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El Ford GT40 que espera ser reparado desde 1977

Un Ford GT40 de competición, averiado en 1977, ha permanecido olvidado en un garaje de Estados Unidos. Esta unidad cuenta con varias peculiaridades que la hacen única. Se trata del último GT40 Mk I fabricado por Ford. Su nuevo dueño, un coleccionista, lo restaurará. Su valor podría alcanzar varios millones de euros.

El Ford GT40 que espera ser reparado desde 1977

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Publicado: 20/02/2014 09:00

Enterrado bajo una pila de trastos, así se encontraba uno de los coches más deseados de la historia del automóvil. Un inesperado destino para un Ford GT40 de competición fabricado en 1967 y que ha estado olvidado en un garaje de California durante casi cuatro décadas.

Con este GT40 compitió Salt Walther, un piloto que hizo sus pinitos en la USAC (que dio origen a la CART) y la NASCAR en los años 70. En 1975 fue adquirido por un bombero retirado, que lo siguió utilizando hasta 1977. Una importante avería del motor lo apartó de las pistas y su dueño comenzó la reparación, pero cayó enfermo por lo que tuvo que posponerla indefinidamente. Así este deportivo cayó en el olvido.

Por lo que hemos podido averiguar, no se volvió a saber nada del coche hasta 2010. Desde entonces se ha venido debatiendo su restauración y ha sido ahora cuando por fin ha cambiado de manos. Thomas Shaughnessy, un coleccionista apasionado de los coches clásicos, es su nuevo propietario tras un año de arduas negociaciones.

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UNA UNIDAD MUY ESPECIAL

Esta unidad del Ford GT40 con el chasis P/1067 tiene varias peculiaridades. La primera es que a pesar de ser un Mk I vino de fábrica con la cubierta motor trasera del Mk II, la versión que lo iba a sustituir. Sólo se realizaron tres unidades con esta particularidad, siendo ésta la única que ha sobrevivido lo que le convierte en una rareza.

También se trata del último GT40 Mk I fabricado en 1966 y por tanto el último fabricado por Ford ya que, al año siguiente, el fabricante americano lo sustituyó por el Mk II. Hubo unidades del Mk I realizadas con posterioridad pero no fueron construidas por Ford sino por el piloto John Wyer, pero estos ya tenían el número de serie firmado por J.W. Automotive Engineering.

La cantidad por la que Shaughnessy ha adquirido el deportivo americano no ha trascendido, pero no nos cabe duda de que, una vez restaurado, este Ford GT40 podría valer unos cuantos millones de euros.

Fuente: The Gentleman Racer

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