BMW se equivocó en su pronóstico, las pruebas de prototipos y fotos espía de coches nuevos no han terminado aunque son muchos los que no vemos
Los prototipos son claves en el desarrollo de los coches nuevos. Las marcas cuentan con una amplia flota de unidades, más de un centenar, que acumulan millones de kilómetros entre todos ellos, y cada decena con un trabajo de prueba asignado. Te contamos algunos de los secretos que todavía no sabes de ellos.
«Algún día los prototipos de los coches nuevos desaparecerán de las carreteras». Fueron las palabras de un alto cargo de la marca de Múnich cuando esta estrenó uno de los túneles aerodinámicos más sofisticados del mundo. Hace más de una década de aquella declaración presumiendo de la capacidad de la magna instalación en el centro de I+D de BMW de reproducir todo tipo de situaciones de conducción, especialmente inclemencias meteorológicas.
La tecnología ha avanzado a un paso de gigante, y cada vez son más las marcas que cuentan con brutales simuladores de conducción donde se realiza el 80 por ciento del desarrollo. Sin embargo, tanto los túneles de viento como los simuladores tienen un inconveniente común: no pisan el asfalto pero los programas de prueba de los coches nuevos se acortan significativamente. Esta era la idea de los bávaros y la de evitar al máximo las temidas fotos espía, aunque a su favor tienen que son también muchas las que nos perdemos.
Dónde están las fotos espía que no vemos
Acostumbrados a ver las pruebas de nuevos modelos en Europa y en Estados Unidos o en China, hay muchos más sitios de pruebas en todo el mundo pero no hay un espía en cada esquina. Las grandes flotas de prototipos y mulas son enviados a diferentes localizaciones. Mongolia es uno de los países que recibe prototipos de las marcas europeas, aprovechándose de los dos hemisferios. Mientras que una flota de prototipos se encuentra en el norte, la otra se encuentra en diferentes países del sur, enfrentándose a todo tipo de situaciones.
Es una de las claves para también vender los modelos en determinados mercados. Las marcas deben certificar ante las autoridades de cada país que el vehículo ha sido sometido a ensayos específicos teniendo en cuenta factores como las temperaturas o los diferentes grados de humedad para así garantizar el funcionamiento y asegurar la durabilidad de todos los sistemas, pinturas o de la calidad de los materiales, especialmente los que se ven seriamente afectados por el óxido.
El final de los prototipos, por qué acaban en el desguace
Pero seguramente te preguntarás qué ocurre con toda la flota de unidades de pruebas. El «Master», el primero que sale de las líneas de producción, suele guardarse para siempre en un gigante almacén, y otras unidades, las más completas en especificaciones también se mantienen durante un tiempo por si el fabricante necesita realizar pruebas concretas. Pero, el final es siempre el desguace, recurriendo a empresas especializadas para el desmantelamiento y descontaminación. Los componentes a bordo no cuentan con número de referencia. Es obligatorio en los modelos de producción, por lo que no se pueden vender y lo más sensato es acabar del tamaño de un ladrillo.