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Faraday Future: El verdadero número de sus reservas y el significado de sus nomenclaturas

  • Los problemas de FF no parecen solucionarse, nuevas fuentes confirman el agujero económico y el verdadero número de reservas recibidas tras la presentación.
  • Tras el CES también hemos conocido el significado de la nomenclatura empleada por la marca para sus modelos.

8 min. lectura

Publicado: 21/01/2017 15:00

La llegada del FF91 no parece haber apaciguado las aguas.

La presentación del FF91 en el CES parece haber supuesto una pausa en el goteo constante de noticias e informes negativos procedentes de Faraday Future. Hasta la primera semana de enero, prácticamente encontrábamos a diario algún tipo de reporte o filtración que nos daba algún dato nuevo, hasta el punto de que por no saturar nuestra portada con este tipo de información comenzamos a espaciarla y a ofrecerla agrupada cada pocos días.

Desde que el futurista FF91 fuera desvelado en el CES hemos asistido a todo un rosario de críticas de algunos especialistas, tanto del proyecto como del vehículo en si, y también conocimos la marcha de un nuevo ejecutivo, aunque esta realmente había sido a escasas horas de la presentación en Las Vegas no supimos de ella hasta después del show.

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Poca cosa en comparación con el ritmo de informes negativos al que asistimos en los últimos meses de 2016.

El FF91 por el momento sigue siendo un futurista prototipo.

El departamento de Relaciones Públicas de Faraday además tuvo bastante trabajo los días del CES, tratando de asombrar a los periodistas de los más importantes medios con pruebas dinámicas del vehículo - en un recinto cerrado en el CES - y anunciando a bombo y platillo la inmensa cantidad de reservas que habían obtenido de manera online en las primeras 36 horas tras la presentación, más de 60.000 clientes.

Sin embargo, esta aparente calma informativa es solo eso, aparente. En los últimos días múltiples fuentes internas han revelado a medios especializados estadounidenses el descontrol estructural y económico interno. Según Business Insider, FF opera a diario solo con el 10 por ciento del capital necesario cada mes. Es decir, su estructura y su labor excede con mucho su verdadera capacidad económica, confirmando además que el tamaño real del agujero que se presumía a finales de 2016 es correcto, 300 millones de dólares y aumentando.

Según estas fuentes, en el seno interno de la compañía se lucha una batalla diaria entre el modo de pensar y de trabajar del propietario, Yia Jueting y la propia compañía. Su presencia en los Estados Unidos - se trasladó a dirigir personalmente las operaciones a finales de año - parece no haber aclarado las aguas y el dinero sigue sin llegar.

En teoría, más de 60.000 clientes reservaron un FF91 nada mas ser presentado.

De la misma manera, el propio show del CES estaba pensado más en atraer inversores que mostrar el vehículo al público y los medios. Según una fuente cercana a la situación, si entre febrero y mayo de este año no aparecen nuevos inversores, los propios proveedores serán capaces de provocar la bancarrota de la compañía.

Esto parece demostrar que el dinero que siempre ha estado “retenido en China” no va a llegar nunca, aunque para FF es harto complicado obtener inversores, puesto que todas las patentes e innovaciones de la marca no le pertenecen a FF o a LeEco, su matriz china (a estas alturas ya está claro que FF opera como una simple subsidiaria de LeEco, lo cual confirman muchas fuentes internas) sino a una tercera compañía de las Islas Cayman, un paraíso fiscal.

En caso de quiebra, los cerca de 1.000 empleados de FF en los Estados Unidos - según la firma el total son 1.400 pero solo 1.000 trabajan en EEUU - no solo se verían en la calle, sino que toda la tecnología y patentes desarrollada no forma parte de los activos de la compañía. Convirtiéndola en toda una trampa para los futuros inversores.

Su precio, lugar de fabricación y fecha de llegada sigue siendo un misterio.

Uno de los detalles más interesantes que han salido a la luz es el número de reservas reales que ha tenido la compañía, que presumía de más de 60.000 reservas online en las primeras horas tras el evento. De todas ellas, la inmensa mayoría son de baja prioridad, es decir, son personas que simple y llanamente accedieron a la web corporativa y metieron unos pocos datos, sin realizar el pago correspondiente para realmente reservar el vehículo.

Las reservas que sí se formalizaron con el pago de 5.000 dólares son consideradas por la compañía como reservas prioritarias, y en total, solo 60 fueron realizadas. Hablando en porcentajes, solo el uno por mil o el 0.1 por ciento de esas reservas son reales, el resto de esas cifras, más de 60.000 las podemos considerar como una simple lista de newsletter.

Solo queda esperar la evolución de la propia compañía, que a buen seguro anunciará por todo lo alto cada éxito o nuevo paso dado, y de la misma manera, como proyecto que está bajo estrecha vigilancia de los medios locales y el propio departamento del Tesoro de Nevada, tendrá una rápida cobertura informativa en el caso de cualquier nuevo traspiés.

Nomenclaturas

Sistema de nomenclaturas empleado por FF.

Una de las cosas más curiosas que también se descubrieron en el CES fue el significado de las siglas del modelo, FF91. Como podéis ver en las imágenes no es una secuencia aleatoria de letras y números. Las letras FF son evidentemente las siglas de la compañía, mientras que los números representan la gama y el modelo.

En este caso, el 9 significa que estamos ante el segmento o la gama más alta (numerando del 1 al 9) y el 1 tan solo significa que es el primer modelo lanzado de esta gama, por lo que podemos entender que de todos los distintos modelos que FF pretende lanzar, el FF91 sería el modelo posicionado más alto.

Así mismo también se explica el nombre del prototipo presentado en el CES 2016, el FFZERO 1, que podemos resumir como FF01. Siendo un prototipo que nunca se verá reflejado en un vehículo de producción y el primero presentado de la marca, el 01 era la denominación correcta, el primer modelo de una gama que no existe ni existirá. Y que además ha supuesto a FF un grave problema con Pirelli, que precisamente usa el nombre ZERO en varios de sus productos.

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