Motor.es

Turquía no va bien, lo cual es un problema para el automóvil en Europa

El paraíso de la fabricación a bajo coste a las puertas de Europa vive una época de vacas muy flacas. La divisa turca está muy depreciada, el mercado interno muy mal de lo suyo, y los fabricantes intentan hacer cuentas.

6 min. lectura

Publicado: 31/12/2018 22:00

Durante los últimos años del Siglo XX Turquía tuvo un comportamiento muy irregular como mercado porque su economía daba muchos altibajos, así como su propio mercado, y se exportaba apenas el 10% de su producción. En la actualidad, los turcos fabrican el 80% de los coches para el exterior.

Gracias a los acuerdos comerciales y aduaneros con la Unión Europea, el país turco se había convertido en un lugar muy atractivo para fabricar turismos y furgonetas. Se encuentran muy asentados en el país Fiat, Ford, Hyundai, Renault y Toyota, que han confiado la producción de algunos modelos clave como el Tipo, el Clio o el C-HR.

El mercado turco ha caído en lo que va de año un 33,6% y su producción cae un 7,5%, pero las exportaciones se mantienen

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Incluso el mercado interno se había convertido en muy prometedor, porque la población es muy elevada -unos 80 millones- y se habían alcanzado volúmenes parecidos al de España. Con el tiempo, si más turcos tenían acceso a un coche, había un interesante potencial de crecimiento en la región.

El coche de energías alternativas más exitoso en España, Toyota C-HR, se hace en Turquía

Pero la realidad es que Turquía está pasando muy mal momento. El país vive una importante crisis económica, con la divisa turca -la lira- depreciada un 40% respecto al dólar estadounidense, y con unos intereses especialmente altos que dificultan mucho la financiación.

La macroeconomía básica nos dice que cuando una moneda es débil y los intereses son altos el consumo se resiente y los precios aumentan. El mercado turco está casi a la mitad del rendimiento de los mejores años, y 2016 no queda tan lejos. La estimación para 2019 es que caiga hasta una horquilla de 450.000 a 550.000 unidades.

Turquía también padece una crisis económica, con un gobernante -Recep Tayyip Erdoğan- que parece pasarse por el arco del triúnfo muchas convenciones en materia de derechos humanos, lo cual aleja al país de una hipotética unión con el bloque comunitario. Países como Alemania rechazan esta posibilidad, dado el peso que tendría su población en el Europarlamento, entre otras cosas.

De acuerdo a los datos de JATO, de enero a noviembre -los datos de diciembre no están disponibles aún- Ford ha caído un 39% hasta 57.692 unidades, sumando turismos y furgonetas. Fiat se ha desplomado un 42% hasta las 60.450. Renault y Dacia lo llevan mejor, un 39% de caída y 100.993 unidades, mientras que Toyota solo ha caído un 19%, pero tiene menor trozo del pastel, 30.479 unidades.

No resulta muy ventajoso para los fabricantes que la lira esté por los suelos. Es bueno para exportar, ya que el producto final es más barato y se vende caro, pero es una desventaja a la hora de importar componentes. Por ejemplo, Toyota necesita importar todo lo relacionado con el sistema híbrido de su superventas C-HR, ya que eso no se produce localmente.

Por otra parte, la caída del mercado local y el aumento inevitable de precios hace que los fabricantes asuman menores ganancias, entre lo que se deja de vender y la parte que amortiguan del incremento de precio. Los altos precios son la principal razón del desplome del mercado turco.

Al menos el país sigue teniendo la ventaja de un coste energético bajo y una mano de obra que cobra menos que la europea, con suficiente experiencia como para hacer coches de segmento medio sin problemas. Parte de su industria está especializada en los sedanes, que tan mal van en Europa y que en Turquía siguen siendo la mitad del mercado.

A pesar de la que está cayendo, Hyundai sigue apostando fuerte por su fábrica turca en İzmit, buscando alcanzar la capacidad máxima de la planta con un sedán basado en el i20, el nuevo i10 (finales de 2019), i20 (2020) y un SUV (2021). Dicha planta tiene capacidad para 200.000 unidades al año. Para Hyundai, el mercado interno turco no es tan importante (22.295 unidades hasta noviembre).

De todas formas, los fabricantes tienen más miedo al "Brexit" que a la crisis turca. Todavía no se sabe qué va a pasar, y se están preparando para una salir abrupta de los británicos. Turquía tiene un problema coyuntural, del que acabará saliendo, y las cosas volverán a su sitio. La pregunta del millón es cómo, ¿tal vez con Erdogan fuera?

Compártela en:

Pixel