China juega un as impensable y hace temblar a Alemania (y a Europa) atacando justo donde más nos duele
Lo que era hasta ahora clave en la industria del motor en Alemania y, por ende, en Europa, está siendo superada por una industria china que no para de ser un peligro real, lo que causa aún más preocupaciones de cara a los próximos años.

Dentro de Europa, Alemania ha sido la gran punta de lanza en lo que respecta a fabricación de vehículos, el hogar del Grupo Volkswagen que incluso a día de hoy representa uno de cada cuatro coches que se matriculan en el Viejo Continente. Entre el poderío de VAG, Mercedes y BMW, su importancia para toda la industria en Europa es innegable, sobre todo por la cantidad de suministradores que mueven a su vez.
Recordemos que en estos momentos el sector automotriz en Alemania representa en torno a un 5% del PIB total de la nación (similar al caso de Italia, que en su caso es un 6% de su PIB), además de la gran repercusión que tiene a nivel mundial. Ahora bien, esto no sería posible sin la acción de los suministradores de piezas y repuestos y estos son ahora mismo los que están con un gran problema en ciernes.

Alemania mira con recelo piezas de China
El problema o la amenaza, de nuevo, viene de China. Tradicionalmente, hemos pensado en los repuestos procedentes de China, el clásico 'Made in China' como un sinónimo de pieza o repuesto de bajo coste, pero que cuya calidad de construcción y la vida útil que tendrá...bueno, pues lo que dure. Y hasta no hace mucho, China no tenía realmente un gran papel en la industria del motor a nivel mundial.
Todo esto ha cambiado. Ahora la realidad es que incluso Alemania se está viendo inundada con suministradores procedentes de China vendiendo piezas, ya sean componentes de sistemas eléctricos o elementos de metal forjado. Incluso grandes conocidos como Robert Bosch, Mahle o PWO (especialistas, entre otras cosas, en columnas de dirección), se están viendo afectadas por este aluvión de repuestos chinos.
China parece haber hecho los deberes en cuanto a calidad
No sólo se trata de que sean muchos, sino de que están llegando a precios que, en algunos casos, está incluso por debajo de lo que a los alemanes les costaría fabricarlos. Piezas que ya están siendo adquiridas por Mercedes-Benz, BMW o el Grupo Volkswagen en aras de reducir costes de producción.

«El ritmo al que estos productos están llegando - y, hay que admitirlo, a un relativo buen nivel de calidad - muestra que los chinos han hecho su trabajo», admite Andreas Bohnert de PWO. Según Bosch, las alternativas chinas pueden suponer una diferencia de precio de entre un 20 a un 30% con respecto a las fabricadas en suelo alemán.
Un riesgo para los fabricantes de componentes en Europa
Todo esto se une al protagonismo creciente de China con la adopción del coche eléctrico - de entrada, muchas de las baterías presentes en el mercado proceden de fabricantes como BYD o CATL. En Europa, además, hasta ahora no se ha llegado a recuperar el volumen de ventas que había desde antes de la pandemia, lo que han sufrido fábricas por todo el continente.
A finales de marzo, la asociación europea de suministradores CLEPA reportaba, según una encuesta, que el 58% de las empresas sufrían competencia directa por parte de fabricantes chinos. Esta cifra, en una nueva encuesta del pasado 27 de noviembre, aumenta hasta el 70%, lo que pone en riesgo la fabricación en Europa si no se toman las medidas pertinentes según el secretario general de CLEPA Benjamin Krieger.

Recortes previstos en Volkswagen, Audi, Porsche y Ford
Según Bloomberg, en Alemania se perderán cerca de100.000 puestos de trabajo de aquí a 2030. La gran mayoría viene de los recortes que tiene previsto hacer Volkswagen, resultando en unos 35.000 puestos de empleo que se perderían (además de otros 7.500 puestos de empleo que se recortarían en Audi de cara a 2029). Otros 18.500 vendrían de Robert Bosch precisamente, recortando tanto en movilidad como la división dedicada a tecnología de coches autónomos.
ZF, Continental y Schaeffler también tienen previsto recortar personal (en el caso de Continental, incluso cerrar su planta en Hesse). Porsche prevé recortar 1.900 puestos de trabajo en 2029 y Ford otros 1.000, en su caso en la planta de Colonia donde se producen modelos eléctricos como el Explorer o el Capri.
