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Estados Unidos se cierra, China se abre

Mientras Estados Unidos está cerrándose en banda con una política proteccionista, China está abriéndose cada vez más a la inversión extranjera. Las normas que regulan los dos mayores mercados del mundo van a provocar cambios notables en la industria del automóvil.

5 min. lectura

Publicado: 15/07/2018 19:00

A medio y largo plazo las políticas proteccionistas impulsadas por el presidente Donald Trump pueden salirle a Estados Unidos por la culata. Es de sentido común, y de primero de economía, el proteccionismo solo es eficaz en el corto plazo.

Estados Unidos elevó los aranceles a 34.000 millones de dólares en productos chinos, a lo que los asiáticos respondieron de forma recíproca. Entre esos productos se encuentran los automóviles, que Estados Unidos exporta mucho más que importa respecto a ese país.

Dos de los principales perdedores de esta guerra iban a ser Tesla y BMW. El fabricante californiano ha visto cómo sus coches eléctricos han subido mucho de precio en China porque los aranceles a los automóviles americanos ya van por el 40%. Por otro lado, BMW es el mayor exportador de coches de Estados Unidos, su mayor fábrica del mundo está allí.

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En cuestión de días estos dos fabricantes han visto cómo pueden esquivar la guerra arancelaria. No solo han tomado medidas para esquivar la guerra EEUU-China, también se preparan para una eventual guerra comercial entre EEUU y la Unión Europea. Mientras Trump siga en sus trece, es lo que pasará.

Ahora mismo hay tensión diplomática entre los dos lados del Atlántico. Estados Unidos aumentará los aranceles a los coches europeos, y la Unión Europea responderá de forma recíproca. ¿Solución? Fabricar más fuera de Estados Unidos, solución análoga a la anunciada por Harley-Davidson en el mundo de las dos ruedas.

China se está preparando para la apertura de su economía a mayor inversión extranjera, pero sin tantas pegas. En 2022 se espera que China elimine los requisitos de formar una empresa conjunta con fabricantes chinos, que no se pueda superar el 50% de la propiedad o que sea necesaria una transferencia tecnológica.

Fábrica de Tesla en Fremont (California, EEUU)

Tesla ha esperado a ese momento, para poder montar en China su segunda gigafactoría, que tendrá una capacidad de producción de unas 500.000 unidades al año, como Fremont (California). De todas formas, Tesla tiene previstas más factorías en su plan de expansión internacional.

Tesla no tendrá que aliarse con nadie, ni compartir tecnología con nadie, un peaje que había que pagar para acceder al lucrativo mercado chino y a la vez evitar los aranceles a la importación de coches extranjeros. Por cierto, China redujo esos aranceles recientemente, por lo que es más fácil exportar coches a China con precios más competitivos para los consumidores.

Desde esta gigafactoría, que echará a andar en un par de años, Tesla podrá exportar producción a la Unión Europea, algo especialmente importante en el caso del Model 3, modelo que se supone va a ser de grandes ventas y que se vería muy perjudicado por un incremento arancelario EEUU-Unión Europea.

BMW iX3

En cuanto a BMW, el fabricante alemán puede ser el primero en, tan pronto como sea legalmente posible, adquirir la parte china de su joint-venture, pasando a ser totalmente suya o a controlarla. Hasta la fecha, el inversor extranjero no puede poseer más del 50%.

En el caso de que la exportación desde Estados Unidos hacia Europa sea menos interesante por el incremento arancelario, los BMW X3 y X4 podrían mandarse desde China, ya que se están produciendo para atender al mercado local. Los X5 y X6 se seguirían mandando desde Estados Unidos, al ser modelos muy caros el impacto arancelario puede importar menos.

El BMW iX3 se producirá en China para Europa, y eventualmente se podrían mandar desde allí los MINI eléctricos si el problema con el "Brexit" fuese acuciante, que esa es otra. En definitiva, los fabricantes están aprovechando que son multinacionales para, en caso de que se tuerzan las cosas, tener planes B y C.

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