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Las ventas en China para 2015 pueden dejar de crecer, lo no visto en años

El gigante chino es el mayor demandante de coches del planeta, y es un mercado que lleva creciendo años sin descanso, pero ¿hasta cuándo? Es la pregunta que más se hacen importantes firmas de consultoría y sus clientes: los fabricantes

6 min. lectura

Publicado: 06/09/2015 13:00

En 2014 se vendieron en el mercado chino 19,7 millones de coches, y 2015 era el año en el que se iban a conseguir los 20 millones o más. En 2006 se superaron los 5 millones, es un mercado que ha crecido a un ritmo imparable y que ha producido unas expectativas tremendas. Y ese es su principal problema.

Si nos acordamos de la fábula de la gallina de los huevos de oro, tenemos la moraleja de que la ambición no puede ser desmesurada. Se han hecho planes e inversiones pensando en que el mercado chino iba a crecer a un ritmo apabullante sin topes, y ahora están llegando las alarmas.

Basta con mirar el mercado de valores de Shangái, que está a punto de perder los 3.000 puntos, o en otras palabras, todos los progresos desde febrero. Alcanzó su cénit el 12 de junio con 5.166,35 en el cierre de la sesión. Este enorme pinchazo bursátil está siendo un gran freno para la "imparable" economía china y a buen seguro afectará a las ventas.

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La producción de coches en China está empezando a caer respecto a 2014, especialmente en julio

La patronal china auguraba un aumento del 8% de las matriculaciones este año, cifra que luego se ha rebajado al 3%. La patronal de fabricantes alemana -VDA- cree que subirán un 4%. Pero hay previsiones más pesimistas, como la de Morningstar, que habla de crecimiento nulo o incluso negativo, -3%, para 2015 y 2016.

Dado que en China el 90% de las compras no se financian, la clientela depende mucho de sus ahorros. Aquellos que confiaron su dinero en la bolsa han sufrido una importante pérdida de patrimonio si no han sabido salirse a tiempo. Pedir dinero a un banco es posible, pero China está experimentando los síntomas previos al pinchazo de una burbuja financiera que será un tsunami a nivel internacional.

Durante la primera mitad del año, las ventas han crecido sólidamente, pero en julio cayeron un 7% y los datos de agosto aún no están disponibles. Si a eso le sumamos el descenso de la actividad manufacturera, que ha tenido un mal dato, empezamos a pensar que las ventas van a sufrir un importante parón. Hay analistas que incluso insinúan que las cifras de crecimiento oficiales están infladas o manipuladas, y que es aún peor de lo que se cree.

En un artículo anterior os contábamos que el frenazo en las ventas tiene otra consecuencia, el exceso de capacidad productiva. Si las ventas se estabilizan o crecen de forma mucho más moderada, diversos fabricantes van a tener fábricas a medio gas, o por debajo, situación que empieza a ser peligrosa a efectos de rentabilidad.

De media se está inaugurando una fábrica cada 10 meses, por lo que es un problema que va creciendo, y donde sobrevivirán los mejor adaptados. En Europa ya se conoce cómo acaba esto: las fábricas se cierran, la producción se traslada para aprovechar la capacidad de otras plantas, se despiden empleados o se hacen duros ajustes. El modelo estaba pensado para un crecimiento muy superior al que hay ahora.

En China existen más de 400 marcas, la mayor parte autóctonas, y que apenas exportan

Si sus ventas se resienten, fabricar resulta mucho más caro y su situación financiera se ve comprometida. Recordemos que una fábrica de cualquier tipo tiene unos costes variables por unidad producida pero también costes fijos que se pagan se produzca un millón de unidades o ninguna.

Los costes fijos se reparten entre cada unidad producida, cuantas menos haya, más caro resulta.

Si no queremos fijarnos en el mercado europeo, podemos ver qué ha pasado en Rusia, otro prometedor mercado emergente que ha pegado un brusco frenazo por la devaluación del rublo, las sanciones internacionales por el conflicto en Ucrania y el descenso del precio del petróleo (entre otros problemas).

China ha devaluado su moneda varias veces en pocos días, por lo que las ventas de modelos importados también se van a resentir al salir más caros. La mayoría de lo que se vende en China se fabrica localmente, su legislación ha "obligado" a la mayoría de fabricantes extranjeros a formar sociedad con los fabricantes locales. Por lo tanto, los daños se notarán principalmente en su propia industria.

De aquí a 2020 el mercado chino llegará seguro a los 20 millones de unidades, y tendrá que estabilizar su crecimiento. Por eso los fabricantes deberían hacer previsiones más conservadoras y reducir sus ambiciosos objetivos de ventas. Es más, aquellos que son más dependientes de China deben actuar antes. De media, los fabricantes europeos venden uno de cada cuatro coches en China.

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