El Toyota Yaris WRC también se pone en alquiler

Declarado el éxito absoluto de los nuevos World Rally Cars y una vez que la FIA ha abierto la mano para que los privados puedan subirse a la nueva generación de coches, los fabricantes implicados en el WRC no han tardado en hacer negocio con sus coches más rápidos y tecnológicamente avanzados. M-Sport ya alquiló distintas unidades del Ford Fiesta RS WRC a lo largo de 2017 a Mads Ostberg o Armin Kremer, mientras que Citroën Racing ha vendido uno de sus Citroën C3 WRC a PH-Sport y tiene previsto colaborar con Jourdan Serderidis para que este tenga un programa de varios rallies con el Citroën.

En esta línea, parece que el Ford Fiesta y el Citroën C3 no serán los únicos World Rally Cars que caerán en manos privadas, o al menos eso se deduce de las declaraciones que Tommi Mäkinen ha realizado en medios finlandeses. El patrón del equipo Toyota Gazoo Racing ha dejado caer que a falta de un Toyota Yaris R5 que sirva como proyecto 'carreras-cliente', la formación no descarta utilizar su World Rally Car como vía de financiación para conseguir capital extra para el equipo. De esta forma, en 2018 se verán los primeros Toyota Yaris WRC en manos de algún cliente.

Al final el alquiler o venta de los World Rally Cars de nueva generación se dibuja sobre el eterno dilema que tienen los fabricantes entre poner su tecnología a la vista de ojos ajenos y sacar rentabilidad a la enorme inversión que se ha realizado para el desarrollo de sus vehículos. Sin embargo, la ventaja que hay en el seno del WRC es que el alquiler de los vehículos se realiza en un marco competitivo en el que todas las partes implicadas están presentes y los equipos oficiales pueden controlar el uso que se da a sus World Rally Cars o incluso gestionar directamente su participación en cada rally.

Fotos: Red Bull Content Pool