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Análisis F1Superlicencia FIA: La verdad oculta

Casi todos nos hemos rasgado las vestiduras haciendo cábalas sobre si Ayrton Senna o Fernando Alonso habrían podido debutar con la recién estrenada Superlicencia FIA. La realidad es que la eclosión de Max Verstappen le ha servido al máximo organismo del deporte del motor para reforzar la importancia de sus propios campeonatos.

7 min. lectura

Publicado: 24/01/2015 19:00

Una vez que se ha pasado la polvareda, llega la hora de mirar un poco más allá en la reglamentación que servirá en adelante para lograr la Superlicencia que da acceso a la Fórmula 1. Todos hemos analizado lo evidente, y es que pilotos como Ayrton Senna o Fernando Alonso no hubiesen cumplido los nuevos requisitos y, por lo tanto, hubieran necesitado que la FIA hiciese con ellos una de las posibles excepciones. Curiosa esta figura introducida por la Federación que viene significar que pueden dar la Superlicencia a quien consideren, no vaya a ser que cabreen a alguno de los actores principales del ‘Gran Circo’, léase Mercedes-Benz y Red Bull o quizá, a partir de la llegada de Maurizio Arrivabene, la mismísima Ferrari. No olvidemos que el nuevo ‘capo’ italiano es miembro de la comisión consultiva de la F1 y amigo de Bernie Ecclestone.

Cortina de humo

Los mismos que se llevaban las manos a la cabeza y criticaban la contratación de Max Verstappen hace unos meses, arremeten ahora contra la FIA por poner remedio a la situación, evitando que se repita en el futuro. Todo con la excusa de que alguien no hubiera podido debutar ¡en 1984! Mientras, la Federación presidida por Jean Todt nos ha metido un gol importante, que consiste en ningunear a algunas de las mejores competiciones, para favorecer las suyas propias, empezando por la F2 (¡!). Sólo se libra de la criba la GP2, auspiciada en su momento por Ecclestone. Antes de entrar en harina, veamos la tabla de los campeonatos y los respectivos puntos que cada uno otorga.

CampeonatoCampeónSubcampeón10º
F2 (Futuro)6050403020108643
GP2 Series504030201086432
F3 Europea40302010864321
WEC (LMP1)40302010864321
IndyCar40302010864321
GP3 Series30201510753210
Fórmula Renault 3.530201510753210
Fórmula Nippon2015107532100
F4 FIA10752100000
Campeonatos nacionales F310752100000
Fórmula Renault (Eurocup, ALPS o NEC)5310000000

Según el sistema establecido, hacen falta 40 puntos para obtener la Superlicencia que da acceso a la Fórmula 1, pero la madre del cordero está en que el campeonato que más puntos da es la Fórmula 2... Un campeonato que lleva sin celebrarse desde 2012. El campeón de la F2 obtiene 60 puntos, el segundo 50 y el tercero 40, es decir, cualquiera de ellos podría acceder a la categoría reina. A continuación, llegaría la GP2 con 50, 40 y 30 puntos, curiosamente detrás de la F2, cuando sus monoplazas son más rápidos... O al menos lo eran cuando existía la F2.

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El colmo de los colmos es que la siguiente categoría sea la Fórmula 3 Europea, que se equipara en méritos al WEC y a la Fórmula Indy. Estas categorías dan 40, 30 y 20 puntos a los tres primeros.

¿Y las World Series by Renault? Pues resulta que hace tiempo que son la peor competencia de la GP2, de hecho, Magnussen y Sainz, los dos últimos campeones, han llegado a la Fórmula 1 –por talento, además–, mientras los ganadores de los pasados años en la GP2 (Valsecchi, Leimer y Palmer) aún esperan su oportunidad. Es decir, para la FIA, las World Series by Renault son un campeonato incómodo, que pone en evidencia su GP2, por lo que han aprovechado para ningunearlo y situarlo en franca desventaja frente a la competencia, cuando hubiese merecido mejor trato, al menos como segunda división tras la F1, recibiendo los mismos puntos que la F2 o, al menos, que la GP2.

¡Cómo la GP3!

Pues sí, lo más llamativo es que el ganador de las World Series no podría llegar directamente a la Fórmula 1, pues solamente obtendría 30 puntos, es decir, los mismos que el cuarto clasificado de la F2 o el tercero de la GP2, un verdadero sinsentido y un indisimulado torpedo a la línea de flotación de un campeonato que, para su propia desgracia, no sólo no cuenta con la protección de la FIA, sino que se ha convertido en su objetivo. Ha sido equiparada a la GP3, algo que escapa a toda lógica. Suena duro, pero las World Series by Renault pueden morir de éxito. La Formula Nippon sale aún peor parada, y no digamos ya Formula Renault, situada por debajo de la nueva F4 y los campeonatos nacionales de Fórmula 3, que salen igualmente malparados con la nueva reglamentación.

Que la FIA nunca ha dudado en actuar contra los campeonatos que hacen sombra a los que ella organiza, en especial si se trata de la Fórmula 1, es algo conocido (los sport prototipos y el antiguo DTM son una muestra), pero siempre actuó con algo más de disimulo. Resulta triste que la FIA más inoperante de la historia sólo haya movido ficha para cercenar la opciones de otras competiciones que han hecho un trabajo mejor que el suyo. Da miedo pensar que ésta es la única manera que tiene la máxima autoridad deportiva para garantizar el éxito de los campeonatos que organiza. Me temo que al final echaremos de menos a Max Mosley.

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