Sainz cuenta la verdad sobre el famoso cambio de chasis: “El equipo actuó antes de lo planeado”
El comienzo de temporada de Carlos Sainz no fue como él hubiera deseado y las dudas sobre el chasis utilizado por el español aparecieron. Ahora que todo ha vuelto a la normalidad, el piloto de Williams se sincera sobre este asunto.

Carlos Sainz causó un gran impacto en Williams nada más comenzar a trabajar con ellos, siendo muy rápido tanto en el test de diciembre en Abu Dhabi como durante la pretemporada de febrero en Baréin.
Y todo parecía ir en la misma dirección en los primeros entrenamientos del Gran Premio de Australia, que daba comienzo a la temporada. Sin embargo, las cosas no tardaron en torcerse, llegando a tocar fondo en China.
«Confirma un poco lo que os contaba hace cinco o 10 años que igual no comprabais»
Un cambio de chasis
Aunque Carlos Sainz era consciente de que necesitaba mucho trabajo de adaptación al nuevo monoplaza, había algo que no encajaba. Y es que nada de lo que probaba funcionaba o, incluso, empeoraba las cosas.
«Empecé la temporada muy fuerte en los test de Baréin, y los comentarios también fueron positivos en el test de diciembre en Yas Marina. Pero en los dos primeros fines de semana de carreras tuve problemas en la clasificación, no tuve la sensación que esperaba», recuerda Sainz de aquellos inicios con Williams.
Williams había reciclado los chasis de 2024 -aplicando algunas actualizaciones- para reducir costes y tener más margen de maniobra para el coche de 2026, decidió hacer un cambio. Y ya en la tercera cita del año, la de Suzuka, las cosas comenzaron a funcionar.
Trabajo duro con la puesta a punto
Después de aquello, Carlos Sainz encadenó cuatro clasificaciones seguidas superando a Alexander Albon, que hasta el momento se había mostrado mucho más rápido que el español. Pero este no cree que el cambio de chasis fuera la única razón de su resurgir.
«El equipo decidió cambiar el chasis antes de lo planeado. Es cierto que fui más rápido a partir de Japón», admite Carlos Sainz.
«Pero no creo que haya sido solamente el chasis, creo que se debió más a los cambios de configuración que me ayudaron a conducir mejor y a entender el coche», amplía a continuación, convencido de que su esfuerzo y el de sus ingenieros pesó más que el citado cambio de monocasco.
Adaptación a un nuevo equipo, ¿mito o realidad?
Carlos Sainz no ha sido el único que ha sufrido a la hora de cambiar de equipo. Algo que, además, se ha agravado con los peculiares y complejos monoplazas de efecto suelo del actual periodo reglamentario.
Ejemplos como el de Ricciardo con McLaren o el mismísimo Lewis Hamilton con Ferrari lo certifican, aunque es algo que Sainz lleva años advirtiendo.
«Les entiendo, porque sé lo complicado que es. ¿Orgullo? No. Entiendes el porqué cuesta tanto, porque yo lo he tenido que sufrir cambiando de equipo en cinco ocasiones, y es algo de lo que antes prácticamente ni se hablaba, del proceso de adaptación», explica Sainz al ser preguntado por su relevo en Ferrari.
«Antes, todo el mundo esperaba que ya en la tercera carrera estuvieras ahí. Me acuerdo con Ricciardo, cuando cambió a Renault, y también a McLaren, hubo un proceso de adaptación. Y yo también, en cada equipo que he cambiado», prosigue Carlos Sainz.
«Y antes era como que la gente lo veía un poco como una excusa. Y ahora que un siete veces campeón se cambia y también le cuesta, confirma un poco lo que os contaba hace cinco o 10 años que igual no comprabais, pero ahora sí que se compra», denuncia.

Qué busca Sainz en un coche de F1
En un mundo que se mide por milésimas, y en el que la parrilla actual está extraordinariamente comprimida, cada detalle cuenta. Y la capacidad de adaptación o hasta qué punto se sincronice un piloto con su monoplaza, es vital.
«Primero tienes que tener un punto de suerte, que cuando te cambias de equipo hay estilos de conducción que van bien a un tipo de coche y otros que van peor», expone Carlos Sainz.
«Yo siempre he ido un poquito mejor con un coche estable, porque mi estilo de conducción natural es que logro rotar más el coche en curva, es decir: creo muchísimo sobreviraje con el freno y con el volante», desarrolla a continuación.
«Si tú me pones un coche estable o demasiado estable, yo lo hago girar, y si me pones un coche con muchísimo tren delantero, me gira demasiado. Por lo tanto, en el mundo ideal, tiro más hacia el lado estable, pero en mi vida he llevado un coche tan afilado de delante como el Ferrari de 2022 y acabé haciendo poles y terminé el año superfuerte», argumenta.

Esa capacidad de adaptarse a monoplazas que no demandan un estilo de conducción natural para Sainz es algo que le hace sentir orgulloso, y también confiado de que, tarde más o menos, acabará siendo rápido con cualquier tipo de coche.
«Eso me da el orgullo y la satisfacción de saber que, me echen lo que me echen, lo haré bien. Si me das lo que me viene natural, perfecto, voy rápido enseguida. Y si me das lo contrario, también me pude adaptar y, aunque igual no era mi mejor versión, creo que era una versión bastante sólida», afirma Sainz.
«Igual que, por ejemplo, me subí al McLaren y en la primera carrera dije: “Este coche me encanta”. Y ahí saqué mi mejor versión de F1, probablemente. Incluso el Ferrari del 2021 también me gustaba mucho», concluye el ahora piloto de Williams.
Fuente: Motorsport-total.com | Mundo Deportivo