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IndyCarKatherine Legge regresa a la Indy 500 en el cuarto Rahal tras una década de ausencia

La piloto británica, que no participa en la prueba desde 2013, firma su retorno como única mujer inscrita hasta el momento. Legge intentará clasificarse por tercera vez para la Indy 500 tras una década en diferentes clases del IMSA, donde fue subcampeona de GT Daytona en 2018.

Katherine Legge regresa a la Indy 500 en el cuarto Rahal tras una década de ausencia
Legge vuelve a la escena competitiva de los IndyCar en el mejor asiento de su carrera - IndyCar Media

9 min. lectura

Publicado: 09/02/2023 18:15

Las 500 millas de Indianápolis volverán a tener a una mujer entre uno de sus inscritos, siendo la identidad de la misma una de las mayores sorpresas de esta pretemporada. Diez años después de su última participación en la prueba, y por ende en la IndyCar Series, la británica Katherine Legge protagonizará un inesperado retorno como cuarta piloto de Rahal Letterman Lanigan Racing, que ha confirmado este jueves su incorporación. La piloto de Surrey, de 42 años, buscará competir por tercera vez en la Indy 500 al volante del coche #44 para el que ya cuenta también con un patrocinador principal que ha trabajado recientemente con el equipo.

Esta veterana de los sportscars, con 39 carreras de IndyCar a sus espaldas, tendrá como compañeros a Graham Rahal, Christian Lundgaard y Jack Harvey, y ocupará un asiento para el que se había vinculado desde hace varios meses a todo un Ryan Hunter-Reay, campeón de IndyCar y de la Indy 500 que va camino de su segunda temporada sin disputar carrera alguna. Legge ya había competido con el equipo Rahal en la temporada 2018-19 de la extinta Jaguar I-Pace Trophy, una monomarca eléctrica soporte de la Fórmula E, en la que obtuvo una victoria en el Hermanos Rodríguez.

Legge fue subcampeona de la clase GT Daytona del IMSA, varios años después de su última Indy 500

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«Estoy encantada de volver a la mayor carrera del mundo. Volver al equipo es como volver a casa, especialmente ahora que vuelvo a pilotar para Honda en el IMSA, y ahora en IndyCar», comenta Legge, que es por el momento la única mujer en tener un programa este año a falta de conocerse los planes exactos de Simona de Silvestro y Paretta Autosport. «Competir con un equipo ganador de la Indy 500 es una oportunidad fantástica, por la que estoy muy agradecida y que intentaré aprovechar al máximo. Espero poder aprender de mis compañeros y tener una transición fluida de nuevo a los monoplazas en mayo».

Las 500 millas de Indianápolis de 2013 fueron la última participación competitiva de Legge en monoplazas. Desde entonces, la británica ha sido una competidora habitual en el certamen IMSA, primero en prototipos con el fallido DeltaWing durante tres temporadas, y después en GTs como piloto oficial de Acura en el equipo de Michael Shank. Con compañeros como Mario Farnbacher, Alvaro Parente o Andy Lally, logró cuatro victorias de clase entre 2017 y 2018, siendo subcampeona de la clase GT Daytona en ese último año a solo cuatro puntos del título.

Su cambio de equipo para llevar un Lamborghini duró solo una carrera en 2020 por la pandemia, y en los dos últimos años ha pilotado para el Team Hardpoint, un equipo cliente de Porsche, antes de regresar en este 2023 al GTD de Acura con Gradient Racing. Entre medias, Legge participó en 2018 en cuatro carreras de la NASCAR Xfinity Series, y en 2021 surgió la oportunidad de competir con el equipo femenino de Iron Lynx en tres carreras de la clase GTE-Am del Mundial de Resistencia.

Perseverancia tras múltiples intentos cercanos

Las dos participaciones de Legge en la Indy 500 se remontan a 2012 y 2013, compartiendo pista en ambas ediciones con De Silvestro y Bia Figueiredo (conocida entonces como Ana Beatriz), además de su compatriota Pippa Mann en la segunda. Su debut tuvo lugar con Dragon Racing, clasificando en 30ª posición y acabando la prueba en 22º lugar. Un año después, encontró un asiento a última hora en Schmidt Peterson Motorsports (actual McLaren) y clasificó en la 33ª y última posición, sacando de la prueba al mexicano Michel Jourdain Jr. Legge acabaría el evento en 26º lugar, sin completar las 500 millas en ninguno de los dos casos.

Desde entonces, Legge no ha cejado en su empeño por retornar a la Indy 500 en varias ocasiones, permaneciendo cerca del paddock como piloto ocasional del biplaza de Honda para invitados. Se quedó muy cerca de reemplazar a James Hinchcliffe en 2015, en 2016 con un equipo femenino que nunca se materializó (Grace Autosports), en 2018 con un principio de acuerdo con Dale Coyne Racing que acabó finalmente en nada. Todo ello, amén de numerosas rumorologías que la vinculaban a asientos vacíos de tanto en cuando, las últimas en 2020 y el posible acuerdo con el equipo no-nato de Jackie Heinricher en 2021. La propia Honda se mostró dispuesta en varias ocasiones a proporcionar un motor extra para ella si encontraba un coche.

La extinta Champ Car alumbró su carrera deportiva

Legge regresa de este modo a la escena de los monoplazas estadounidenses, donde apareció en 2005 tras no poder encontrar asientos estables en las fórmulas junior británicas. Lo hizo de forma fulgurante, ganando su primera carrera en la Formula Atlantic y replicando el tercer puesto que Danica Patrick había logrado un año antes, lo que le abrió las puertas de la Champ Car. Primero fue compañera de Oriol Servià en KV Racing, terminando 16ª en la general con cuatro top 10, y después compitió junto a Bruno Junqueira en un año plagado de accidentes y problemas mecánicos con Dale Coyne Racing, donde fue 15ª.

La crítica situación de Champ Car, previa a la reunificación con IndyCar, le llevó a competir de nuevo en Europa en el prestigioso DTM, donde compitió tres temporadas como piloto de Audi sin sumar puntos, con un 12º puesto como mejor resultado. Legge regresó en 2012 al mundo IndyCar como segunda piloto de Dragon a tiempo completo junto a Sébastien Bourdais, pero la falta de competitividad de los motores Lotus y el posterior cambio a las unidades Chevrolet hizo que el francés y ella tuvieran que repartirse un único coche a partir de la Indy 500, siendo Legge la piloto de óvalos.

Terminó el año con el mejor resultado de su segunda etapa, un noveno puesto en las 500 millas de Fontana, tres por debajo de los sextos lugares que obtuvo en Milwaukee 2006 y Long Beach 2007. La sexta era también la posición que ocupaba en el Gran Premio de Road America de 2006 cuando el inoportuno colapso de su alerón trasero le llevó a sufrir un violentísimo accidente en la curva más rápida del circuito. Pese a que el accidente parecía mortal, Legge salió ilesa y sonriendo del centro médico. Ahora, cuando sus opciones en la Indy 500 parecían estar acabadas, Legge vuelve a sonreir.

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