Motor.es

La importancia de las sensaciones¿Qué tiene que tener un coche deportivo para enamorar?

Puede que no sepamos definir qué es un deportivo, pero cuanto está uno delante de nosotros, vaya si se nota. ¿Qué les hace tan especiales? No solo se trata de ir de A a B, se trata de ir con el mayor disfrute de la conducción en ese trayecto, incluso por puro vicio.

¿Qué tiene que tener un coche deportivo para enamorar?

6 min. lectura

Publicado: 15/10/2014 13:00

En el sentido más estricto del término, un coche deportivo es aquel que es capaz de ir más allá que uno coche normal, sin necesidad de ser de carreras. Dicho de otra forma, coches de calle que ofrecen un plus en sensaciones o prestaciones respecto a la masa.

Hoy día es un término que se ha usado tanto hasta quitarle parte de su sentido. Los fabricantes hoy día nos intentan hacer pasar por deportivos coches que lo único que tienen de especial es un kit de carrocería. Pues no amigos, un deportivo ha de ofrecer algo más que una estética más atractiva. La diferencia ha de sentirse con los ojos cerrados.

Este super deportivo de Nissan dispone de tracción total y de 550cv.

Podemos distinguir dos grandes grupos de coches deportivos. En el primero, tendremos versiones deportivas de modelos que no lo son per se. Es decir, hablamos de coches con mejoras estéticas, a veces con incrementos de potencia y refuerzos a nivel de chasis para digerir mejor esa caballería extra.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Por otro lado, tenemos deportivos puros, que desde el minuto 0 se concibieron como tales. Normalmente hablamos de coches de gama alta o muy alta. En el comienzo de la era del automóvil eran un producto exclusivo para gente con muy alto poder adquisitivo, pero se han ido democratizando.

Porsche 911 Turbo. En nuestra prueba te contamos como van sus 520 cv.

En la actualidad vamos a encontrar muy pocos modelos deportivos puros a un precio asequible, por debajo de la barrera de 30.000 euros la oferta es realmente escasa. Eso sí, en marcas Premium o de lujo tenemos para elegir todos los que queramos, es una simple cuestión de presupuesto.

Tanto los deportivos "de gimnasio" como los "de nacimiento" tienen en común varias cosas que les hace más especiales. No pretenden ser los más cómodos, ni los que menos gasten, ni los más silenciosos. Los ingenieros que han trabajado en ellos han buscado arrancar una sonrisa al conductor que quiere sentir más la conducción.

SEAT León Cupra

Tradicionalmente, los coches deportivos han sido de propulsión trasera, con las ruedas motrices atrás. Poco a poco, empezaron a aparecer versiones de tracción delantera, casi todos derivados de modelos convencionales, más asequibles de adquirir y más fáciles para dominar para un conductor medio.

También reclamó su puesto la tracción total, solo hay que recordar el apabullante éxito de los Audi Quattro en los rallies de los años 80, por no mencionar instituciones deportivas con tracción total como Subaru Impreza WRX STI, Mitsubishi Lancer EVO o Porsche Carrera4.

Actualmente, gracias a las mejoras en ingeniería y electrónica, un deportivo de tracción delantera puede poner en serios aprietos a coches más caros y más potentes, tengan las ruedas motrices donde las tengan. Pero seguimos sin hablar de coches asequibles, las piezas de alto rendimiento son muy caras, y su vida útil no es muy larga que digamos.

Distintas propuestas deportivas

Para lograr las máximas sensaciones, el conductor debe ir sentado lo más cerca posible del suelo. Además, el centro de gravedad del coche también debe ir bajo, así pasará por curva más deprisa todavía sin perder el control. No es tanto un problema de velocidad máxima en recta, eso tiene poco mérito, lo que importa es la velocidad a la que se pueden tomar las curvas.

El conductor de un deportivo podrá apreciar cómo el volante, los pedales, la caja de cambios, las ruedas, la suspensión... le cuentan más cosas sobre la carretera. En los modelos más conseguidos podremos tener sensaciones parecidas a las de un conductor de carreras sin necesidad de ir a velocidades peligrosas, ni sin una potencia exagerada.

Cada día que pasa, los fabricantes hacen coches deportivos más dóciles. Son los conductores expertos los que sabrán sacarles su máximo potencial, aunque para eso haya que desactivar las ayudas electrónicas, lo que algunos llaman conducción espirituosa. A todo amante de los coches que se precie, por lo menos le gusta un deportivo. Por algo será, ¿no creéis?

El super Nissan GT-R junto al Subaru BRZ.

Compártela en:

Pixel