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GP Japón[Vídeo] GP F1 Japón 1990: Aguri Suzuki, primer podio de un japonés

El Gran Premio de Japón de 1990 es recordado por la "vendetta" de Ayrton Senna sobre Alain Prost, tras la que el brasileño logró su tercer título. Pero ese día, en Suzuka, pasó también a la historia gracias a Aguri Suzuki, primer japonés en subir al podio.

3 min. lectura

Publicado: 05/10/2017 21:30

Aguri Suzuki, al volante del Larrousse-Lola. Foto: Wikimedia Commons.

Cuando Takuma Sato llevó su BAR-Honda a la meta en tercera posición en el Gran Premio de los Estados Unidos de 2004, un medio de difusión nacional habló del primer podio de un piloto japonés en la historia de la Fórmula 1. Error. No habría que haberse remontado en exceso a la hora de documentarse para comprobar que, 14 años antes, otro piloto nipón había logrado el mismo resultado. El protagonista, Aguri Suzuki. El escenario -no podría haberlo elegido mejor-, Suzuka.

Fue precisamente en la pista propiedad de Honda donde se produjo el debut de Suzuki en la Fórmula 1. Fue en el Gran Premio de Japón, en 1988, al volante de un Larrousse-Lola. Tras un deprimente año en Zakspeed-Yamaha, en el que no superó la preclasificación en ninguna de las 16 pruebas, en 1990 regresó a la escudería francesa, entonces motorizada por Lamborghini. Puntuó en Silverstone y Jerez con sendos sextos puestos, pero lo mejor estaba por llegar.

Décimo en la parrilla, la ausencia de Jean Alesi -lesionado el viernes- le hizo ganar un puesto antes de la salida, en la que fue superado por el Lotus de Derek Warwick. Tras el incidente entre Senna y Prost, y el casi inmediato abandono del segundo McLaren de Gerhard Berger, Aguri tardó poco en deshacerse de Warwick.

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En la vuelta 20, arrebató la quinta plaza a Thierry Boutsen. Desencadenado -acabó marcando la segunda vuelta rápida-, se deshizo del segundo Williams-Renault de Riccardo Patrese a 17 vueltas del final, cuando el líder, Nigel Mansell, ya se había retirado con problemas mecánicos en su Ferrari, lo que dejó en cabeza a los Benetton de Nelson Piquet y Roberto Moreno. Las posiciones ya no cambiaron y, al caer la bandera a cuadros, la locura se desató en las gradas de Suzuka ante ese resultado totalmente inesperado por parte del piloto de casa.

Emocionante fue también contemplar las lágrimas de Roberto Moreno, sustituto en Benetton de Alessandro Nannini (que días antes había sufrido la amputación de una mano tras un accidente de helicóptero), Para el simpático "Pupo", ese segundo puesto fue también el punto culminante de una carrera en la Fórmula 1 que, en su mayor parte, transcurrió en algunos de los equipos más desastrosos de la historia.

Fotos: Wikimedia Commons

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