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¿Cuánto consume un BMW M760Li xDrive en carretera?

Aunque el consumo no será, probablemente, un motivo de rechazo para quienes quieren un BMW M760Li, sí que es interesante la lectura que hemos extraído al ponerlo a prueba. Es prácticamente impensable que un V12 pueda llegar a cifras por debajo de los 10 litros, y en algunos momentos pudimos saborear ese dato.

7 min. lectura

Publicado: 30/10/2017 09:30

Prueba de consumo BMW M760Li xDrive

El BMW Serie 7 es el máximo exponente en cuanto a exclusividad se refiere en la marca bávara. De entre todas las versiones, hay una firmada por BMW M Performance, que corresponde al motor V12 del BMW M760Li xDrive. Es la primera vez que existe un vehículo M Performance en la Serie 7 de BMW, y también es el único motor V12 que conserva la marca; es lógico pensar que el BMW Serie 7 es el coche más adecuado para equipar este propulsor.

La carrocería que se comercializa con el motor de doce cilindros es la de batalla más larga (en España no se comercializa el motor V12 con batalla corta) y es innegociable que se asocie a la tracción integral BMW xDrive. La factura no es precisamente baja, rozando prácticamente los 200.000 euros, pero nuestra unidad de pruebas aumenta la factura hasta el cuarto de millón gracias a todos sus opcionales. Hace unas semanas nuestro compañero Javier Gomara hacía una revisión en profundidad del modelo en la prueba del BMW M760Li xDrive.

Y aunque es muy probable que el consumo sea un problema menor para el propietario de este titán de la carretera, hemos decidido poner a prueba las cifras en autopista, que es el entorno natural y donde más se disfruta el vehículo... en el asiento trasero, por supuesto. Por contextualizar un poco hablamos de un coche de 2.255 kilos en vacío con 610 CV propulsado por un motor de 6.6 litros BMW TwinPower Turbo con 800 Nm de par y aceleración de 0-100 km/h en 3,7 segundos... admitimos que es muy rápido y que es capaz de arrugar literalmente el asfalto.

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Al principio nos asustamos, pero en carretera se vuelve muy eficiente

El consumo homologado según los actuales ciclos de prueba oscila entre 9,6 l/100km y 18,4 l/100km. Al arrancar el coche, el depósito nos advierte que hay disponible combustible para unos 600 kilómetros. Como referencia, un BMW Serie 740d (3.0 litros diésel de 320 CV) podría recorrer, en teoría prácticamente el doble de distancia, lo que me parece un punto a favor del V12.

El sobre régimen del coche empieza a las 7.000 rpm y como el cambio es de convertidor de par y de ocho velocidades, es normal pensar que BMW se ha guardado, al menos un par de marchas de largo desarrollo para consumir lo menos posible. En octava, el coche circula a 100 km/h a 1.300 rpm, aunque en los primeros recorridos, el tramo ha sido mayoritariamente urbano y el susto es importante al ver 17 litros en el ordenador de a bordo.

La buena noticia es que BMW tiene un programa específico que estudia minuciosamente técnicas y tecnología orientada a reducir el consumo, que se llama EfficientDynamics. Gracias a ello, ha sido entrar en carretera y bajar esa media hasta los 13 litros. Por ejemplo, el coche desacopla la caja de cambios del motor en el programa más eficiente cuando se ‘llanea’ por una autopista como parte de BMW EffficientDynamics.

De camino a Toledo pudimos leer 9,2l/100 km... ¡En un motor de 6.6 litros!

Una vez que lanzamos el coche en carretera, reiniciamos todo para recorrer 75 kilómetros mezclando modos y velocidades desde Madrid por la carretera de Toledo. En séptima, a 100 km/h el coche se revoluciona hasta las 1.700 rpm y en sexta, hasta las 2.100 rpm. Hay un escalón en las marchas de largo desarrollo de unas 400 rpm. A 120 km/h, 1.600 rpm en octava, en séptima a 2.100 rpm y en sexta a 2.500 rpm.

En cuanto pisas un poco el acelerador, te hundes literalmente sobre un sofá a medida y sales catapultado, pero esto sólo lo hicimos en un par de ocasiones para no distorsionar el consumo durante la prueba. El modo Sport es, sin duda el que imprime más carácter además de emitir un bronco sonido por los escapes. El modo ECO PRO, el más eficiente de todos, regala consumos increíblemente bajos a cambio de limitar las superlativas prestaciones del BMW, que aun así son más que de sobra.

Al finalizar el trayecto, la sorpresa fue mayúscula al ver 9,2 en el ordenador de a bordo, que obviamente, en una carretera con pendientes subiría sustancialmente. Precisamente por obtener una muestra realista, realizamos el mismo ejercicio de vuelta, a una velocidad aproximada de 120 km/h y mezclando modos, una vez más.

El coche mide más de 5,2 metros y pesa más de 2.200 kilos... y no lo parece al volante

El resultado fue de 10,6 l/100km lo que le sitúa en una media en carreteras llanas de 9,9 l/100km, tan sólo 0,3/l 100km por encima del homologado.

A nuestro compañero Javier, el coche le consumió un poco por debajo de la cifra oficial: 11,6 l/100 km de media en su semana de prueba en todo tipo de vías. La lectura que extraemos tras nuestra experiencia es que BMW EfficientDynamics regala consumos realmente bajos, entendiendo siempre que conducimos un motor de doce cilindros. No hace ni una década el homólogo a este coche habría gastado prácticamente el doble en cualquier circunstancia.

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