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Mercedes, acusada de manipular a la FIA por la normativa de los suelos para 2023

En la definición del reglamento relativo a los suelos de los monoplazas para el año que viene, la FIA se ha dado de bruces con la oposición de varios equipos que consideran que elevarlos sólo favorecerá a Mercedes y su W13.

Mercedes, acusada de manipular a la FIA por la normativa de los suelos para 2023
Las flechas plateadas son las que más han sufrido con el 'porpoising'. - Mercedes

7 min. lectura

Publicado: 23/07/2022 14:20

Desde que comenzase la pretemporada (o el mal llamado shakedown) en el Circuit de Barcelona-Catalunya allá por el mes de febrero, los equipos descubrieron a las pocas vueltas cuál iba a ser el mayor problema de la nueva generación de monoplazas: el porpoising.

Los rebotes a alta velocidad en línea recta hicieron que los pilotos tuvieran que adaptar su estilo de conducción rápidamente al bamboleo de unos coches caprichosos que perdían y ganaban carga aerodinámica a marchas forzadas, entrando en un bucle del que salían con pasadas de frenadas o incluso trompos.

Acción-reacción

Sin embargo, tras haber superado el ecuador de la temporada 2022, los equipos han demostrado que, en mayor o menor medida, este contratiempo es cosa del pasado, si bien aún hay algunos circuitos que exacerban este obstáculo en la conducción.

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La polémica ha vuelto a la parrilla una vez que la FIA ha comenzado a intentar definir la normativa respecto a los suelos para 2023: alegando una razón de seguridad, el órgano rector de la Fórmula 1 pretende elevar los suelos de los monoplazas hasta 25mm del suelo, una medida que no ha sentado nada bien a la mayoría de equipos.

Horner se niega a pasar por el aro para que Mercedes, según su opinión, salga beneficiada.

La discordancia es tal que incluso jefes de equipo como Christian Horner han señalado que Mercedes está detrás de todo esto. «Creo que el problema es que lo que están buscando como solución para el año que viene», comentó el dirigente británico a Sky F1, asegurando que acatarán los controles del rebote en Bélgica sin problemas, criticando posteriormente los planes para 2023.

«La directiva técnica ni nos va ni nos viene, me parece que hay una gran presión para cambiar el reglamento de forma significativa para el año que viene, para que cierto equipo pueda bajar su coche y beneficiarse de ese concepto. Estamos en un punto muy avanzado del año para hacer esto. Creo que el presidente está haciendo lo correcto, está cotejando toda la información, y espero que encuentren una solución sensata, porque es demasiado tarde para hacer cambios tan grandes como ese», prosiguió.

Horner ofreció gratuitamente la solución a los problemas de Mercedes con su W13: «sólo tienes que subir el monoplaza, es fácil», espetó. «Nosotros no hemos tenido ningún problema en todo el año, sólo hay un equipo que ha sufrido mucho. Contamos con algunos de los ingenieros con más talento del mundo en este deporte, y casi puedo garantizarte que, si volvemos el año que viene, probablemente no habrá coches con problemas».

«En las últimas carreras parece que estaba todo bien, aquí en Francia también, así que no queremos precipitarnos, reaccionar de forma exagerada y que impacte en los fundamentos del coche del año que viene», concluyó Horner.

Preocupación... ¿real?

Si la FIA consigue que dicho problema 'cuele' como solución para un problema de seguridad, no necesitaría del apoyo de los equipos para que salga adelante. Es por ello que hasta media parrilla no lo ve así y quiere someterlo a votación, aunque Mercedes va por su propio camino.

«Algunos equipos querían cambios, otros no», explicó Andrew Shovlin. «Creo que el compromiso venía de los equipos que pensaban que habría un cambio, pero queremos que sea el mínimo posible. Como ya hemos dicho, como equipos probablemente todos podemos mitigar esto, pero si queremos conseguir que los coches se comporten de forma diferente, esta normativa siempre provocará que el coche quiera ir muy pegado al suelo».

Mercedes llegó a presentar una base para un segundo tensor en su suelo, pero finalmente la FIA se vio obligada a no permitirlo.

«Ha habido algunos accidentes importantes este año en los que la plancha del coche estaba tocando con el suelo: como consecuencia, el piloto pierde el control, se va por encima de los bordillos y golpea el suelo, que es lo que ha provocado que lleguen a las barreras a esa velocidad», agregó el jefe de operaciones en pista de Mercedes.

«Ese es el argumento de seguridad, creo que se trata tanto de eso como de comodidad», asestó, afirmando que el coste de esta nueva medida es «prácticamente nulo», al contrario de lo que vaticinaba Horner.

«Queremos claridad. ¿Van a cambiar? Si es así, pongámonos de acuerdo. Nuestra postura con la FIA siempre ha sido la de que, como equipo, tenemos que arreglar nuestros problemas nosotros mismos. Nos lo propusimos como objetivo desde el primer día, pero la realidad es que estos coches siempre golpearán el asfalto. Aunque se puede mitigar y mejorar, si queremos cambiarlo de raíz necesitaremos un cambio en el reglamento», añadió.

Por último, Shovlin no se olvidó de la normativa que el año pasado afectó a los equipos con menor rake, como Mercedes, mientras que otros como Red Bull siguieron hacia adelante sin excesivos problemas.

«Nosotros no sabemos si este cambio del reglamento nos favorecerá o no. Cuando en 2020 llegó esa regla por motivos de seguridad, Red Bull y Ferrari no se opusieron. Lo más importante es que Mercedes tampoco se opuso a ese cambio, no nos convenía y se sucedió», cerró.

Fuente: Racefans.net

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