Cómo los españoles están subvencionando el coche eléctrico que no pueden comprar

Para sorpresa de nadie la transición al coche eléctrico en España está costando mucho más de lo previsto por los políticos, que son los que están empujando en una huida hacia adelante este cambio de paradigma en un industria tan importante en España y Europa.

Los fabricantes sugieren que, a nivel comercial, deben construir coches eléctricos más caros con mayor margen comercial para así mantener su transición "verde", y los políticos sostienen que estos deben hacer los coches más asequibles para que los ciudadanos puedan sumarse a esta tendencia que, según los datos, sigue con el freno echado.

La cuota de mercado de los coches 100% eléctricos en España ha pasado del 1% en 2017, a casi el 6% el pasado 2023. La previsión para este 2024 es de un 7%. A la luz de los datos ¿podemos decir que ha crecido? Sí, pero si miramos la cuota de la zona Euro, donde el porcentaje estimado para Europa en el próximo ejercicio será del 20% según ACEA, es una cifra aún más gris.

No hemos podido mirar a otro lado cuando ha llegado a nuestras manos cómo el Gobierno Central y los autonómicos están subvencionando el desarrollo del coche eléctrico y componentes en nuestro país. A nivel conceptual estas ayudas tienen sentido, impulsan el desarrollo de negocio y retorna beneficios, gracias a ciertas ventajas fiscales o préstamos a un interés bajo, pero de lo que hoy vamos a hablar son de aquella subvenciones sin ningún tipo de contraprestación. Lo que vulgarmente se dice "a fondo perdido", que de hecho es el tipo de subvención más común en nuestro querido país.

El coche eléctrico accesible para la mayoría es una promesa que está difuminándose discretamente.

Tradicionalmente en España, Telefónica siempre ha sido la empresa más subvencionada, pero en los últimos año este reparto presupuestario ha ido cambiando y a día de hoy, aunque muchos no lo sabéis, el sector de la automoción en España recibe cuantiosas ayudas.

Para quien no lo sepa aquí fabricamos muchos componentes y vehículos para toda Europa, y ojalá que atraigamos más inversiones de este tipo, de esa manera no sólo podremos vivir del Turismo. Pero vamos al meollo que nos ocupa: estos son los datos de las subvenciones de las administraciones públicas en 2023, que puedes ver a continuación y, dado que son públicos, pueden consultarse a través del Sistema Nacional de Publicidad de Subvenciones y Ayudas Públicas.

Subvenciones sin contraprestación / * Ayudas compensatorias emisiones indirectas CO2

El esfuerzo de pagar un producto que no está al alcance de todos

Lo curioso de estos datos es que, finalmente los que tenemos que mirarnos el bolsillo para comprarnos un coche medianamente digno, estamos pagando la fiesta del coche eléctrico.

El coche eléctrico es un tipo de producto que en el ecosistema adecuado solo tiene ventajas. Idílicamente, fabricación eco-sostenible, uso con energía verde (impacto medioambiental bajo), una infraestructura que no condicione su uso y un reciclaje de componentes que permita cerrar el ciclo con una sonrisa en la mejilla. Pero todavía faltan muchos palos en este sombrajo para que todos entremos. No seamos derrotistas, estamos en ello, pero vayamos paso a paso. Confiemos.

Sin embargo, el primer problema lo tenemos antes de comenzar la vida útil que acabo de describir. Comienza con el momento de la compra, ya que los ciudadanos siguen esperando un coche eléctrico asequible como una eterna promesa que se difumina con el tiempo, que pierde el protagonismo por otros problemas que van surgiendo.

El dato mata al relato

Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, ¿qué nos dicen los datos? Pues que de los más de 25 millones de vehículos que circulan por nuestro país, el 63,6% tiene más de diez años de antigüedad y por cierto, el 57% es diésel.

En 2021, la edad media del parque móvil español se situaba en los 13 años y medio, y en estos momentos se estima que sea de 14 años. Mantenemos los coches mientras funcionan, y algunos funcionando a duras penas, pero es lo que hay. No podemos renovar nuestro coche porque su coste no ha subido al mismo ritmo que el nivel de vida. ¿Conoces a alguien que necesite cambiar su viejo coche de diario pero que prefiera no hacerlo? Yo no.

El coche más vendido en España en 2023 fue el Dacia Sandero con 27.951 unidades que parte de 13.000 euros y el EV más vendido en nuestro país, Europa y en todo el mundo, en el mismo período fue el Tesla Model Y. En nuestra tierra con 6.833 unidades y partiendo desde unos 44.000 euros. ¿Veis la diferencia? Pongo otro dato de ejemplo: en 2011 el Nissan Leaf tenía un precio de acceso de 28.400 euros (con batería en alquiler 4.000 euros menos), y en 2024 de 38.500 euros. Ahora volvamos al tema de las "paguitas" como dicen algunos.

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Los fabricantes más subvencionados por España

Los datos de acceso público nos dicen que el Grupo Volkswagen fue la entidad que más presupuesto recibió de las administraciones, que hace un total de 299.557.278 euros de las cuales casi 188 fueron a parar a la fábrica de baterías en Sagunto (Valencia) bajo su filial "Power Holdco Spain".

Más abajo en este ranking se encuentra Envision, que recibió de una vez 200 millones de euros para instalar una Megafactoría para coches eléctricos en Navalmoral de la Mata (Cáceres) que, en el segundo semestre de este mismo año, comenzará su construcción. Proyecto que si perdura le vendría genial a Extremadura, dicho sea de paso. También se le han dado 100 millones de euros en préstamos, por si fuera poco lo anterior. Este grupo asiático tiene proyectos de energía renovable en Reino Unido, Francia y también tiene un pie en la Fórmula E.

Viendo estos datos, entendemos la indignación del CEO de Stellantisal recibir "sólo" 106.897.107 euros de subvención sin contraprestación, mucho menos que los alemanes y eternos rivales. De hecho, públicamente han manifestado que si no recibe las «ayudas adecuadas» sus proyectos no se harán en España. Nuestro país puede optar a una Gigafactoría en Zaragoza y por fabricar vehículos pequeños 100% eléctricos basados en la plataforma STLA Small a partir de 2027 y en adelante. Un negocio que, sobre el papel, parece interesante.

* Modelos eléctricos que se fabricarán próximamente España

Actualmente Stellantis tiene tres plantas en nuestro suelo, en Zaragoza (donde se fabrica el Peugeot E-208 y Lancia Ypsilon), Vigo y Madrid que se sostienen gracias a un total de 13.000 empleados directos donde ensamblaron más de un millón de vehículos en el pasado ejercicio. La planta de baterías de Stellantis arrancaría su funcionamiento en 2026 y necesitaría unos 3.000 millones de euros para funcionar, así que, si queremos que sea una realidad, el Gobierno de Aragón y el Central, tendrán que seguir arrimando el hombro con los impuestos de todos.

No queremos olvidarnos de otros fabricantes, porque también se ha ayudado a Ford y a SEAT pero con apoyos inferiores a los 10 millones de euros. Una minucia en comparación en las que nos estamos centrando.

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Repsol y su filial Petronor, se llevan otro tipo de subvención

Pero el sector de la movilidad ha recibido otras ayudas, y no me refiero al impulso de la infraestructura de carga con fondos facilitados por la Unión Europea, del cual podríamos hablar largo y tendido.

Me refiero a que también hay empresas en el sector de la movilidad que están recibiendo ayudas por, literalmente, contaminar el aire. Y no lo digo yo, lo dice el Ministerio de Industria y Turismo mediante el "Mecanismo de compensación de costes de emisiones indirectas de CO2" que nació en 2014 y que financia algunas empresas desde 2005 hasta 2031, donde veremos qué pasa con esta iniciativa.

Para explicarlo más sencillo, son ayudas otorgadas a empresas que dicen que no pueden subir completamente los costes de las emisiones en los precios de sus productos a cliente final sin perder una parte importante del mercado. Dicho de otra manera, a Repsol se le han dado 16,3 millones de euros y a Petronor otros 5,4 millones para que sus productos sean más asequibles para nosotros. Menos mal, ya me parecía a mi que la gasolina estaba barata.

Inversiones que deseamos den sus frutos

Hay mucha gente que vive del sector de la automoción en nuestro país, y todos queremos no sólo mantener los proyectos actuales, si no atraer más y mejores líneas de producción que nos permita seguir exportando coches a toda Europa.

Lo que no tengo claro es si este apoyo económico continuado en esas condiciones tan dulces, traerán riqueza a nuestro país y a sus ciudadanos, o si la mayoría de beneficios van a quedarse en el embudo de los respectivos fabricantes. Ya lo veremos.

Se está destinando dinero a espuertas para forzar el cambio a la movilidad sostenible y el coche eléctrico no termina de despegar en España. Hemos hablado de la subvenciones de 2023, pero también hubo los años anteriores y con esta cantidad ingente de dinero solo ha crecido un 4,5% aproximadamente desde 2019, cuando comenzó la crisis sanitaria. Que alcance el 100% de cara a 2035 como los políticos pretenden es imposible.

Obligar a toda la población a optar por una única tecnología de propulsión es inviable y, de llegarse hasta la última consecuencia, se dejará atrás a una parte no pequeña de la población, por lo que con el panorama que podemos observar actualmente me parece más que prudente que en 2035 (y más allá) el coche eléctrico conviva con otras tecnologías de propulsión.

Por otro lado, no debemos olvidar los retos que la denominada movilidad sostenible sigue planteando a Europa, el reciclaje de baterías, para que el discurso de la ecología no sea una farsa, una infraestructura de carga que no condicione el uso de los coches eléctricos y lo más importante -lo repito de nuevo-, un precio de acceso razonable que permita el acceso en masa. Porque si no, los coches eléctricos sólo seguirán estando disponible para las carteras más abultadas.

Fuente: Motor.es + ACEA + CIVIO