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El mercado Iraní abrirá de nuevo sus puertas tras el levantamiento de las sanciones

Irán es un importantísimo mercado emergente pues cuenta con una población de 77 millones de habitantes, con un parque automovilístico muy envejecido, y con una economía creciente. El acuerdo alcanzado esta semana con las potencias occidentales vuelva a abrir sus fronteras a los negocios

4 min. lectura

Publicado: 16/07/2015 11:00

Peugeot 206 fabricado por Iran Khodro

Finalmente, el régimen de los ayatolás ha cedido ante el pulso contra Estados Unidos y demás potencias occidentales, renunciando a crear una bomba nuclear, y a que sus instalaciones nucleares sean verificadas por observadores internacionales. A cambio, se levantarán las sanciones contra el país asiático, no solo se abrirán los grifos del petróleo.

En lo que a nosotros nos interesa, eso supone buenas noticias para la industria iraní del automóvil, y también para fabricantes occidentales. El principal beneficiario es PSA Peugeot Citroën, que tiene una cuota de mercado del 30% con la marca del león, y en segundo lugar está Renault. Suministran coches por piezas para ser montados por Khodro y Sapia, debido a la política de aranceles del país.

No solo se restablecerá la cadena de suministro de componentes, también llegarán modelos completamente nuevos, pues los veteranos 206 y 405 aún se venden por allí, está vigente la normativa anticontaminación Euro 2, que en Europa se estrenó hace más de 20 años. Renault está esperando para mandar kits de Dacia Logan -Renault Tondar 90- y restablecer la producción.

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¿Cuál es la situación en este momento?

Los fabricantes chinos han aprovechado para ganar cuota de mercado, ya que las sanciones no iban con ellos. No solo PSA y Renault aprovecharán para reanudar sus operaciones a toda máquina, también hay otros fabricantes interesados en formar alianzas con los fabricantes locales.

Solo hay que ver lo que ha pasado con países como Turquía, la India, Marruecos o Tailandia, cuyos atractivos costes laborales han hecho que sean interesantes no solo para abastecer a sus propios mercados, sino para exportación. Como podemos ver en la gráfica, las cifras de Irán eran muy prometedoras hasta que comenzaron las sanciones en 2012.

En 2011 Irán fue el decimotercer fabricante mundial, se dice pronto. Después del petróleo, lo que más dinero mueve en Irán es su industria del automóvil. Si tenemos en cuenta que la edad media del parque es de 20-25 años, una economía que crece es un caldo de cultivo para fabricar y vender más.

Renault Tondar 90, el Logan iraní

Para los fabricantes también resulta interesante poder vender coches con normativas medioambientales y de seguridad muchísimo más permisivas, que en Europa sería ilegal vender. Progresivamente se irá aumentando el nivel de exigencia, pero tengamos en cuenta que la mismísima China acaba de adoptar Euro 4, lo que entró en vigor hace 10 años por Europa.

No solo de coches de bajo coste van a vivir, en una economía en crecimiento también surgen oportunidades para la gama alta, es decir, los Premium. Si los ayatolás no dan problemas con las inspecciones y se verifica que realmente se están portando bien en la delicada cuestión de la energía atómica, Irán va hacia una época de prosperidad evidente.

De momento PSA ha comentado que va a llegar al país árabe un salto generacional en cuestión de coches, por no decir que va a ser un salto de dos generaciones, o incluso de tres. En cuanto a los fabricantes franceses, el fin del pulso entre estas naciones les hará recuperar importantes ingresos, según la consultora Evercore ISI, PSA recuperaría 120 millones de euros al año y Renault 56 millones.

Fuente: Automotive News

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