El antepasado del Dacia Logan se transforma en un coche moderno y tecnológico

Dacia fue fundada en el año 1966. A pesar de no estar en el club de las marcas centenarias, es indiscutible el papel protagonista que desempeña a día de hoy la firma rumana en el mercado automovilístico europeo. En estos momentos puede presumir de tener en cartera varios de los coches más vendidos. El Dacia Sandero es un claro ejemplo de los auténticos superventas de los que dispone la compañía. Sin embargo, no es posible entender la «Dacia actual» sin conocer cuáles fueron sus orígenes.

A pesar de ser fundada en 1966, no fue hasta tres años más tarde cuando introdujo en sociedad su primer modelo, el Dacia 1300. Un vehículo que emanaba directamente del Renault 12. Fue producido en Rumania y supuso la verdadera puesta en marcha de la marca que conocemos hoy en día. Además, queda patente que, por aquel entonces, la relación con el Grupo Renault era una realidad.

Dacia 1300, el antepasado del Logan es reinterpretado

El incombustible Dacia 1300 sufrió numerosas actualizaciones, evoluciones y variantes, hasta que se produjo la llegada del modelo que lo cambió todo, el Dacia Logan. Un hecho que se produjo en 2004. Es por ello que, a día de hoy, y aunque no guarden relación técnica, el Dacia 1300 es descrito como el antepasado del Logan.

Un diseñador independiente ha decidido rescatar del olvido al Dacia 1300 para reinterpretarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos que corren. Theodor Ioan Tanase es el responsable de las recreaciones que acompañan este artículo. El modelo clásico de Dacia luce moderno y transmite la sensación de estar dotado con un avanzado equipamiento tecnológico. El resultado salta a la vista.

Bautizado por Ioan Tanase como Dacia 1300 Rebirth, se tomó como punto de partida la silueta original. Sin embargo, presenta numerosas modificaciones. El frontal toma una clara inspiración del Dacia Bigster Concept mientras que las luces traseras se basan en el nuevo lenguaje de diseño de Dacia. La tecnología LED es determinante para transmitir un aire más moderno. Por no hablar del aspecto de las llantas.

Otra característica que no debemos pasar por alto es la ausencia de espejos retrovisores convencionales. En su lugar, el diseñador se decanta por un sistema de cámaras, lo que mejora la aerodinámica. Y lo que es igualmente revelador. La gran salida de escape central pone de manifiesto que estamos ante un vehículo con motor de combustión interna.

Fuente: L'argusFotos: Theodor Ioan Tanase