Mercedes mantendrá con vida su coche más barato porque sus eléctricos siguen siendo demasiado caros
A Mercedes no le salen las cuentas con sus coches eléctricos. Todavía no han alcanzado el volumen de ventas esperados y ante la delicada situación los germanos han tomado la sabia decisión de mantener con vida el Clase A.
En esta vida los planes no siempre salen como uno los tenía pensados. Las cosas se pueden torcer y en esos momentos es importante ser flexible para que el palo sea el menor posible. Los coches eléctricos son el futuro de la movilidad, pero todavía no ha llegado su momento. Muchos analistas y expertos guardaban esperanzas demasiado prometedoras, pero la realidad es bien diferente. Las marcas están cambiando el paso y es pronto para adivinar un cambio masivo. Mercedes acaba de tomar una decisión estrategia muy importante: mantendrá con vida el Mercedes Clase A hasta el 2026.
Las excesivas ambiciones eléctricas han provocado la desaparición de modelos importantes como el Ford Fiesta. Decisiones de difícil comprensión y un poco anticipadas por parte no sólo de los fanáticos de las cuatro ruedas, sino también por muchos analistas que llevan tiempo alertando de la ralentización del mercado impulsado con baterías. En 2022 se tomó una drástica decisión que muchos no llegamos a entender, eliminar de la gama los coches más baratos, incluido el Mercedes Clase A, el modelo más vendido de su categoría. Algo ha pasado para que se hayan visto obligados a revertir esa idea.
Mercedes no puede desprenderse, todavía, de su coche más vendido
La semana pasada los directivos de la marca de la estrella ya avisaron de un cambio importante en su estrategia a medio plazo. Mercedes aspiraba a ser un fabricante 100% eléctrico a finales de la presente década, pero eso no va a ocurrir. Las nuevas estimaciones de la compañía retrasan los planes. En 2030 esperan que el 50% de sus ventas sean 100% eléctricas. Ante ese nuevo panorama, los alemanes no quieren deshacerse tan pronto de su modelo más vendido. El Clase A tenía que morir, sin dejar heredero, en 2025. Ahora sabemos que esa fecha se ha extendido al menos un año. Decimos al menos porque puede que sea incluso más tarde.
Sólo el futuro dirá cómo evoluciona el mercado eléctrico. Las primeras estimaciones apuntan a que el 2024 va a ser un año muy complicado. Numerosas encuestas aseguran que millones de conductores todavía no tienen nada claro olvidarse de los combustibles fósiles. La inestabilidad y la falta de puntos en la red de carga es uno de los causantes principales. A ello también hay que sumar el elevado precio de la mayoría de los coches eléctricos y la falta de madurez en la tecnología. Cada día nos despertamos con nuevas y esperanzadoras noticias que vaticinan un uso mucho más real con las condiciones actuales.
Mercedes sabe que todavía quedan «muchos años» para conseguir la equiparación de precios entre los coches térmicos y los eléctricos. Las baterías todavía son demasiado caras. Ola Källenius, CEO de Mercedes, ha sido el encargado de dar la importante noticia durante una entrevista. El empresario también ha destacado la inestabilidad del mercado: «No creo que nadie hubiera pensado alguna vez que la transformación de la industria automotriz, que ocurre una vez cada siglo, sería en línea recta. Habrá altibajos». Ya se está demostrando que esa es la realidad y que no hay un horizonte claro al respecto.
Mientras tanto, Mercedes sigue haciendo un alarde de flexibilidad. El Clase A seguirá con vida, y el Mercedes CLA de próxima generación será el primero de la familia en estrenar la importantísima plataforma MMA. Se estrenará este mismo año con el relanzamiento de la berlina compacta. También la usarán modelos como el Mercedes GLA y el Mercedes GLB, además de las correspondientes variantes eléctricas. Cabe la pena mencionar que se trata de una arquitectura polivalente, desarrollada especialmente para eléctricos, pero que también puede ser aprovechada para las versiones ICE con algún tipo de electrificación.
Fuente: Autocar