GP Estados UnidosMax Verstappen ya es tetracampeón del mundo
Todavía restan cinco grandes premios para que la temporada 2024 termine, pero sólo una hecatombe permitirá que Max Verstappen se corone campeón del mundo por cuarta vez consecutiva. ¿La razón? Lando Norris no es rival para el neerlandés.
Hace muchas carreras que Red Bull comenzó a ofrecer signos de flaqueza y, quien más quien menos, anticipó una remontada espectacular de Lando Norris para impedir el cuarto entorchado consecutivo de Max Verstappen.
De hecho, a lo largo de las últimas citas, el asunto de las órdenes de equipo ha sido tema de conversación recurrente en los medios de comunicación y entre la afición.
McLaren se ha negado a centrarse por completo en Lando Norris y muchas han sido las voces que lo han considerado un error, ya que cualquier punto era importante en esa anticipada remontada.
Sin embargo, las carreras pasan y Max Verstappen sigue conservando una ventaja enorme. En concreto, 57 puntos que, a falta de cinco grandes premios por disputarse, suponen una losa pesadísima que estoy convencido que Lando Norris no podrá superar.
La técnica del adelantamiento se ha acabado convirtiendo en lo que podría llamarse una «carrera al vértice»
Lando Norris, un gran piloto que aún no está preparado
No cabe duda de que Lando Norris es un piloto de gran talento y velocidad. Sin embargo, en reiteradas ocasiones ha demostrado no estar preparado para ser catalogado de candidato al título mundial de Fórmula 1.
Sí, en teoría lo es porque es segundo en la clasificación y las matemáticas le dan opciones, pero personalmente considero que nunca lo ha llegado a ser en la práctica.
Si Max Verstappen ha demostrado algo a lo largo de los últimos años, es su absoluta capacidad para reducir los errores al mínimo, independientemente de las circunstancias y del monoplaza que lleve entre manos.
Este Max Verstappen es el mismo que sufrió lo indecible con un Red Bull muy mediocre en la etapa de dominio de Mercedes, y que aun así sumaba poles, podios y victorias. Luego, cuando llegó el periodo de avasallamiento del equipo anglo-austriaco, se convirtió en intocable.
Y ahora que Red Bull vuelve a sufrir, sigue sacando el máximo provecho del material del que dispone cada fin de semana. No se puede decir lo mismo, en cambio, de Lando Norris.
El inglés ha cometido errores de forma frecuente y también ha dejado escapar oportunidades. No sólo eso, ante un Max Verstappen implacable —incluso sucio— en el cuerpo a cuerpo, se ha mostrado blando, ingenuo e intimidado donde otros han sabido aprovechar un monoplaza superior a base de paciencia o inteligencia.
El resumen, por tanto, es que con estos ingredientes Lando Norris no podrá vencer jamás a Max Verstappen, por mucho que tenga un monoplaza superior. ¿Evolucionará y será más fuerte en el futuro? Sin duda, tiene tiempo para ello.
¿Es Max Verstappen demasiado sucio?
En Austin hemos vivido un nuevo capítulo del duelo entre Max Verstappen y Lando Norris que, como suele ocurrir, ha caído del lado del neerlandés de Red Bull (aunque esta vez gracias a una penalización a su oponente).
Pero, ¿lo ha logrado con malas artes como muchas voces afirman? Lo cierto es que, en la Fórmula 1 que entre la FIA y los comisarios deportivos han creado, la técnica del adelantamiento se ha acabado convirtiendo en lo que podría llamarse una «carrera al vértice».
Es decir, que lo importante no es quién consuma el adelantamiento completo dentro de la pista, sino quién llega primero al vértice de la curva. Lo que ocurra después, con tantos circuitos repletos de escapatorias de asfalto, es lo de menos.
¿Por qué ocurre esto? La explicación la encontramos en el mismo documento de sanción a Lando Norris por sobrepasar los límites de pista en su intento de adelantamiento a Max Verstappen en Austin.
«El coche 4 [Norris] estaba adelantando al coche 1 [Verstappen] por el exterior, pero no estaba al mismo nivel que el coche 1 en el vértice».
«Por lo tanto, según las Directrices de Estándares de Conducción, el automóvil 4 había perdido el ‘derecho’ a la curva. En consecuencia, como el automóvil 4 salió de la pista y volvió a ponerse delante del automóvil 1, se considera que se trata de un caso de salida de la pista y obtención de una ventaja duradera».
Más concretamente, las mencionadas directrices especifican que, cuando un piloto adelanta por el exterior, debe cumplir tres criterios para ganarse el derecho de paso:
- Colocar el eje delantero como mínimo a la misma altura que el eje delantero del otro coche en el vértice de la curva y hasta la salida.
- Ser pilotado de forma segura y controlada durante toda la maniobra (entrada, vértice y salida).
- Ser capaz de tomar la curva dentro de los límites de la pista.
Del mismo modo, un piloto que adelanta por el interior debe cumplir lo siguiente:
- Tener su eje delantero como mínimo a la misma altura del espejo del otro coche, no más allá del vértice de la curva.
- Ser pilotado de forma segura y controlada durante toda la maniobra (entrada, vértice y salida).
- Sin forzar (intencionadamente) al otro coche a salir de la pista en la salida. Esto incluye dejar un ancho justo y aceptable para el coche que se adelanta desde el vértice hasta la salida de la curva.
- Ser capaz de tomar la curva dentro de los límites de la pista.
Max Verstappen se ha convertido en un especialista en este tipo de pilotaje, alargando intencionadamente la frenada para llegar al vértice de la curva por delante de su rival, ganando así el ‘derecho de paso’.
Lo que ocurra después, pues ya se verá, aunque generalmente no es gran cosa por obra y gracia de las mencionadas escapatorias de asfalto. Curiosamente, en las curvas con hierba o grava estas cosas no ocurren.
En realidad, esto no es exclusivo de Verstappen, y todos los pilotos lo hacen en mayor o menor medida. De hecho, en circuitos muy propicios como el de Austin, lo hemos presenciado de forma insistente durante todo el fin de semana.
¿Es Max Verstappen un piloto sucio? Si nos ceñimos a los estándares actuales de la Fórmula 1, probablemente no más que muchos de sus compañeros de parrilla. Pero, sin duda, es mucho más hábil a la hora de sacar partido del reglamento.