500 millas de Indianápolis 2023: así sale la parrilla de 33 que lidera Alex Palou

Un año más, la palabra 'velocidad' ha dominado la conversación durante las semanas previas a las 500 millas de Indianápolis, quizá más que nunca en el siglo XXI. Aun siendo un elemento intrínsecamente ligado a la existencia misma del evento desde sus inicios, la conversación acerca de los récords murió a mediados de los años 90, aparentemente para no volver nunca más. Seguridad, costes, menor popularidad del producto... Todo ello, por fortuna, parece quedar atrás progresivamente, a medida que el público llena las gradas con los mejores números de asistencia en 25 años. Palabras mayores para una cita que, habitualmente, congrega a más de 300.000 fieles el día de la carrera.

Por tercer año consecutivo, se puede decir que la parrilla de la Indy 500 es la más rápida de la historia, con un promedio de 232.184 millas por hora entre los 33 coches. Un registro que hace dos años habría valido la pole por un cómodo margen, y que solo superan otras tres poles en toda la historia (1992, 1996 y 2022). La de Alex Palou vuelve a subir el listón histórico, con una vuelta por encima de 235 mph y un registro total que solo está por detrás del 'coche supersónico' con el que Arie Luyendyk promedió 236.986 mph en 1996, pero que solo le sirvió para clasificar en mitad de parrilla por no realizarlo en el Pole Day.

Aun queda un poco para llegar a eso, pero ya no tanto. Otros muchos registros se han batido por el camino en un fin de semana de clasificación extasiante como pocos se recuerdan, con un número récord de 106 intentos de clasificación, drama en casi todas las posiciones y múltiples historias a lo largo de una parrilla tan ecléctica como competitiva: nueve ganadores previos de la Indy 500, cuatro debutantes... y un ratio de pilotos americanos idéntico al año pasado: 13 en parrilla, pero solo dos de ellos en las primeras cuatro filas (top 12). Todo ello, a partir de las 18:45 hora peninsular, liderado por un español con ganas de seguir haciendo historia.

PRIMERA FILA

Después de tres años mejorando progresivamente su gran rendimiento en clasificación, Alex Palou se hizo con la preciada pole, solo la segunda que obtiene en IndyCar, y con el récord de velocidad de la misma en Indianápolis. La oportunidad de liderar la parrilla de la Indy 500 camino de la bandera verde le llega en uno de los mejores momento de su carrera, liderando la clasificación tras un sólido inicio de año ensalzado por su gran victoria en el Gran Premio de Indianápolis por casi 16 segundos. En su contra, el mal ratio moderno de victoria de los poleman (solo un ganador desde 2010) y su palmarés fuera de circuitos permanentes, aún inédito.

Alex Palou, ante su mejor ocasión para inscribir su nombre en la historia de la Indy 500.

A solo cuatro milésimas de distancia, Rinus VeeKay se sumó a un selecto club con su tercera primera fila consecutiva en Indianápolis, donde todavía no ha logrado un gran resultado final a la altura de sus excelsas clasificaciones. Puede ser un buen año para ello y brindarle la primera victoria en la prueba al equipo de Ed Carpenter... pero por el exterior sale un Felix Rosenqvist hambriento, que ya lideró la Indy 500 en las postrimerías del evento el año pasado y que encabeza el ataque a cuatro bandas de McLaren en busca de un triunfo que transforme su futuro a corto plazo, aún sin destino claro en la categoría.

SEGUNDA FILA

Desde la primera fila de Robby Gordon en 2001, los coches de Foyt no se habían acercado siquiera de forma remota a un buen resultado en Indianápolis, con novenos puestos como su techo en clasificación o carrera. La llegada de un piloto con duende en Indianápolis como Santino Ferrucci, y su gran trabajo con el ingeniero Michael Cannon, han cambiado por completo la perspectiva, y amenazan con darle una gran alegría al veterano A. J. Foyt a sus 88 años tras la reciente muerte de su mujer... aunque el coche no parece tan sólido en ritmo de carrera.

La extrema competitividad de O'Ward tiene su gran prueba de fuego en Indianápolis.

Comparte fila con dos animales, cada uno a su estilo. Pato O'Ward viene de ser segundo en la edición del año pasado, en tres carreras de este año y en la clasificación general, y busca romper esta dinámica con un triunfo que le lance finalmente al estrellato internacional. A su vez, Scott Dixon fue el gran dominador de la carrera de 2022 hasta que un error propio en la última entrada a pits le costó una segunda victoria que se le volvió a escapar por 14ª edición consecutiva. Los años no pasan en balde, pero en 500 millas no hay muchos que ofrezcan más garantías.

TERCERA FILA

La fila más experimentada de esta Indy 500, y la única con tres ganadores de la prueba, está encabezada por un Alexander Rossi cuyo cambio de equipo le ha permitido mantener su competitividad extrema en Indianápolis. Siempre un espectáculo en esta pista, Rossi trata de revalidar el histórico y sorprendente triunfo que logró como rookie en la centenaria edición de 2016 a base de estirar hasta lo imposible un tanque de gasolina. Pocos hay que sepan adelantar tanto y mejor que Rossi, pero solo le falta volver a encontrar la dosis de fortuna.

Kanaan pone fin a su trayectoria en la categoría tras 26 temporadas consecutivas.

Takuma Sato ha sido rápido con todo tipo de coches en Indianápolis, pero pilotar para el equipo dominante de los últimos dos años le sitúa alto en las quinielas para cumplir por por tercera vez su plan trienal de victorias en la Indy 500. De esta carrera, y de la IndyCar, se despide el popular Tony Kanaan, cuya 22ª y última participación llega tras su gran podio del año pasado y en un equipo como McLaren con el que podrá seguir aspirando a todo, en el décimo aniversario de su ansiada victoria.

CUARTA FILA

Casi nadie contaba con él pese a tener un gran coche, pero Marcus Ericsson supo aprovechar la oportunidad que el destino le privó a dos de sus compañeros, y dejó en la estocada a McLaren para hacerse con una victoria en la Indy 500 que validó su constante progresión en los últimos años. Ya con un estatus más sólido en la categoría como piloto de garantías a la hora de obtener buenos resultados, y con una victoria en el zurrón en este mismo 2023 (St. Petersburg), tiene el difícil reto de ser el primer piloto en repetir en años seguidos desde Hélio Castroneves en 2002.

Tras pasar hace poco por el altar, Ericsson quiere más anillos en su mano.

La mejoría de Foyt se trasladó también a un Benjamin Pedersen que se ha permitido el lujo de arrebatarle al mismísimo Tony Stewart la mejor vuelta 'rookie' de clasificación de la historia, y que cuenta con un gran coche de carrera que podría permitir a este piloto, top 5 de Indy Lights en los dos últimos años, debutar en la prueba con un gran resultado. A su lado tendrá al veteranísimo Will Power, vigente campeón de IndyCar y el menos damníficado de la incurable falta de velocidad de Penske en clasificación, pero al que su ritmo en tráfico convierte en un peligrosísimo rival para repetir la victoria de 2018.

QUINTA FILA

Por tan solo cuarta vez en los últimos once años, Ed Carpenter se ausenta de las posiciones delanteras de parrilla en Indianápolis, una costumbre que no ha resultado en la victoria que persigue con tanto ahínco desde hace dos décadas. No con menos ímpetu lo hará Scott McLaughlin, cada vez más integrado en el estrellato del campeonato, y que intentará acompañar la victoria obtenida en Barber con un buen desempeño, en un tipo de carrera que el tricampeón de Supercars todavía no domina del todo.

No se sorprendan si el rosa vuelve a ser protagonista como en 2021...

El gran foco de esta fila, sin embargo, está situado en Kyle Kirkwood, que ha ido dejando atrás un primer año en Foyt lleno de accidentes. En su gran oportunidad con Andretti, el competidor más dominante del Road to Indy ha roto la veda de la victoria en Long Beach, ha sido el mejor clasificador del equipo con un amplio margen y, sobre todo, cuenta quizá con uno de los cinco mejores coches de carrera de la parrilla. No le pierdan de vista, porque es el 'caballo negro' por excelencia de esta cita.

SEXTA FILA

Dos títulos de IndyCar, múltiples victorias cada año en todo tipo de terrenos y un dominio total en la mayoría de carreras de óvalo (como en Texas este marzo) no son suficientes para que Josef Newgarden aspire con plenas garantías a la victoria en Indianápolis, sin que la 'era Aeroscreen' haya dado grandes réditos a Penske en este aspecto. Es la gran cuenta pendiente del piloto estadounidense más exitoso del siglo 21, que partirá en el medio de la única fila 100% americana.

Desde que Roger Penske compró el óvalo, sus coches sufren en el sitio en el que más dominaron...

Por dentro, la habitual situación en zona media de un Conor Daly al que cada vez se le observan menos fogonazos de lo que un día prometía, pero que suele subir posiciones como la espuma en Indianápolis antes de que el inevitable suceso inaudito le deje sin opciones. Por fuera, el retorno de Ryan Hunter-Reay, el único piloto americano en aunar título e Indy 500 en las últimas dos décadas, y cuyas opciones no son nada desdeñables con un equipo conocido por sus buenos coches de carrera y sus excelentes paradas.

SÉPTIMA FILA

A. J. Foyt lo intentó sin éxito en 15 ocasiones, Al Unser en otras cinco y Rick Mears solo una más. Entre los tres pilotos que ganaron cuatro veces la Indy 500 con anterioridad, ninguno le echó el guante a una quinta, algo que Hélio Castroneves busca por segundo año. Con 22 ediciones a sus espaldas como piloto más experimentado de la parrilla, apenas le ha podido hacer frente a la relativa falta de velocidad de su equipo, y su inicio de temporada en IndyCar ha sido atroz, pero Indianápolis saca lo mejor de un competidor que entiende estas cuatro curvas como nadie.

Herta sabe como ganar remontando, pero para ello tendrá que tener lejos los muros.

El brasileño estará rodeado de coches de Andretti. La posición de salida de Romain Grosjean ha sido casi la mejor noticia de un mes de mayo muy discreto, tras unas primeras carreras en 2023 muy positivas con dos segundos puestos, pero no parece que aquí vaya a romper la racha de 16 podios sin victoria que acumula entre F1 e IndyCar. Con un mejor coche de carrera parte en primera instancia Colton Herta, quien aún no ha sacado en óvalos el gen ganador que exhibe en circuitos, y al que no le vendría mal acabar arriba tras un inicio de año menos lustroso.

OCTAVA FILA

Hace mucho frío fuera de Penske para los pocos pilotos que han probado tales páramos. Simon Pagenaud, el peor situado de los nueve ganadores de la Indy 500, buscó un revival al estilo de Castroneves, pero la cosa se torció a mitad de año y su segunda temporada va camino de empeorarlo todavía más. Su equipo no da con la tecla pese a compartir setups con los coches de Andretti, entre ellos el que lleva el propio nombre de la formación como apellido.

Aún duele en el seno de los Andretti la pole desaprovechada de 2020.

En su tercer año como 'Indy-only', y con el título de la veraniega SRX bajo el brazo, Marco Andretti no parece tampoco este año en disposición de acabar con la maldición que persigue a su familia en esta pista, siendo quizá el último que se pueda enfrentar a ella. Entre medias de ambos, un ambicioso David Malukas que sufrió más de la cuenta en clasificación y necesitó un gran cuarto intento para salir de la quema, pero que necesitará más si quiere mantener su nombre en las agendas de los grandes equipos.

NOVENA FILA

No fueron los dos mejores intentos de clasificación de la historia, pero el simple hecho de que Agustín Canapino esté compitiendo en la Indy 500 parece todavía irreal. El 15 veces campeón de turismos en Argentina ha sobrepasado todas las expectativas en las que eran prácticamente sus primeras carreras al volante de un monoplaza, y cuenta con un buen coche de carrera que le puede hacer sorprender... si no acusa su falta de experiencia en carreras así.

¿Sabían que Argentina ganó el Mundial? Muchaaaaaaachos...

Todo lo contrario que un Callum Ilott que sufrió toda la semana con un chasis defectuoso hasta que un cambio de coche a última hora le permitió (a la segunda) meterse en parrilla por los pelos. Sigue sin ser un gran coche, pero el británico podrá enmendar en pista su debut del año pasado, que terminó en lesión en la muñeca. Por delante de ellos, Devlin DeFrancesco, el más lento de los cinco Andretti, siguiendo la tónica del resto de la temporada, y sin grandes expectativas más allá de acabar, en el contexto de un año de transición hasta su eventual salida del equipo.

DÉCIMA FILA

Llena está la historia de la Indy 500 de pequeños equipos que superaron todas las expectativas para llegar a competir en la prueba, y Abel Motorsports añadió un nuevo capítulo. En su primer evento de IndyCar, sin alianzas con otros equipos y con una combinación piloto/chasis que dos años antes no logró clasificarse, esta formación de Indy NXT clasificó a R. C. Enerson a la primera, por delante de pilotos con más entidad y medios.

Katherine Legge y la sonrisa eterna del trabajo bien hecho.

Entre ellos, un Christian Lundgaard cuyo fantástico inicio de temporada (pole en el Indy GP) no le ha servido para que los óvalos dejen de ser su gran cuenta pendiente. El danés, y todos sus compañeros a tiempo completo, se vieron superados por una excelsa Katherine Legge. Su regreso a la prueba diez años después ha venido acompañado de un gran rendimiento, el récord femenino de velocidad que databa de 2002 y un desafortunado accidente con Stefan Wilson que le ha obligado a recurrir a un chasis reserva.

UNDÉCIMA FILA

Por todos los motivos no deseables, Graham Rahal ha sido el gran protagonista del mes junto al poleman Palou hasta ahora. La falta de rendimiento de los coches del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing desembocó en su dramática eliminación en el Last Chance Qualifier a manos de su propio compañero, un deshauciado Jack Harvey que se coló con un desesperado último intento contra todo pronóstico, cuando los buitres orbitaban ya sobre su asiento para el resto de la temporada.

Mismo lugar, mismos compañeros... y coche nuevo en un drama cinematográfico sin igual.

Quiso la diabólica fortuna que Rahal tuviese una segunda oportunidad a raíz de la lesión de Stefan Wilson, que había clasificado en 25º lugar, tras su accidente con Katherine Legge, otra de los pilotos de Rahal. Con el beneplácito de la marca nipona, Rahal ocupó su hueco y buscará su redención final desde la última plaza. Completa la última fila por el interior el debutante Sting Ray Robb, subcampeón de Indy Lights y uno de los nombres más espectaculares del mundo de las carreras, pero que ha tenido un inicio espantoso hasta la fecha en su temporada 'rookie' (cuatro abandonos en cinco carreras, más pelear en el LCQ).

Fotos: IndyCar Media