La veteranía de Sainz fue decisiva para evitar un error que muchos hubieran cometido: “Habría sido muy fácil caer en la trampa”

Carlos Sainz disfrutó de su mayor periodo de estabilidad en Ferrari, equipo con el que trabajó durante cuatro temporadas. Pero la decisión de Lewis Hamilton de abandonar Mercedes truncó su sueño de continuar en Maranello y debió buscar otro destino.

Finalmente, este fue Williams, un equipo histórico que llevaba muchos años en horas bajas y buscaba un líder que contribuyera a su recuperación. Pero Carlos Sainz tenía más pretendientes: Audi y Alpine. ¿Por qué decidió apostar por el único equipo privado que no cuenta con el apoyo de un gran fabricante?

«Mira, este año está perdido. Seguiré desarrollando el coche, trabajaré con el equipo, pero no tengo ninguna posibilidad»

Primero, las personas

Carlos Sainz necesitó varios meses para decidirse por uno de sus pretendientes, lo que incluso llegó a irritar a algunos de sus colegas de parrilla. Pero, finalmente, eligió Williams y estas fueron sus principales razones para hacerlo.

«Primero de todo, hice un análisis a conciencia junto con mi equipo del estado en el que estaba cada equipo disponible para mí en 2025», comienza explicando Carlos Saizn en relación con el proceso de selección llevado a cabo.

«Pusimos todo encima de la mesa, tanto lo que podían aportar cada uno a corto o medio plazo, es decir, resultados este año, como lo que podía suponer unirme a una de esas escuderías a partir de 2026 con la nueva reglamentación. Decidí que Willams era la que mejor cumplía con ambos objetivos, a corto y largo plazo, y aquí estoy», añade el madrileño.

Carlos Sainz ha insistido en muchas ocasiones que en Williams su opinión es escuchada y valorada, algo que en otros equipos no sintió del mismo modo. Pero también desvela que ese no fue un factor descalificante en la decisión.

«Todos los equipos con los que hablé me dejaron muy claro que íbamos a trabajar muy de la mano y creo que todos me habrían acogido con los brazos abiertos. En ese sentido, no creo que hubiese habido muchas diferencias», asegura Sainz.

«Pero yo soy alguien que da mucho valor a las relaciones personales, me gusta confiar en las personas, más que en los números, en los datos y demás. La manera en que James afrontó la negociación y la situación siempre me transmitió confianza», matiza a continuación, revelando la verdadera razón que desniveló la balanza en favor de Williams.

Palabra de Vowles

Carlos Sainz eligió creer en James Vowles y en Williams, incluso en contra de lo que la lógica le aconsejaba. El propio piloto madrileño señala que en 2024 «este equipo fue noveno y pasar a ser quintos era un paso muy grande que Williams quería dar. Era mi esperanza, pero quizás el sentido común me decía que era un paso bastante complicado de un año para otro».

«James [Vowles] fue muy honesto y muy claro conmigo, me dijo que creía firmemente que se podía cumplir», añade Sainz. «Dados los progresos que estaban haciendo en el equipo y en el túnel de viento, confié».

Finalmente, la palabra del director del equipo británico se cumplió y Williams no se conformó con terminar quinto en el campeonato de constructores, «sino que también hemos podido subirnos al podio y en algunas carreras meternos en la lucha con los equipos de cabeza».

Este último hecho ha sido el que más ha sorprendido a un Carlos Sainz al que no le encajaban resultados tan destacados. «Primero teníamos que ser los más rápidos de mitad de tabla y luego, como mínimo, íbamos a tener ocho coches más rápidos que Williams».

«Obviamente, los cálculos para subirse al cajón no salían, salvo que pasase algo fuera de lo normal o realmente tuviésemos una temporada tan buena como hemos tenido al final. Por ese motivo no contaba con el podio» admite.

La travesía por el desierto de Sainz

La primera temporada de Carlos Sainz en Williams ha tenido un final feliz, pero el piloto español tuvo que completar antes una dura travesía por el desierto con algo más de media temporada sin los resultados esperados.

A este respecto, Sainz apunta que «el momento más duro fue después del parón veraniego, porque volví superfresco y lleno de energía, e hice dos fines de semana muy fuertes en Zandvoort y Monza».

«Ambos terminaron en choques, y el equipo no tuvo nada que ver. En la primera mitad de la temporada, hubo muchos errores de estrategia y ejecución; simplemente no estábamos haciendo un buen trabajo en cuanto a la ejecución de los fines de semana, y regresamos después del descanso de verano con un reinicio sólido», añade el piloto español.

«Me sentí fresco y listo, pero debido a pequeños errores de juicio por mi parte y de mis rivales —teníamos potencial para P6, P7 en Zandvoort y Monza—, nos fuimos a casa sin nada. La segunda mitad comenzó tan mal como la primera, pero tuve que decirme: “Sigue insistiendo, los resultados deben llegar”, y luego llegaron», celebra Sainz, aliviado.

La voz de la experiencia

Pero, para que llegaran esos resultados con tres podios incluidos (uno de ellos en el Sprint de Austin), Carlos Sainz tuvo que recurrir a la experiencia y perseverancia para no tirar la toalla.

«Pensé: “Este no es mi año, no importa cuánto lo intente”», revela el piloto de 31 años. «Habría sido muy fácil caer en la trampa de rendirme y decir: “Mira, este año está perdido. Seguiré desarrollando el coche, trabajaré con el equipo, pero no tengo ninguna posibilidad de obtener buenos resultados este año porque alguien ahí arriba decidió que 2025 no es mi año para obtener resultados”».

Y llegó el Gran Premio de Azerbaiyán, en el que la dinámica cambió por completo y permitió a Carlos Sainz realizar un final de temporada espectacular.

«Inmediatamente después llegó Bakú y subí al podio, lo que demuestra que hay que esforzarse una vez más porque nunca se sabe si a la vuelta de la esquina puede haber un buen resultado», reflexiona Carlos Sainz.

«He tenido que esforzarme más que nunca y creo que la resiliencia es algo muy importante cuando eres un atleta, tienes que ser resiliente ante todos estos reveses y seguir probando cosas diferentes», agrega, antes de admitir que 2025 ha sido un año extremadamente exigente a nivel mental.

«Este año me ha puesto a prueba porque lo más extraño es que el ritmo estaba ahí desde el principio, el coche estaba ahí desde el principio, pero hicieron falta 10 o 12 carreras simplemente para conseguir algo», zanja el piloto de Williams.

Fotos: Williams Racing