En Red Bull hacen las paces gracias a una barbacoa

Después de la tormenta, llega la calma. O al menos eso es lo que quieren hacernos ver en Red Bull. Y es que la guerra interna que se está desatando actualmente dentro del equipo, no puede sino perjudicarles de cara a sus aspiraciones al título.

Todo comenzó, o mejor dicho, continuó con el escándalo del accidente de Turquía, en donde ambos coches lideraban la carrera en Estambul, y a falta de pocas vueltas para el final, se chocaron en un intento por parte de Sebastian Vettel de adelantar a Mark Webber, ya que éste iba más lento. El caos se desató cuando se intentaba buscar un culpable sobre el incidente, y cuando las declaraciones tanto de Marko como de Horner parecían indicar su clara preferencia por el piloto alemán. Se calmó la cosa pero no por mucho tiempo. Ya que una decisión bastante desafortunada de Christian Horner, han dejado ver claramente sus preferencias. Aunque intente quitarle importancia al asunto.

El sábado de Silverstone, justo antes de comenzar la calificación, y viendo que el alerón delantero de Vettel se había roto durante los Libres 3 por un error de montaje, Horner decidió quitarle el alerón delantero a Webber para que lo usara Vettel. Era una actualización, de la cual solo trajeron a la carrera dos unidades, una para cada piloto.

Esto ha traído grandes controversias, y ha significado el inicio de la guerra interna de Red Bull. Mark Webber contestó al equipo al domingo con la victoria y una frase muy adecuada a los hechos, cuando felicitaron al australiano por el triunfo: "No está mal para el piloto número dos de un equipo".

El australiano también declaró: "SI hubiera sabido que las cosas se desarrollarían así, entonces no habría alargado nunca el contrato". A cuyas palabras siguieron inmediatamente comentarios de que Mark Webber rompería el contrato. Christian Horner respondía: "Mark tiene un contrato con nosotros. Nosotros le damos un coche con el cual puede luchar por ganar carreras e incluso ganar el título. Dudo que deje escapar algo así".

Ahora, después de un fin de semana lleno de tensión, parece que se han calmado las cosas, al menos, puertas hacia afuera. Christian Horner celebró su tradicional barbacoa en su casa invitando al equipo, entre los cuales, asistieron, obviamente, Mark y Sebastian.

Durante la velada, y a pesar de que al principio, ambos pilotos intentaban esquivarse, se discutió nuevamente el asunto del alerón.

Finalmente acabaron Webber, Vettel, Hornery y Newey incluso cantando juntos. Mientras que Sebastian interpretaba "Smoke on the Water", el australiano eligió una versión de "Summer of 69". Entre salchichas, canciones y fuego, los de Red Bull "fumaron la pipa de la paz".

"Mark es un jugador de equipo. Entiendo que en un duelo intenso entre dos compañeros de equipo, a veces salte la liebre", explica Horner. "Pero sobre el papel tenemos que decir y mantener que Mark hizo en Gran Bretaña una carrera excelente. Existe una dura lucha entre ambos chicos. Trabajamos como equipo mejor que nunca. Nuestro fuerte es el trabajo en equipo. Solo así podemos mantenernos con los grandes equipos como Ferrari y Mclaren".

Habrá que ver cuánto tiempo dura la paz en el equipo. Lo cierto es que la mala gestión en algunas decisiones por parte de Christian Horner, es la principal causante del malestar que hay últimamente entre sus dos pilotos. Si quieren luchar seriamente por el título, tendrá que haber igualdad de condiciones para los pilotos, para que puedan luchar en pista de igual a igual.

¿Hasta cuándo durará esta tregua momentánea?