Volkswagen rehúsa confirmar la factoría de baterías para coches eléctricos de Sagunto

El pasado 23 de febrero, La Tribuna de Automoción afirmaba que el Grupo Volkswagen había aprobado la futura ubicación de una factoría de baterías para coches eléctricos en la localidad valenciana de Sagunto.

Dicha ubicación, concretamente en el Parc Sagunt II, acogería una fábrica con 40 GWh de capacidad que también suministraría material a la fábrica de Ford situada en Almussafes, que además opta a quedarse con la adjudicación de varios modelos eléctricos de la firma estadounidense para así garantizar su supervivencia.

«La decisión depende de diferentes criterios, incluido el potencial apoyo del Gobierno»

Sin embargo, al ponerse Motor.es en contacto con el Grupo Volkswagen en España, este ha apuntado que «no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre la planta», si bien puntualiza que, «como sabéis, tenemos un interés general en establecer una cadena de valor del vehículo eléctrico en España».

El PERTE y el Gobierno son la clave

Además, el Grupo Volkswagen asegura que para que este tipo de iniciativas empresariales se lleven a cabo será vital el apoyo gubernamental a través de programas como el PERTE, recientemente aprobado y a la espera de ser puesto en marcha.

«La decisión depende de diferentes criterios técnicos, económicos y logísticos, incluido el potencial apoyo del Gobierno», aseguran fuentes oficiales. «Como primer paso, SEAT S.A. y el Grupo Volkswagen planean presentarse al PERTE una vez que el Gobierno español abra la convocatoria», reiteran.

Por tanto, no es probable que se anuncie nada oficial hasta que el PERTE quede bien definido y la inversión necesaria para acometer un proyecto de esta envergadura quede bien atada.

«Anunciaremos los correspondientes planes en su debido momento. Hasta ese momento, no haremos más comentarios», reiteran fuentes oficiales del Grupo Volkswagen.

España se encuentra en este momento en una situación delicada en relación al futuro del sector de la automoción, pues la producción y las ventas han bajado a consecuencia de la pandemia y otras dificultades como la crisis de los microchips.

Esto se une a la necesidad de sentar las bases de un entorno competitivo para el sector en nuestro país, pues debe prepararse para convencer a las marcas de que España es un lugar idóneo para embarcarse en la producción de coches eléctricos, estrategia que obliga a las marcas a invertir grandes cantidades de dinero que no se materializarán sin la colaboración activa del Estado.