El CarPlay más ambicioso se estrella, las marcas lo rechazan y Apple se agarra a un clavo ardiendo…
Lo que más molesta a los fabricantes es que todos, o un buen número de ellos, compartan tecnologías. Pero los de Aston Martin pueden estar contentos porque los alemanes no quieren saber nada de la última versión del sofisticado Apple CarPlay. Los de la manzana se sienten decepcionados.

Estaban convencidos de que iban a arrasar, de que se iban a llevar a un buen número de fabricantes de calle, pero no ha sido así y, por ahora, es solo Aston Martin la que se ha hecho con lo último de la manzana mordida. De hecho, respiran aliviados al saberse los únicos que montarán la última versión del CarPlay en sus modelos más exquisitos.
Los alemanes no quieren saber nada de este sistema, especialmente de una última entrega que maneja por completo el vehículo desde el dispositivo móvil. La integración del teléfono es total, de ahí su apellido de «Ultra». Es justamente lo que se esperaba después de tres años, cuando Apple decidió dar un paso adelante y llevar la interfaz del iPhone a las pantallas de los sistemas de infoentretenimiento, logrando el aplauso de los propietarios.

Apple se ha colado en lo más profundo y sagrado de las marcas
Ahora, cuando los fabricantes han decidido que la información cuanto más completa, mejor, y que ocupe todo el salpicadero, a las propias marcas no les ha gustado la última de los de Cupertino. Así se refleja en un informe de un diario que, citando a fuentes de la industria, dejan claro que marcas alemanas como Mercedes y Audi han anunciado que no integrarán el software mejorado en sus vehículos.
Tampoco, los suecos de Volvo y Polestar, o los galos de Renault. Cinco fabricantes que fueron confirmados por la división de tecnología para coches de Apple pero que, ahora, tres años después se han echado atrás. Un palo enorme, por el que perderán miles de millones, y al que se pueden sumar unos cuantos más.
Los británicos de Jaguar Land Rover dicen «estar examinando el sistema más detenidamente», y Ford, Nissan e Infiniti callan, pero están obligados a manifestarse en uno u otro sentido. Mientras, han ganado a un trío completamente inesperado, porque los coreanos de Hyundai, KIA y Genesis se han comprometido a integrar el sistema, como Ferrari que fue el primer primer socio de CarPlay en 2014.
Apple busca la salvación en la presión de los clientes
¿Qué significa para las marcas? Los que se han distanciado del nuevo Apple CarPlay Ultra seguirán su propio camino con softwares de desarrollo propio, diferenciándose de la competencia que apuesta por la arquitectura de los del iPhone.
De hecho, lo que han traslado a la empresa es que admitieron el CarPlay clásico, que transmite principalmente música y navegación desde el iPhone, pero no el Ultra porque este accede a información adicional del vehículo, desde indicadores de temperatura hasta velocidad y consumo de combustible.
Para Apple, está claro que perderá muchísimo dinero, y que hay marcas que no quieren depender de ella, que jugará con una baza: que los clientes presionen a las marcas para que CarPlay Ultra tenga la importancia que merece. Por eso mismo, no moverán ficha alguna en un tablero que se moverá más de lo esperado, ya que iOS 26 se ampliará para incluir la visualización de widgets.