en el vehículo y estos deben estar homologados e incluir una contraseña. Las características que debe cumplir todo triángulo de señalización de emergencia son las siguientes:
Como hemos comentado, cada triángulo debe incluir una contraseña de homologación, que se distribuye del siguiente modo:
E9 27R 03 216, donde:
Es importante prestar atención a esta contraseña de homologación, pues puede ocurrir que adquiramos un triángulo falsificado que no tenga las medidas exigidas ni refleje adecuadamente durante la noche.
El Reglamento General de la Circulación nos obliga a llevar dos triángulos homologados en el maletero del coche, por lo que si no es así podemos enfrentarnos a una sanción de 200 euros que queda en 100 si nos acogemos al pronto pago. Esta sanción no incluye pérdida de puntos y el responsable de la multa será el titular del vehículo, no el conductor.
Teniendo en cuenta que un juego de triángulos nos puede costar menos de 10 euros, es evidente que no merece la pena correr el riesgo de sufrir un accidente o hacer frente a una multa.
Fotos: Pxhere | Pixabay
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