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Pontiac Tojan: cuando General Motors quiso crear un rival para el Ferrari 308

A mediados de los años ochenta, en General Motors tuvieron la idea de lanzar un deportivo que fuera capaz de rivalizar con nada menos que el Ferrari 308 GTB, pero con el precio habitual de los vehículos que se podían encontrar en los concesionarios de la marca.

Pontiac Tojan: cuando General Motors quiso crear un rival para el Ferrari 308

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Publicado: 15/06/2016 11:00

El ala trasera tipo Countach era opcional.

Lejos de lo que pudiera parecer, el vehículo de las imágenes no se trata de un simple vehículo customizado y comercializado por los cientos, si no miles, de talleres y builders que han existido en el mercado norteamericano. El Pontiac Tojan fue un auténtico deportivo de producción, que fue desarrollado y fabricado a petición de la misma General Motors por Knudsen Automotive entre 1985 y 1991, y solo era comercializado por los propios concesionarios oficiales de General Motors.

Con una producción bastante escasa, se estima que se fabricaron entre 136 y 300 ejemplares en esos pocos años, el Pontiac Tojan nacía del deseo de la General Motors de crear un rival al Ferrari 308 GTB, aunque con el precio de los vehículos habituales que podíamos encontrar en sus concesionarios por todo Estados Unidos.

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Para ello, GM proveía a Knudsen de bastidores de la plataforma F, sobre la que se fabricaban modelos como el Chevrolet Camaro o el Pontiac Firebird con el que no solo guarda un notable parecido, sino del que toma numerosos y evidentes elementos.

Equipaba un V8 small block que podíamos encontrar en algunas versiones del Camaro o el Firebird.

La mecánica era un LB9 305, un V8 small block que también montaban opcionalmente el Camaro IROC-Z o el Firebird Trans Am, este siempre iba asociado una transmisión automática 700R4 de 4 relaciones. Opcionalmente se podía solicitar una versión sobrealimentada. En el caso de la variante atmosférica, este motor entregaba entre 193 y 234 caballos, como comparativa, el 308 GTB quattrovalvole, última versión del modelo lanzada en 1985 disponía de unos 238 CV en su versión americana.

Su precio partía de poco menos de 22.000 dólares y en función de la larga lista de opciones el precio final podía llegar hasta cerca de los 70.000 dólares. Lo que superaba incluso el precio de un Ferrari 308 GTB quatrovalvole de 1985, que costaba poco menos de 60.000 dólares.

La suspensión era uno de sus puntos fuertes, ya que incluso en su opción más básica, también había una suspensión deportiva opcional, el Tojan recibía una suspensión reforzada con respecto al Firebird del que derivaba en parte. En la factoría de Knudsen, en Nebraska, también se añadían cuatro frenos de disco e incluso dirección asistida.

De producción muy limitada, sigue siendo un desconocido en su propio país.

El diseño de las tapas exteriores es inequívocamente de los años 80, una mescolanza entre el Firebird y el Fiero de Pontiac, con detalles que evidentemente son tomados de deportivos de motor central europeos, como los contrafuertes traseros, a pesar de ser un modelo de motor delantero. Opcionalmente podía encargarse un alerón trasero similar al que lucía el Lamborghini Countach de la época, con forma de flecha.

Disponible tanto en carrocería coupe como cabrio, el interior se revestía por completo con paneles planos de madera vista y los asientos eran Recaro revestidos en piel. Un detalle muy interesante eran los instrumentos digitales con grafías de diseño muy simplista incluso para la época, al estilo de los empleados en el DeLorean de la película Regreso al Futuro, largometraje que nacía precisamente ese año, en 1985.

Disponible solo en los concesionarios GM de algunos estados, el Pontiac Tojan protagonizó una película y tuvo alguna escena en las series televisivas del momento. Más de 30 años después de su nacimiento, continúa siendo un gran desconocido incluso para los propios aficionados de su país, su aspecto de vehículo transformado a base de fibra no ha ayudado tampoco a que el modelo haya podido revalorizarse adecuadamente estos años, de hecho, los precios más altos conseguidos en subasta estos últimos tiempos apenas sobrepasan los 15.000 dólares.

El interior era revestido por Knudsen con paneles de madera.

Por lo que estamos ante una posible ganga futura, ya que su condición de vehículo de producción oficial limitada debería ayudar a que con el tiempo se eleven sus precios.

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