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#Dieselgate en Francia: Tras Volkswagen, PSA y Renault se investiga a Fiat Chrysler

Las autoridades francesas comenzaron a sondear a finales de 2015 si más fabricantes habían hecho como Volkswagen, engañar para hacer pasar sus diésel por más limpios de lo que realmente eran. Los jueces investigan a Volkswagen, PSA, Renault y Fiat Chrysler por presunto fraude agravado.

6 min. lectura

Publicado: 22/03/2017 20:00

A partir de un mandato de Ségolène Royal (Ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía de Francia), Francia empezó a buscar más casos de fraude en su mercado automovilístico tras lo de Volkswagen en lo referente a motores diésel. La Dirección General de la Competencia, el Consumo y el Control de Fraudes (DGCCRF) fue el ente encargado de comenzar las pesquisas preliminares.

Se analizaron 100 modelos representativos del mercado francés de múltiples fabricantes, buscando programaciones fraudulentas. En otras palabras, se quería averiguar si algún motor funcionaba de acuerdo a la normativa solo en caso de detectar una prueba de homologación -que siempre se hacen de la misma forma. De ser así, se causa un perjuicio contra la salud pública y el medio ambiente.

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Además del caso evidente, el de Volkswagen, la DGCCRF señaló a Renault a principios de este año como sospechosa de cometer un fraude agravado, y PSA también tiene un modelo que se está investigando. Fuentes judiciales han confirmado en las últimas horas que Fiat Chrysler Automobiles también se ha unido a este "selecto" club. Estar bajo investigación no implica culpabilidad, que conste.

Prueba de emisiones de un Opel Zafira Tourer CDTI

Quien sí puede estar más tranquilo es General Motors, pues la misma DGCCRF confirmó en un comunicado de prensa reciente que nada se ha encontrado contra el fabricante americano ni su marca europea, Opel. Por lo tanto, General Motors está tachado en la lista de fabricantes a los que investigar.

Para Renault el escenario no es muy favorable

La semana pasada Libération publicó que la DGCCRF cree que Renault ha falseado sus emisiones durante los últimos ¡25! años, basándose en el testimonio de un empleado ya retirado. Se sugiere que los altos ejecutivos lo sabían, se pueden citar tanto a Carlos Ghosn como a Carlos Tavares, que ahora es CEO del Grupo PSA.

Renault se apresuró a decir que ningún coche que hayan fabricado ha defraudado a las autoridades y que no hay programaciones fraudulentas. Eso sí, no entran en el fondo de la acusación porque el contenido de la investigación es confidencial y ni siquiera ellos saben cómo va la instrucción. Renault no se va a pronunciar sobre una información que no es oficial, esta es oficiosa.

Prueba de emisiones de un Renault Espace dCi

Hasta la fecha Volkswagen ha sido el único fabricante que admite haber hecho las cosas mal con sus motores. No obstante, Opel y Renault han llamado a revisión a miles de coches para reducir -voluntariamente- las emisiones de óxidos de nitrógeno en condiciones de utilización real. Ese es el quid de la cuestión, la utilización real.

Dentro del laboratorio de homologación todos los fabricantes tienen que cumplir con los límites de las normativas Euro. Si la centralita del motor es capaz de detectar las condiciones de prueba puede forzar a que los sistemas anticontaminación sean más eficientes durante la misma, aunque en una carretera real no funcionen así.

En la práctica los fabricantes se acogen a la llamada "ventana térmica", es decir, en función de las condiciones de utilización los sistemas anticontaminación pueden desactivarse temporalmente para reducir el riesgo de averías. "Temporalmente" puede ser durante varios meses al año (o todo el año, dependiendo de la zona geográfica). Esto, nos guste o no, se ajusta a la normativa actual, que se cambiará en cuestión de meses.

Así es la "ventana térmica", en algunas condiciones los sistemas anticontaminación de los diésel se relajan o dejan de funcionar

En Francia el motor diésel ha gozado de una enorme popularidad en los últimos años y sus fabricantes nacionales han sido uno de los principales adalides del gasóleo. Hoy día el clima es muy diferente, y desde el estallido del Dieselgate en septiembre de 2015 el escrutinio al que se someten estas mecánicas es muy notorio.

La opinión pública está un poco más concienciada por los efectos adversos que tiene sobre la salud el exceso de emisiones de óxidos de nitrógeno de los diésel, pues causan cáncer, enfermedades respiratorias, ozono a baja altura (que es tóxico), etc. Grandes ciudades como París han tenido que tomar medidas impopulares para reducir la contaminación.

Tal y como está montada la Unión Europea, le compete a los estados miembros, como Francia, imponer sanciones por vulnerar la normativa anticontaminación. Los jueces tendrán que dilucidar si hay programaciones fraudulentas o si los motores se acogen al comodín de poder contaminar más si con ello protegen la mecánica o el sistema de escape. Lo primero no sería legal, lo segundo sí.

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