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Gabriele Tarquini, o cómo ganar el WTCR a los 56 años

  • Con más apuros de los esperados, Gabriele Tarquini se proclamó campeón de la primera temporada de la Copa del Mundo de Turismos.
  • El piloto italiano tuvo como principal rival en Macao a Yvan Muller, que con 49 años también dejó patente que la experiencia es un grado.

5 min. lectura

Publicado: 19/11/2018 08:30

No es fácil ser campeón del WTCR cuando más de la mitad de la parrilla ni siquiera había nacido cuando tú ya empezabas a competir, pero Gabriele Tarquini lo ha conseguido. A sus 56 años, tras un año de casi completa inactividad y con casi 35 años de puro automovilismo a sus espaldas, el italiano ha vuelto para convertirse en el primer campeón de la Copa del Mundo de Turismos. Con un margen estrecho, sufriendo ante otro piloto veterano como Yvan Muller, pero con el hambre de un chaval. Así Gabriele Tarquini ha logrado sumar otra muesca más en su culata.

Tras ganar el BTCC, el ETCC, ser campeón del WTCC de la mano de la revolución Diesel de Seat y de conseguir un subcampeonato del mundo con Honda Racing, regresar a la competición un año después de colgar el casco parecía prácticamente un suicidio. Bien es cierto que Gabriele Tarquini disputó algunas carreras sueltas a lo largo de 2017 tras abandonar el barco de Lada y que colaboró de forma activa en el desarrollo del Hyundai i30 N TCR, pero de ahí a liderar el proyecto de Hyundai Motorsport y BRC Racing Team en el WTCR había un enorme paso que el italiano ha dado con toda la naturalidad.

Quizá haber sido parte del desarrollo del Hyundai i30 N TCR y conocer el potencial del coche fue clave en su regreso, pero contar con el vehículo más competitivo no es sinónimo de ser campeón. Sin embargo, Tarquini dejó claro desde el principio que no estaba en el WTCR para pasearse y en la primera cita del certamen, en Marrakech, logró dos victorias a los mandos del vehículo que el mismo había 'parido'. Comenzaba así el italiano la temporada líder, puesto que reforzó en Hungaroring con otra victoria en la carrera principal. Tras seis carreras disputadas, Tarquini había conseguido el triunfo en la mitad de ellas.

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Su momento más bajo de la temporada llegó en Nürburgring, un infierno y no de color verde para el italiano. Gabriele Tarquini sumó un triple cero en Nordschleife, lo que unido al bajo rendimiento de los Hyundai i30 N TCR en Zandvoort por la variación de los lastres de compensación dejó al veterano piloto en una situación muy crítica. A pesar de todo, Tarquini sacó su carácter y en Vila Real volvió por sus fueros con un puntuando en las tres carreras y con un podio realmente valioso ante los problemas que tuvieron sus rivales en la accidentada cita en suelo portugués.

Slovakia Ring fue un punto de inflexión para Tarquini. Con un podio y una victoria, el italiano encaró con otra perspectiva la gira asiática del certamen. En Ningbo reafirmó su postura y aunque Wuhan fue otro fin de semana para olvidar, en Suzuka dio un auténtico golpe encima de la mesa, dejando el campeonato muy a su favor con su triunfo en la carrera principal del fin de semana. Con todo, Macao es un reto mayúsculo, hasta tal punto que el cuarto puesto que alcanzó el italiano en la primera carrera fue fundamental. Una mala clasificación hipotecó sus opciones en las dos mangas restantes.

A pesar de ello, Gabriele Tarquini lograba el título del WTCR con un margen de tres puntos respecto a Yvan Muller, en un final que de alguna forma también dejó cierta recompensa al piloto francés, ya que su estructura, el equipo YMR, consiguió el título por equipos, también por tres puntos. Un final de fiesta perfecto para Hyundai Motorsport que pone de relieve no sólo el gran trabajo que ha hecho la marca con su primer coche 'carreras-cliente', sino la enorme labor de Tarquini en el desarrollo del Hyundai i30 N TCR y a lo largo de la temporada. ¡Larga vida al campeón!

Fotos: FIA WTCR

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