Prueba Opel Astra Ultimate 1.2T 130 CV, práctico y eficaz
Hemos podido probar durante algunos días el Opel Astra junto al acabado Ultimate (el más equipado) y el bloque motor 1.2T de 130 CV. Un modelo que se presenta muy práctico para el día a día, pero también con una puesta a punto muy personal y unos consumos más que sobresalientes.
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Publicado: 15/08/2022 20:00
La sexta generación del Opel Astra ha sabido ponerse al día con una estética mucho más trabajada de lo que nos tenía acostumbrados hasta hace algunos años. La incorporación de la marca al grupo Stellantis le ha venido como anillo al dedo a la compañía alemana, tanto a nivel económico como de propia imagen de marca. Esto queda patente en un modelo compacto más eficaz, práctico y, por qué no, más deportivo que nunca.
A decir verdad, este es un modelo que en Motor.es conocemos muy bien, ya que pudimos acudir a su presentación estática (donde pudimos grabar un vídeo), también estuvimos en la presentación dinámica del modelo compacto, así como de la variante de carrocería familiar. Sin embargo, ahora hemos podido hacer una prueba de varios días; por lo que, en esta prueba, me centraré directamente en lo que gira en torno a la unidad concreta que ha pasado por nuestras manos, es decir, un Opel Astra con el acabado Ultimate y el motor 1.2T de 130 CV.
Así es el Opel Astra Ultimate
El compacto alemán cuenta en su catálogo con un total de cuatro variantes de acabados (Edition, Elegance, GS Line y Ultimate). Cada uno de ellos posee su propia personalidad y está enfocado hacia un tipo de público concreto. El que hoy tenemos entre manos (el Ultimate) está dirigido hacia un cliente que busca un coche lo más equipado tecnológicamente posible, así como con todo tipo de inserciones para personalizar.
Este es el acabado más alto de gama y cuenta con un precio de partida de 35.000 euros. En cuanto a variedades mecánicas ofrece el bloque motor de gasolina 1.2 Turbo de 130 CV con cambio automático (el nuestro) y, como alternativa, la mecánica diésel 1.5TD de 130 CV con cambio automático, la cual tiene un precio de 500 euros adicionales al de gasolina, es decir, 35.500 euros.
Opel Astra Ultimate 1.2T 130 CV
La variante Ultimate que hemos podido probar iba equipada con el color exterior que incluye de serie, un bonito tono amarillo denominado Kult Yellow y que, bajo mi punto de vista personal, creo que le sienta de fábula al Opel Astra. En cuanto a llantas, el compacto recién renovado únicamente presenta un juego que incluye de serie. Estas tienen un tamaño de 18 pulgadas y un diseño de cinco radios con inserciones en color gris.
No obstante, aunque su exterior no incluye extras más allá del color, en el habitáculo, el compacto alemán presenta dos alternativas de tapizado, uno compuesto por Alcantara y cuero sintético, y un escalón por encima se sitúa la alternativa de cuero Nappa y Alcantara por un precio adicional de 1.247 euros. Esta última era la tapicería escogida para nuestra unidad y, he de decir, que le sienta realmente bien al habitáculo y, más concretamente, a sus asientos con certificado AGR.
En cuanto a aditamentos sacados del catálogo de extras, nuestra unidad contaba únicamente con el llamado “Connected Navigation Pack Plus”, el navegador en línea que presenta la situación del tráfico, accidentes y reconocimiento de voz. Adicionalmente, el Opel Astra presenta ciertas posibilidades de personalización a través de unas carcasas de los retrovisores en varios colores (azul, negro, rojo o amarillo), al igual que con el espejo retrovisor interior, el cual tiene el mismo catálogo de tonalidades que los exteriores. Esta opción tiene un precio de 122,20 euros para los exteriores y de 53,63 euros para el interior. Adicionalmente, también se pueden incorporar unos embellecedores centrales para sus llantas, en color azul (22,03 euros), amarillo (19,69 euros) o negro (de serie).
Después de conocer qué puede montar el Opel Astra Ultimate 1.2T de 130 CV, nuestra unidad, la cual ya hemos visto que instala la práctica totalidad de elementos, tiene un precio total de 36.558,71 euros. Y es que este acabado es el que viene más completo, pues incorpora todos los elementos referentes a la seguridad activa y pasiva, los asientos AGR con calefacción, techo solar practicable, sensores de aparcamiento y cámara 360 (muy útil), levas en el volante, cargador inalámbrico para el smartphone, el Pack Dynamic (que mejora el sonido del motor y la dureza de la dirección), la iluminación exterior Intelli-Lux LED, techo en color contraste y las lunas traseras oscurecidas, entre otros elementos. Por supuesto, para la mayoría de personas, es el acabado más recomendable, aunque también es el más caro.
Si por algo presume el Opel Astra es por proponer un modelo del todo confortable para largos viajes, con un consumo de combustible muy contenido, un alto nivel de practicidad y una estética que es más que acertada, aunque aquí entra en juego el terreno de la opinión personal. De hecho, la completa combinación que instala nuestra unidad me parece la opción más acertada en todos los aspectos.
Comenzamos por ubicarnos tras los mandos del compacto alemán. La regulación de los asientos se lleva a cabo electrónicamente y, en el caso del asiento del conductor, cuenta con dos canales de memoria en las que guardar la posición ideal de cada usuario. El volante, como es de esperar, se realiza de forma física a través de la clásica palanca; por último, el Head-Up Display tiene su regulación en el joystick en el que también se personaliza la posición de los espejos. He de decir que la posición más alta del HUD sigue siendo muy baja y a personas de baja estatura o que, directamente, les guste llevar a cabo una conducción en una posición de conducción reducida, el añadido tecnológico será prácticamente invisible para el conductor, ya que te obliga a circular en una posición más elevada.
En general, los acabados con los que cuenta el Opel Astra son bastante aceptables salvo por algunas zonas concretas. Estas son “las persianillas” con las que se cubren los huecos portaobjetos de la consola central, las cuales están fabricadas en un material gomoso que no resulta muy agradable y, por último, el enorme protagonismo del poco querido negro piano. Este material se extiende por toda la mencionada consola central, así como en el propio panel donde se alojan las pantallas de info-entretenimiento y el panel de instrumentos, siendo prácticamente imposible de mantener limpio y con posibilidad de rallarse con suma facilidad.
Sin embargo, y ya que he mencionado sus huecos portaobjetos, he de decir que estos son realmente numerosos, ya que solo en la consola central ya cuenta con hasta 5 huecos, además de los clásicos de los paneles inferiores de las puertas o la típica guantera. Según afirman desde la marca, el Opel Astra presenta 30 litros de volumen de almacenamiento repartido por todo el habitáculo. El maletero, por su parte, cuenta con 422 litros de volumen mínimo ampliable hasta los 1.285 litros. Su espacio es muy aprovechable y, dependiendo de lo escogido, puede incorporar un piso regulable en dos alturas.
Pasando a la segunda fila de asientos, estas tienen un tamaño adecuado para la gran mayoría de tallas, pues hay espacio suficiente para las piernas y para la cabeza; personas de hasta 1,85 metros de estatura no deberían tener problemas para viajar aquí. Adicionalmente, cuenta con un reposabrazos central para aumentar la sensación de comodidad de los ocupantes de los asientos de los extremos.
Volviendo al puesto de mandos, y como último apunte antes de comenzar con la prueba dinámica, sendos paneles frontales (instrumentación e info-entretenimiento) presentan un nivel de personalización algo básico. La instrumentación digital, por su parte, cuenta con tres huecos a rellenar con lo que más convenga, entre sus opciones está el navegador, indicadores de conducción (consumos, tiempo de uso del Star/Stop), ADAS (sistemas de seguridad) o el medio de entretenimiento (radio, CarPlay…). En la pantalla central, los menús pueden resultar algo engorrosos hasta que nos hacemos con su uso, ya que tiene varios menús que dificultan algunas de las aplicaciones. No obstante, ambas tienen un bastante fluidez en su uso y una iluminación muy buena incluso en condiciones de mucho sol.
Prueba de conducción
Pero llegando al punto álgido de este artículo, llega el momento de poner a prueba cómo se mueve el renovado compacto alemán. El Opel Astra 1.2T de 130 CV y 230 Nm de par máximo da justo lo que esperas de él, no existe ningún tipo de sorpresa, buena o mala, y esto puede ser algo bastante positivo. El modelo se presenta como un compacto práctico, cómodo y poco “gastón”, es decir, en primera instancia, una compra bastante aconsejable para la gran mayoría de personas.
Como digo, su comodidad es muy elevada gracias a unos asientos sellados por AGR. Estos se adaptan a la perfección a todo tipo de fisionomías con lo que se evita el cansancio generalizado, dolores de espalda u otros problemas como dolor de cabeza. Estos tienen un mullido muy agradable y permiten una regulación muy correcta, así como una sujeción lateral del cuerpo más que aceptable.
Para el día a día en zonas urbanas, el motor 1.2T de 130 CV es más que conveniente, pues no presenta consumos elevados en estos entornos donde marcará una media de alrededor de los 7 litros. La caja de cambios que instala el modelo, es una automática AT8 de ocho relaciones, esta se desenvuelve muy bien a velocidades medias y altas, donde realizará los cambios en el momento justo en el que se precise; sin embargo, a bajas velocidades, concretamente, cuando apenas damos un toque de acelerador, al salir de un aparcamiento o de un semáforo, tiende a crear unas leves vibraciones, algo muy similar a cuando un coche manual está apunto de calarse. Esto no es demasiado apreciable inicialmente pero con el paso de los días puede llegar a ser algo molesto.
El modelo cuenta con 3 modos de conducción: Eco, Normal y Sport. Lo más conveniente, en la mayoría de circunstancias, será insertar el modo Normal, ya que el modelo ofrece una puesta a punto intermedia que es la más adecuada de las tres, ya que en Eco sus reacciones son lentas y, contrariamente, en Sport quizás demasiado acusadas. Al variar dichos modos también alternarán otras características, como una mayor dureza en su dirección, un pedal del acelerador más sensible o unos cambios en los que se exprime todo el régimen de vueltas.
El Opel Astra se presenta como un modelo bonito estéticamente, a la par que cómodo y con unas cifras de consumos muy contenidas
El Opel Astra puede llegar a darnos unas sensaciones deportivas. En una carretera de curvas, la puesta a punto del chasis sale a relucir, junto a una dirección muy buena y unas amortiguaciones de dureza intermedia que harán que lleguemos a divertirnos en un trazado de montaña, aunque sin llegar a niveles de locura. Es el vehículo ideal para quien busca un compañero de rutas con el que pueda viajar cómodamente y, de igual forma, entrar en una carretera de curvas y no arrepentirse de ello.
Sobre su potencia, es bastante justa para encarar un día a día, aunque no debemos esperar elevadas tasas de prestaciones, ya que en eso no presenta más de lo necesario. No obstante, para aceleraciones puntuales, como la incorporación a una autopista o realizar adelantamientos, presenta unas cifras aceptables para la práctica totalidad de los clientes potenciales del modelo.
Después de más de 1.000 kilómetros al volante del Opel Astra 1.2T he de decir que la cifra final de consumo me sorprendió para bien, y es que, en todo este trayecto sobre todo tipos de vías (ciudad, autopista o carreteras secundarias de montaña) la cifra obtenida fue de 5,7 litros, aunque si medimos su consumo en autopista con aire acondicionado activado y respetando los límites de velocidad, establecer una media cercana a los 5 litros no resultará para nada complicado.
Conclusión
El Opel Astra 1.2T de 130 CV es una compra más que recomendable. Su practicidad diaria unida a una puesta a punto muy diferencial y unas cifras de consumo realmente buenas, hacen del modelo toda una opción para la mayor parte de los usuarios. Como principal “pero” he de decir que la caja de cambios vibra siempre que circulemos a muy baja velocidad, lo que tiende a ser incómodo con el paso de los kilómetros.
- Estética
- Equipamiento
- Consumos
- Dinámica
- Vibración en la caja de cambios a bajas velocidades
- Algunos materiales del interior