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Sauber pierde la apelación, pero el 'caso Van der Garde' no ha acabado

La Corte Suprema de Victoria rechaza la apelación de la escudería Sauber, y Giedo van der Garde sale definitivamente victorioso en el duelo legal con el equipo suizo. La defensa de Sauber rozó el ridículo ante los jueces y el abogado del piloto, que tumbaron cualquier alegato. Al culebrón aún le queda algún capítulo.

8 min. lectura

Publicado: 12/03/2015 06:36

Sauber volvió a perder. La Corte Suprema de Victoria, tras un juicio que estuvo cerca del bochorno, rechazó su apelación sobre la sentencia que daba la razón a Giedo van der Garde. Tres jueces hicieron sudar a la defensa de los suizos, que además caía por sí sola. A las 16:30 en Australia, 06:30 am en España, llegaba la resolución: la Corte rechazaba la apelación, Giedo ganaba y tiene derecho a subirse al monoplaza este fin semana. Sin embargo, no es seguro que eso vaya a ocurrir, dado que queda muy poco tiempo y además Van der Garde no dispone de superlicencia, algo que, según él mismo, puede ser solucionado rápidamente. Por otra parte, Sauber ha sido obligado a pagar al piloto los costes de defensa. Van der Garde presentó un desacato al tribunal por parte de Sauber para asegurarse de que cumplirán, y los procedimientos judiciales se reanudarán antes de los primeros entrenamientos libres, a las 00:30h (horario español) de la madrugada del jueves al viernes.

La envenenada pelota, por tanto, se mantiene en el tejado de Sauber. Los representantes de los otros dos afectados, Marcus Ericsson y Felipe Nasr también estuvieron presentes en el juicio. Desde Brasil llegaba la noticia de que si Sauber decidía bajar a Nasr del coche, Banco do Brasil, que aporta unos 40 millones de dólares, retiraría su patrocinio al equipo. Ericsson también aporta capital, y el problema sigue siendo grande. Sauber tiene tres pilotos contratados, dos coches y muy poco tiempo para decidir qué hacer y cumplir con la ley.

La cuestión se complica, ya que el abogado de Van der Garde ha amenazado con pedir el bloqueo de las piezas de la escudería dirigida por Monisha Kaltenborn si no dejan correr a su piloto. Un piloto que, además, no aparece en el documento de incritos en la FIA para este Gran Premio

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Así transcurrió el juicio

Sauber había defendido el día anterior que subir al holandés a un monoplaza adaptado para otro piloto comprometía la seguridad del gran premio. Alegaron que no quedaba tiempo para preparar todo y, por si fuera poco, que Giedo van der Garde no tiene la superlicencia, que no fue renovada este año. Sin embargo, la no renovación es en parte responsabilidad del equipo, así que el abogado de Sauber tiraba, sin saberlo, piedras a su propio tejado. Además, los jueces recordaron que Van der Garde ya había ganado un juicio a Sauber en Suiza el pasado 3 de diciembre, por lo que la escudería tuvo tiempo de sobra para solucionar el problema y adaptar el coche al piloto con el que tenían vínculos legales.

La versión de los hechos del abogado de Nasr y Ericsson no mejoró la defensa de Sauber. Comenzó asegurando que ni Nasr ni Ericsson ni sus managers sabían nada de los procedimientos de arbitraje originales ni de la sentencia del 3 de diciembre. Poco después preguntó directamente a los jueces qué piloto de los tres debería dejar fuera el equipo, y expresó el temor de que Marcus o Felipe se enfrentaran a procesos judiciales si Sauber privaba a Van der Garde del asiento.

La defensa de Van der Garde, empezó recordando que la culpa de la no renovación de la superlicencia era del equipo. Añadió que podrían conseguir una superlicencia, pero restó importancia a ese hecho en la apelación. Continuó asegurando que, para la FIA, hacer un cambio de piloto de última hora es algo muy sencillo que se puede hacer justo antes de la clasificación, al contrario de lo que había dicho la defensa de Sauber.

El abogado narró que Monisha Kaltenborn, jefa de equipo, escribió a la Junta de Reconocimiento de Contratos el 3 de marzo asegurando que la unión de Van der Garde con Sauber había terminado el 6 de diciembre, es decir, después de que el piloto hubiera ganado el juicio celebrado en Suiza y en el que se había decretado que la escudería debía darle un asiento. Además, dejó claro que ni Ericsson ni Nasr se enfrentarían a medidas legales si Sauber los eligiera a ellos antes que a Van der Garde. Sauber contraatacó con una última pataleta: el contrato de Giedo se rompió el 6 de febrero porque habló con medios de comunicación rompiendo la cláusula de confidencialidad.

Apelación denegada

Sin embargo, ninguna razón de la defensa del equipo convenció a los jueces, que ya al acabar la apelación avisaron a Sauber de que fuera preparando el coche para Van der Garde, algo que no habían hecho desde que dieran la razón el día anterior al piloto. Cuatro horas después salió la resolución, ya con Van der Garde en la Corte (no estuvo durante el juicio de apelación), en la que definitivamente echaban para atrás la apelación y obligaban a Sauber a pagar los costes legales al holandés.

"No se ha podido demostrar ninguna práctica injusta", por lo que la decisión de la Corte Suprema de Victoria y la Corte de Suiza se mantenía. Los jueces declararon que cualquier problema de seguridad (en los que se escudaba Sauber) deberá ser tratado por la FIA. Tras la sentencia, el abogado de Van der Garde tomó la palabra de nuevo para exponer un desacato al tribunal por parte de Sauber. Dijo que el equipo suizo había tratado de alargar el asunto hasta que pasara la carrera, y que Sauber y su jefa Monisha Kaltenborn habían realizado desacato al tribunal al ignorar una orden judicial. Además, pidió secuestro de los activos de Sauber en Australia si el equipo no cumple.

Los capítulos finales de este extraño y surrealista episodio se vivirá dos horas antes del arranque de los entrenamientos libres: a las 10:30 hora australiana, 00:30 hora española.

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