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Cuando te compras un Maserati Ghibli creyendo que vale 1 millón de dólares y resulta ser falso

En el mundo de los coches de colección, a veces a uno le pueden dar gato por liebre. Cuando la documentación o los números de carrocería, chasis o motor se alteran, se puede colar un vehículo de escaso valor como si fuese un unicornio. Es lo que le pasó a Adam Levine.

Cuando te compras un Maserati Ghibli creyendo que vale 1 millón de dólares y resulta ser falso

6 min. lectura

Publicado: 08/03/2023 22:00

Adam Levine, conocido por liderar la banda Maroon 5 y haber sido jurado de «La Voz» en versión americana, es alguien que puede permitirse caprichos caros, como tener coches italianos de colección de los años 60-70. Hace más de dos años, poseía un Ferrari 365 GTC/4 de 1972 y un 365 GTC de 1968.

Un buen día, le contacto un bróker bien conocido de automóviles de lujo, Rick Cole. Es una empresa que lleva 50 años en el negocio de tasación, subasta y búsqueda de coches clásicos que tienen valor como inversión. Dice tener un historial de 20.000 transacciones, por lo que no se trata de un aficionado.

Adam fue asesorado por el bróker y le avisó de un buen trato, quedarse con uno de los 45 Maserati Ghibli Spyder SS que se fabricaron entre 1970 y 1973, a cambio de prácticamente un millón de dólares. Se trataba de la unidad 1241, que al igual que sus hermanos de pequeña serie, contaba con un motor 4.9 V8 de 335 CV y el toque del carrocero Ghia. Nada que ver con el Ghibli moderno, que conste.

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Estos coches eran rivales directos del Ferrari 365 GTB/4 Daytona Spyder, producidos en una tirada similarmente corta y con prácticamente la misma potencia. A Levine le debió parecer buena idea, porque siguió el consejo del bróker y puso en marcha la operación a través de su fideicomiso.

Aprovechamos para hacer un pequeño inciso. La gente con mucho dinero suele delegar estas tareas en gente que entiende, se pagan las comisiones que hay que pagar, y santaspascuas. Para poder llevar a cabo el trato, Levine tenía que aportar sus dos Ferrari y otros 100.000 dólares, para así amasar una cantidad de 950.000 dólares (al cambio, algo más de 900.000 euros).

El trato fue llevado a cabo en diciembre de 2020. Se suponía que Levine había adquirido el AM115.49S.1241. Pues bien, pasado un tiempo, se descubrió el pastel, el coche no era auténtico por una simple y sencilla razón, el 1241 realmente está en una colección privada en Suiza, la colección de Clive Joy.

Captura de la página web de Rick Cole

El viernes 17 de febrero, los representantes legales de Adam Levine pusieron una demanda contra Rick Cole para deshacer el acuerdo o recuperar los 950.000 dólares. Le acusan de tergiversación negligente, tergiversación intencional, encubrimiento fraudulento e incumplimiento de contrato.

La demanda se resume en un: «No lo sé, Rick, parece falso»

Dicho de otra forma, los abogados de Adam Levine creen que el bróker, sabiendo que no se trataba del auténtico 1241, hizo todo lo posible para hacerlo pasar como tal. Resulta que el número de bastidor y motor estaban alterados y se pusieron posteriormente, tratando de imitar la numeración de Maserati.

El bróker había aportado un certificado de autenticidad de un experto en la materia, Fabio Collina, pero resulta que ese certificado se refería al auténtico 1241, no a la unidad adquirida por Levine. Sospechan que se trata de un Maserati Ghibli Spyder de inferior valor, e incluso un Coupé que ha sido modificado para parecer un producto de Ghia.

Placas identificativas del Maserati Ghibli Spyder SS número 2052 (que son auténticas)

La demanda especifica que descubrieron que el 1241 falso se fue a ofrecer en una subasta en 2015, pero se retiró del proceso cuando surgieron dudas sobre su autenticidad. Asímismo, cuando Adam Levine se planteó la posibilidad de venderlo -antes de saber que era falso-, el bróker le aconsejó no hacerlo, supuestamente para evitar que alguien descubriese el pastel. Así acabó sucediendo.

No siendo un auténtico Maserati Ghibli Spyder SS, desde luego algún valor tiene, pero más de 900.000 euros va a ser que no. La historia fue destapada por Los Angeles Times y no logró contar con la versión de Rick Cole. En cualquier caso, la reputación de la empresa puede quedar seriamente socavada como se demuestre que fue parte del engaño.

¿Quién podría fiarse de una empresa que ha vendido un coche falso a sabiendas, con tal de cobrar su jugosa comisión?

Solo unos meses antes de que esta operación de compraventa se llevase a cabo, Maserati puso en marcha la iniciativa Maserati Clasiche para salvaguardar y promover su legado. Entre los servicios ofertados está la certificación de autenticidad y originalidad. Tal vez sus expertos tengan que desarmar el falso 1241 para determinar exactamente su origen, o al menos, encontrar una explicación a este misterio.

Fuente: Los Angeles Times

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