Newey se imagina teorías conspiratorias con el tema de los difusores. Ferrari, máximo beneficiado

Adrian Newey, estrella indiscutible de Red Bull y de la Fórmula 1 actual, compara la prohibición de los escapes sopladores con la prohibición, en 1993, de las suspensiones activas, cuando Williams arrasaba con su FW15C, después de venir de ganar el título de constructores y el de pilotos, con Mansell , quien lograba las poles ese año con más de dos segundos de diferencia.

Si bien fue Lotus quien comenzó con las andadas en las suspensiones activas, fue Williams quien mejoró el sistema en el 91, aunque su falta de fiabilidad, ese año, hizo que fuera el Mclaren de Senna, el que se hiciera con el título. Pero en 1992 nadie pudo con ellos ni con su sistema.

El año 1993 iba a ser más de lo mismo, y la FIA tenía que pararlo como fuera. ¿Y qué hizo? Se basó en que la prohibición se debía a que las consideraron dispositivos aerodinámicos móviles, prohibidos en el reglamento.

Ahora, la razón de la prohibición de los escapes sopladores no es que sea ilegal, sino que no se basan en el principio fundamental de los escapes.

En ambos casos, Newey considera que la FIA fue responsable de eliminar elementos determinantes en el éxito de un monoplaza pero no por considerarse ilegales, ya que en ambos casos, la decisión se toma después de un tiempo de cosechar resultados.

"No entiendo, ya que fue declarado legal, hasta esta carrera", refiriéndose a Gran Bretaña, primera carrera en la que no se podrán usar los escapes sopladores durante la frenada.

Según comenta el propio Newey, ahora es fácil llegar a teorías conspiratorias, ya que tanto en aquel entonces, como ahora, hubo un máximo beneficiado: Ferrari.

Y es que Ferrari, a principios de los 90, no lograron, técnicamente, acercarse a la cabeza. Los italianos intentaron desarrollar una suspensiones activas similares a las de Williams, pero no les resultó demasiado. En el invierno de 1993/94 se prohibieron cosas como las ayudas electrónicas y las suspensiones activas, algo que hizo que la distancia de Ferrari respecto de la cabeza disminuyera notoriamente.

Las teorías conspiratorias en Fórmula 1 son bastante habituales, y al menos Newey puede imaginárselo: "Mi interpretación de todo es que, de nuestros principales rivales, que son Mclaren y Ferrari, Ferrari no haya conseguido hacer trabajar bien sus escapes. Así que estarán muy contentos de ver que se ha prohibido", cree firmemente el genio de Red Bull que tantos quebraderos de cabeza está dando al resto de ingenieros de sus principales rivales.