Descubierto un Maserati Khamsin fuertemente modificado por la familia real de Brunéi

No hay garaje más misterioso y que sea origen de tantas leyendas urbanas como el de la familia real de Brunéi. El voraz apetito por los vehículos deportivos y de lujo de algunos integrantes de esta familia es tal que aunque sabemos que ya no compran compulsivamente como antaño y que también se han desprendido de un buen número de modelos en los últimos años, se cree que siguen contando con miles de unidades en su colección. Muchas de ellas piezas únicas creadas en exclusiva para ellos y que en la mayor parte de los casos no suelen ser siquiera estrenadas, por lo que languidecen en la colección sin kilómetros de uso.

No menos impresionante es la composición de esta inmensa colección, de la que aún seguimos descubriendo piezas desconocidas. Hasta tal punto que muchos de los mitos y leyendas que la rodean han terminado siendo confirmados e incluso en algunos casos se ha descubierto que la realidad era mucho más sorprendente que los rumores y teorías sobre lo que esconden los garajes del sultán. Este es precisamente uno de esos casos, pues se trata de un modelo o variante hasta ahora desconocida del ya de por si raro Maserati Khamsin.

Este extraño vehículo ha aparecido a la venta en un concesionario de Londres, DD Classics, y aunque no lo parezca a simple vista, realmente se trata de un ejemplar del Maserati Khamsin. Uno de los deportivos clásicos más raros de la firma del tridente y que cuenta con uno de los diseños más particulares de la historia. Aún así, parece que la carrocería de este deportivo de motor delantero italiano no llegó a satisfacer a sus propietarios originales, la familia real de Brunéi, que en algún momento no determinado solicitó que fuera fuertemente modificado, tanto a nivel estético como técnico.

El Maserati Khamsin fue presentado en 1972 y fue uno de los primeros deportivos de producción de la célebre época marcada por la radical corriente de diseño Wedge Design, que dio lugar a algunos de los deportivos más atractivos de la historia. Aunque disponía de un afilado frontal con faros retráctiles y un V8 de 4.9 litros de 330 CV heredado del Maserati Ghibli SS, su principal rasgo se encontraba en su zaga, pues los pilotos traseros estaban apoyados sobre un plafón de cristal transparente que daba al maletero, por lo que estos parecían estar suspendidos en el aire. Este es el único modelo de la historia que empleó esta extraña pero atractiva solución estética.

A pesar de ello, este ejemplar fuertemente modificado prácticamente no cuenta con paneles en común con el Maserati Khamsin original, pues los pocos elementos que permanecen han recibido grandes dosis de fibra de vidrio para ensancharlos y dibujar la silueta de falsas entradas y salidas de aire, como solían hacer los especialistas tuning de las décadas de los ochenta y noventa. Lo único que podemos reconocer son los propios faros retráctiles delanteros, pues incluso la trasera ahora cuenta con un panel convencional con faros circulares que parecen haber sido extraídos de un Chevrolet Corvette C3. Aunque estos no son los únicos cambios, porque el V8 italiano ha sido sustituido por un V8 de origen Holden, por lo que ni siquiera la mecánica es original.

Por ahora desconocemos cuándo y por qué fue modificado este ejemplar del deportivo italiano, así como tampoco sabemos precisar si esta es realmente una pieza única o si como era habitual con los pedidos para esta familia real, formaba parte de un pedido de varias unidades. Conociendo los hábitos de compra de la familia real de Brunéi, es muy probable que existan varias unidades como esta almacenadas en alguna parte sin casi uso.

A pesar de que normalmente se menciona al Sultán de Brunéi cuando se habla de su colección, lo cierto es que quién realmente era el encargado de comprar compulsivamente los vehículos deportivos y de lujo que la componen no era el propio Sultán, como muchos siguen creyendo, sino su díscolo hermano, el Príncipe Jefri Bolkiah, antiguo Ministro de finanzas de Brunéi y también máximo responsable de la Agencia de Inversiones de Brunéi. Aunque tras un escándalo financiero que incluyó acusaciones de desfalco, tuvo que abandonar sus cargos en las instituciones públicas que presidía. Fue en aquel momento cuando también se le puso freno a sus compras compulsivas de automóviles. De no haber sido así, la colección de coches de Brunéi habría sido mucho mayor aún.

Este no solo compraba cualquier deportivo o vehículo de lujo que le ofrecieran, además encargaba modelos exclusivos que no se encontraban en el mercado, como fue el caso de los Bentley Java (el verdadero primer SUV de la firma británica) o las distintas variantes recarrozadas de Ferrari, que incluyó algunas variantes de 4 puertas, familiar o descapotables de modelos como el Ferrari 456 GT. No menos conocidos son sus Ferrari F40 customizados, con colores y configuraciones mecánicas exclusivas. El hermano del Sultán tenía por costumbre pedir los vehículos en lotes, generalmente con unidades en distintos colores. Una anécdota muy conocida de Aston Martin es que cuando recibía los habituales pedidos de este personaje real, los británicos encargaban más tonos de pintura a su proveedor, porque la orden habitual que llegaba de Brunéi era «uno de cada color», así lograban aumentar el pedido con varias unidades adicionales.

En cuanto a este raro ejemplar del Maserati Khamsin desconocemos todos los detalles relacionados con su origen, tan solo sabemos que perteneció a la familia real de Brunéi en algún momento por lo que afirma su vendedor. Pero desconocemos cuándo y quién realizó estas modificaciones, que no parecen ser demasiado antiguas, pues elementos como las llantas o las salidas de escape parecen ser de nueva factura. Además, el vendedor emplea el término ‘restomod’, lo que sugiere que las modificaciones fueron realizadas recientemente. Esta unidad cuenta con 32.064 kilómetros de uso y tiene un precio de 89.950 libras, unos 99.276 € al cambio.