Marco Matiacci, el máximo responsable de Faraday Future, abandona la empresa
- El que hasta ahora era el silencioso máximo responsable de Faraday Future, Marco Matiacci, ha abandonado la empresa repentinamente.
- Junto a el se ha ido Joerg Sommer, otro de los máximos responsables, que como Matiacci se ha ido por la puerta trasera.
8 min. lectura
Publicado: 24/12/2016 15:00
Apenas quedan 10 días para que Faraday Future presente su primer modelo en el CES 2017 de Las Vegas, y a pesar de la intensa campaña de teasers para anunciar dicha presentación, las únicas y verdaderas noticias que nos llegan desde la compañía son referentes al caos que parece reinar dentro de la marca.
En los últimos días, FF había reaccionado ante los informes negativos publicados en medios como Jalopnik o Electrek, aunque en lugar de realizar alguna declaración oficial aclarando o desmintiendo las informaciones divulgadas por estos medios, han empleado la vieja táctica de desprestigiar y acusar a los periodistas, a la vez que se autoproclaman como auténticos “game-changer”.
“El pesimismo mediático es la tarifa estándar para los disruptores. La deliberada información negativa de la prensa y de los competidores es el riesgo bienvenido de la innovación.” Faraday Future en Twitter.
Hasta ese momento habíamos asistido a todo un desfile de reportes negativos de la compañía, que si bien comenzaba desde hace cerca de un año, desde verano no ha hecho sino intensificarse. Desde numerosos informes que apuntaban a que importantes miembros de su plantilla abandonaban bruscamente el proyecto, y además en varias ocasiones, a numerosas declaraciones de ex empleados que advertían del caos interno.
Desde fuera hemos podido ver como su megalómano proyecto de factoría se estrellaba contra la montaña de deudas que parecen tener, siendo paralizada la construcción de la misma ya en sus etapas iniciales debido al impago de los primeros depósitos. Además, ya han llegado las primeras demandas de proveedores a los tribunales, aunque eso podría ser solo la punta de iceberg, ya que que existen declaraciones de varios empleados que apuntan a un agujero cercano a los 300 millones de euros. Sin haber construido un solo vehículo ni presentado siquiera su primer modelo de producción.
Los propios responsables del tesoro del estado de Nevada los tildan de meros estafadores, y desde hace un año reclaman un plan financiero que la marca no ha presentado por el momento, a pesar de haber contado ya con importantes créditos fiscales, por valor de 335 millones de dólares.
Durante el día de ayer se conocía la repentina salida de dos de los nombres más importantes del proyecto, Marco Matiacci y Joerg Sommer, procedentes de Ferrari y Volkswagen. Ambos eran recién llegados, se unieron a Faraday en verano de 2016 y ocupaban puestos de gran responsabilidad. Esta misma mañana, sus imágenes habían desaparecido de la web de FF.
En las últimas semanas hemos mirado con recelo el apartado “Our Company” de la web corporativa, preguntándonos qué hacían ahí algunos de esos nombres, muy reputados en la industria y con amplia experiencia en este mundo. Ahora nos preguntamos lo mismo con las imágenes que quedan, entre las que se encuentra Peter Savagian, responsable del tren motriz del GM EV1 y participante en los proyectos Volt y Bolt EV de Chevrolet.
Los últimos informes parecen ser algo más dramáticos. Ya que tras la marcha de Matiacci y Sommer, el propio Jia Yueting ha desembarcado en Faraday Future, con un equipo traído de LeEco, la start-up gemela de FF en China, y de la que se sabe todavía menos.
En teoría, al menos sobre el papel, Jia Yueting es tan solo un inversor más, aunque de facto todos entendemos que es simple y llanamente el dueño, aunque una de las particularidades de Faraday es que la propia marca no es la propietaria de sus derechos intelectuales. La propiedad de todo lo que se desarrolla tras sus muros pertenece a una compañía con sede en las islas Cayman, un paraíso fiscal.
Como es lógico, esta tremendamente anormal estructura solo inspira desconfianza, sobre todo a posibles inversores.
¿Podrá Yueting reconducir el barco?, ¿Desembolsará las ingentes cantidades de dinero que hacen falta y que hasta ahora estaban a “punto de llegar” desde China?, ¿O tan solo pretende cortar la hemorragia y que la marca continúe la misma senda? A buen seguro no tardaremos en saberlo.
El escenario que parece perfilarse no es en ningún caso positivo para la compañía, independientemente de lo que presenten en el CES 2017. Que en teoría será su SUV eléctrico premium y por tanto no será barato, por lo que no creemos que nadie en su sano juicio vaya a pagar las cantidades que valen los modelos de Tesla en una marca con semejante historial, por lo menos hasta ahora.
Que la firma necesita dinero con urgencia parece evidente, lo que nos lleva a que un proyecto de esta magnitud no puede llegar a buen puerto siendo dirigido de esta manera tan anárquica, lo cual parece responsabilidad del propio Yueting, que en lugar de establecer las bases de un proyecto, parece en todo momento que ha tratado de vendernos unos resultados que aún no se han logrado.
Como botón de muestra la presentación del supuesto vehículo eléctrico y autónomo LeSee de LeEco, una compañía aún más misteriosa y desconocida que FF, que ahora sabemos no solo que no realizó el único prototipo presentado, sino que engañaron a todo el mundo con las supuestas capacidades autónomas del vehículo en la presentación, ya que estaba siendo operado por control remoto desde bastidores.
La única solución posible, o que al menos vemos mínimamente factible es que FF sea vendida a otra compañía para que esta culmine de manera ordenada todo el trabajo que se ha realizado en FF en los últimos tiempos. Aunque sabiendo que todo el desarrollo tecnológico no le pertenece realmente a FF y que esta no solo no tiene instalaciones propias, sino una enorme montaña de deudas, nos resulta altamente improbable que esto suceda.