El Chevrolet Camaro cumple su 50º aniversario
El Chevrolet Camaro cumple hoy 50 años desde el inicio de su comercialización, el 29 de septiembre de 1966. Tras cinco décadas, seis generaciones e incluso un lapso entre 2002 y 2009 en el que no se comercializó, el Camaro continúa siendo todo un referente de la marca y el mundo del motor americano.
Aunque coincidiera con el primer día oficial del Salón de París de 2016, no nos ha pasado desapercibida una fecha tan importante a nivel histórico como es la de hoy, en la que se cumplen nada menos que 50 años del arranque oficial de la comercialización del Chevrolet Camaro. Medio siglo de vida para uno de los modelos más importantes, no solo de la marca o del mercado estadounidense, sino de la propia historia del motor.
El Camaro, que inicialmente nacía como respuesta al Ford Mustang, supo rápidamente ganarse su propio espacio en el mercado, sin tener que estar bajo la sombra del pony car de Ford. Convirtiéndose en todo un icono del automovilismo norteamericano, aunque como norma general, el Ford Mustang es inmediatamente mencionado en cuanto se habla de los orígenes del Camaro..
Irónicamente, el propio Mustang nacía como respuesta al Chevrolet Corvair Monza, y cierto tiempo después, algunos ingenieros y diseñadores que trabajaron en General Motors en aquella época, revelaron que GM realmente ya estaba trabajando en diseños similares al Camaro desde el propio año 1958. Modelos que nunca llegaron al mercado debido al escaso interés de la compañía por este segmento.
Es conveniente reseñar, que al contrario que el Mustang, el Camaro no ha sido comercializado ininterrumpidamente durante estos 50 años, ya que desapareció del mercado durante buena parte de la década pasada. Sin embargo, este hecho no supuso que perdiera importancia de cara a los aficionados, de la misma manera que pudo sobrevivir a la lamentable, automovilísticamente hablando, década de los setenta, en la que como todos los modelos prestacionales del mercado estadounidense, el Camaro tuvo que sufrir las condiciones más adversas a nivel comercial.
En total, el Camaro ha disfrutado de 6 generaciones, unas más queridas por los aficionados que otras, pero que continúan siendo todo un referente para la mayoría del público.
El Camaro llegaba en 1966 al mercado como modelo 1967. Basado en el Chevrolet Nova compacto, el Camaro ofrecía no sólo un excelente paquete de bastidor y mecánicas, además fue la base perfecta para una gran variedad de versiones y variantes deportivas, las que realmente han forjado la historia del modelo.
Durante su primera generación, que estuvo en el mercado entre el MY 1967 y el MY 1970 (1970 ½ para los más puristas), el pony car de Chevy disfrutó de numerosas versiones, llamadas en los Estados Unidos paquetes de acabado o rendimiento, como la RS o Rally Sport, la SS o Super Sport, la Z/28 o incluso, aunque no muchos lo sepan, el radical ZL1, el Camaro más brutal y que no debía haber nacido, pero que llegó a las calles gracias a un absurdo error burocrático, como ya os contamos en su momento.
Ya en su propia presentación, los ejecutivos de Chevrolet no podían disimular que tenían como objetivo al Ford Mustang, llegando incluso a contestar, a la pregunta de qué es un Camaro, con la ya legendaria respuesta ”es un pequeño animal que come Mustangs”. Reseñar que Mustang es la palabra con la que se define en los Estados Unidos a los caballos libres o salvajes, como ya os comentamos en su día cuando analizamos el origen español de la denominación Mustang.
Lo cierto es que el origen real de la palabra nunca ha estado claro del todo, lo que sí es seguro es que el Camaro continuaba la tradición de la marca de empezar todas sus denominaciones comerciales por la letra C, como Chevelle o Corvette. En teoría, los ejecutivos de Chevy encontraron la palabra “camarade” en un diccionario francés, que significa literalmente amigo o compañero, sin embargo, el vocablo Camaro no tiene ningún significado, al menos conocido. Durante una buena parte de su desarrollo, una de las denominaciones escogidas fue Chaparral, aunque el nombre en clave era Panther y el código de proyecto que se le asignó fue XP-836.
A inicios de 1970 llegaba al mercado la segunda generación del Camaro, que estrenaba nuevo tamaño y nuevo estilo, que según algunos historiadores estaba inspirado en los modelos de la italiana Ferrari. Esta generación fue la que tuvo el infortunio de vivir la década de los setenta y por lo tanto, tener que sobrevivir a las sucesivas crisis energéticas que asolaron la economía internacional durante esos años.
Por este motivo esta generación estuvo tanto tiempo en el mercado, llegando hasta el modelo 1981. El presupuesto de desarrollo para este tipo de modelos rápidamente se esfumaba a partir de la primera Crisis del Petróleo, en 1973, por lo que el Camaro se tuvo que adaptar a las nuevas normativas anticontaminación y a la transformación radical del mercado, que comenzó a demandar modelos más pequeños, prácticos y económicos.
Al final del ciclo de vida de la segunda generación, el Camaro base contaba tan solo con unos 115 caballos, lo que contrasta con los 155 que disfrutaba la misma versión de acceso doce años antes.
En 1981 nacía la tercera generación del modelo, que sufrió uno de los cambios de diseño más importantes de la historia del modelo. Comercializado en 1981 como modelo 1982, el Camaro de tercera generación estrenaba unos rasgos completamente diferentes, aunque respetando las proporciones de su carrocería original, capó largo y trasera corta.
Esta generación estrenó mejoras en el bastidor y sistema de inyección por primera vez en el modelo y fue el primer Camaro que incorporó luz de freno trasera central, la cual se tuvo que añadir en el modelo 1986, el mismo que introdujo la célebre versión IROC Z, siglas de Internacional Race of Champions.
La cuarta generación llegó en 1993, con numerosos cambios a nivel de bastidor pero que sin embargo era una evolución en lo estético con respecto a la generación precedente, pasando de las afiladas líneas y perfiles cuadrados a las suaves y orgánicas curvas que definieron a todos los modelos diseñados en esa década.
Esta generación supuso un salto tecnológico y de potencia con respecto al anémico Camaro de los años 80. La quinta iteración del modelo llegó a compartir motores V8 con el Corvette C5, como el V8 LS1 de 5.7 litros, el primer bloque de aluminio ofrecido en el Camaro desde que a finales de los sesenta Chevrolet comercializara aquellas pocas unidades del salvaje Camaro ZL1 de 1969.
A pesar de contar con una gama muy heterogénea, tanto a nivel mecánico como de versiones de carrocería, la cuarta generación supuso el fin del Camaro recién estrenado el siglo XXI. Las bajas ventas de los modelos basados en la plataforma F-body, Camaro y Pontiac Firebird, fueron las responsables de que entre 2002 y 2009 no hubiese ningún Camaro en los concesionarios de Chevrolet.
Según avanzaba la primera década del siglo XXI, las diversas corrientes de diseño retro y el auge de los modelos prestacionales, propiciaba que Chevrolet volviera a poner en estudio el Camaro, con el lanzamiento de un concept que estaba dotado de la imagen de la primera generación del modelo.
La excelente respuesta que tuvieron tanto ese concept como el prototipo similar del Mustang presentado por Ford, fueron el acicate para que en 2009 comenzara la fabricación de la quinta generación del pony car de Chevy, cuyo éxito solo puede ser comparable a la de la primera generación del modelo, en la que precisamente estaba basado estéticamente.
El nuevo Camaro retro fue todo un éxito desde el primer momento, lo que derivó no solo en múltiples versiones durante su vida comercial, sino en la continuación de la saga con la llegada en 2015 de la sexta generación, que evoluciona el concepto estético del Camaro V pero que representó un enorme salto cualitativo en lo tecnológico con respecto a su antecesor.
En estos 50 años, el Camaro nunca ha dejado de ser un referente deportivo y estético de la marca. Que a pesar de contar con un modelo estandarte como es el Corvette, siempre ha disfrutado de un Camaro con mucho protagonismo en el mercado, a la altura del Mustang.