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Por qué Ferrari ha vuelto a la cima de la F1 y los errores forman parte de ese proceso

Tras varios años en la sombra, Ferrari vuelve a lo más alto y aspira a detener una racha de 14 años sin títulos mundiales. Pero que el equipo italiano esté arriba no significa que haya llegado al final de su proceso de regeneración.

Por qué Ferrari ha vuelto a la cima de la F1 y los errores forman parte de ese proceso
Mattia Binotto, el líder del proceso de regeneración de Ferrari.

10 min. lectura

Publicado: 08/06/2022 09:40

A Ferrari se le exige siempre el máximo. Es uno de esos pocos equipos del mundo del deporte a los que sólo les vale ganar. O al menos eso es lo que prensa y aficionados decimos siempre. Pero que una organización lleve a sus espaldas el peso de la historia y unos recursos muy elevados no convierte automáticamente su estructura en ganadora.

Y eso es lo que le ha ocurrido a Ferrari durante años, llegando a un punto en el que se hizo necesaria una renovación profunda. Mucho más que un simple cambio de pilotos o de jefe supremo.

«Trabajamos mucho en una cultura sin culpa. Tomar el error más como una oportunidad de una lección aprendida»

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Ha costado, pero la regeneración liderada por Mattia Binotto comienza a dar sus frutos. Aunque, como él mismo admite, aún queda trabajo por hacer para convertir a Ferrari en un equipo realmente capaz de ganar títulos mundiales.

El Ferrari F1-75 no es el origen, es la consecuencia

En una interesante entrevista concedida a BBC Sports, Mattia Binotto ha desgranado el proceso por el cual Ferrari ha ido evolucionando desde que él mismo fuera nombrado director técnico de la Scuderia Ferrari en 2017 y, posteriormente, director de la organización en sustitución de Maurizio Arrivabene en 2019.

Un proceso que, de momento, ha dado como resultado un monoplaza ganador en 2022, coincidiendo con la llegada del nuevo reglamento técnico.

«Las razones correctas no se reducen al aspecto técnico, cambiar el motor y mejorar la aerodinámica», comienza explicando Mattia Binotto. «Esa es sólo la consecuencia. Se trata de construir un equipo. El esfuerzo realizado desde 2017 ha sido paso a paso para construir el equipo correcto. Y con el equipo correcto, puedes lograr las metas y los objetivos. Se trata del equipo».

Ferrari vuelve a ganar carreras, pero el título son palabras mayores.

«Como equipo, ya habíamos demostrado que teníamos un buen nivel de creatividad y que éramos capaces de interpretar nuevas reglas. Y la base del coche que fabricamos era buena. De hecho, otros equipos copiaron nuestras soluciones», recuerda Binotto, que defiende la valía de un equipo que necesitaba acompañar ese talento de otros atributos.

«Cuando asumí el rol de director del equipo, dije que era un equipo muy joven. No era que fuéramos jóvenes en términos de edad, yo tenía 50 años en ese momento. Pero éramos jóvenes en nuestros roles. Necesitábamos construir la experiencia».

«Lo que nos faltó en 2017, 2018 y 2019 fue que no éramos capaces de desarrollar el coche. En 2017, tuvimos problemas de fiabilidad. Nuestros pilotos chocaron entre sí, pero también teníamos un equipo que no era lo suficientemente fuerte en términos de cultura y mentalidad. Y además de eso, no teníamos las herramientas adecuadas porque trajimos desarrollos que no funcionaban como se esperaba», argumenta Mattia Binotto.

«Éramos buenos en términos de potencial, pero estábamos verdes en términos de experiencia y herramientas. La forma de utilizar el motor hizo que tuviéramos una desventaja significativa al año siguiente que no esperábamos tener», lamenta.

El motor y el acuerdo con la FIA

Efectivamente, la temporada 2020 de Ferrari fue una de las peores de su historia en gran medida por el acuerdo privado al que llegaron con la FIA respecto al motor de 2019. Las sospechas de ilegalidad planearon durante meses y, finalmente, el organismo federativo acordó atajar el problema de manera diplomática al no poder demostrar fehacientemente que la formación italiana hubiera vulnerado el reglamento.

Sin embargo, Mattia Binotto defiende que el motor de 2019 era legal y que la escasa competitividad del de 2020 fuera consecuencia del acuerdo privado con la FIA. «Ese año, Ferrari no fue el único que perdió potencia en la parrilla. La mayoría de los fabricantes perdieron potencia en ese momento. Pero fuimos nosotros los que más perdimos y eso nos hizo pasar de una ventaja a una clara desventaja».

Charles Leclerc y Carlos Sainz, una pareja sólida para Ferrari.

«Además de eso, diseñamos el coche 2020 sabiendo que teníamos una ventaja de unidad de potencia, por lo que lo diseñamos con mucha carga aerodinámica, aceptando mucha resistencia. El coche no fue diseñado adecuadamente en términos de objetivos, digamos», admite el director de Ferrari.

Luego, llegó la pandemia y la Fórmula 1 tuvo que apretarse el cinturón para sobrevivir. Una de las consecuencias fue la imposibilidad de desarrollar los coches durante la temporada 2020. «No tuvimos la oportunidad de mejorar el coche durante la temporada. Fue un momento difícil, porque no creo que los aficionados lo entendieran o, en general, la gente que miraba la F1. Como equipo, sufrimos».

Confianza y estabilidad

Pero, aunque todo proceso de regeneración lleva tiempo, lo cierto es que en estructuras como Ferrari no suele haberlo y las críticas pueden hacer que los dirigentes pierdan la paciencia y corten por lo sano.

No fue el caso de la casa italiana, que tuvo fe en el proyecto de Mattia Binotto. «En ese momento, nuestro CEO era Louis Camilleri y tuvo la visión de entender que lo más importante era darle estabilidad al equipo. Comprendió que ya habíamos iniciado un proceso de construcción».

«Trabajamos mucho en una cultura sin culpa. Tomar el error más como una oportunidad de una lección aprendida, en lugar de culpar y señalar con el dedo. Se trata de ser lo suficientemente valiente como para escuchar y ser realmente abiertos. Trabajar en equipo, un solo individuo que comprende la responsabilidad común», señala Binotto.

«Cinco años después, tenemos habilidades más sólidas y mejores personas. El equipo es gente, cultura, herramientas y metodología. El coche es simplemente el producto del equipo, que comenzó en 2017 con una buena base, pero no con la experiencia, las habilidades y las herramientas adecuadas. Desde entonces, paso a paso durante 2019 y 2020, hemos llegado a donde estamos hoy», reitera.

2022 no es el final del camino

Ahora, Ferrari gana carreras y lucha por el Mundial de pilotos y constructores. Podría pensarse que todo está ya en su sitio. Pero no, Mattia Binotto avisa de que seguramente los resultados de este año sean algo prematuros y el equipo aún debe mejorar para consolidarse en la cima de la Fórmula 1.

«Establecimos nuestros objetivos para volver a ser competitivos en 2022. Nuestro objetivo es ser competitivos, no ganar el campeonato. Y sería completamente incorrecto convertir eso en: “Intentemos ganar el campeonato porque somos muy competitivos”. Ser competitivo es un hecho; convertirse en campeón mundial es otro nivel de tarea», admite Binotto.

«Tal vez sea para quitarle algo de presión al equipo, pero también creo que sería un error como gerencia cambiar los objetivos que les dimos. Sin duda, lo que pretendemos hacer es tratar de abrir un ciclo: convertirnos en campeones del mundo, y no solo una vez; tratar de mantenernos allí. Pero creo que llevará tiempo», reconoce.

«Nuestra mentalidad interna sigue siendo que necesitamos mejorar como equipo para ser capaces de ganar un campeonato. No significa que no lo haremos. Tal vez lo hagamos lo antes posible, pero somos conscientes de que es más que ser competitivos».

«La ambición está ahí. Cada persona que trabaja para Ferrari tiene ambición. No creo que deba recordárselo. Lo más importante es dejar que se centren en nuestro proceso de mejora continua, por lo que cada carrera es una oportunidad para aprender. Y es importante mantenerse centrado en cada carrera individual. No estamos mirando las clasificaciones», concluye Binotto.

Fuente: BBC SportFotos: Scuderia Ferrari

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